Murcian@s de dinamita

Carlos del Amor, el periodista de la cultura

Carlos del Amor.

Carlos del Amor. / Ana Martín

Pascual Vera

Pascual Vera

Carlos del Amor comenzó su formación universitaria a principios de los noventa en la Universidad de Murcia. Cuando inició su labor profesional, no tardó en descubrir que él convocaba palabras y que éstas podían adueñarse de la atención de los espectadores de una manera distinta a lo que habíamos conocido. Silencios, palabras e imágenes y unas historias contadas de manera diferente que dejaban con el paso cambiado al espectador, provocando unas reacciones insospechadas. Ese y no otro es el secreto de Carlos del Amor para introducirse desde hace tiempo en miles y miles de hogares, cuyos dueños abren de par en par sus ojos, oídos y el resto de sus sentidos para adentrarse en esas cautivadoras historias que nuestro paisano va tejiendo con el esmero de un artesano del lenguaje.

Afirma Carlos que la televisión que le gusta hacer es la que se aleja del ruido y del bullicio y apuesta por la palabra. Por la palabra y las historias con alma, la especialidad de la casa.

Noventa segundos. Ese es el tiempo que se toma para presentar sus personalísimas historias con alma que nos trae de manera cotidiana y que, como quien no quiere la cosa, nos pillan indefectiblemente por sorpresa.

Cubre festivales de cine y entrevistas a cineastas o artistas con un estilo personal y único que no deja a nadie indiferente.

Asegura Carlos del Amor que desde la cultura se puede explicar prácticamente cualquier cosa, «porque la suma de una foto, un libro, un cuadro y una canción es la vida». Y a demostrar esto se ha dedicado desde TVE a través de sus programas, ofreciendo una versión distinta de las noticias, en las que introduce a los telespectadores en las noticias culturales más importantes.

Del Amor aconseja a los futuros periodistas que «imaginen caminos diferentes». «Los periodistas –dice– deben intentar aportar una mirada propia, abordar los temas de una manera distinta, deben ser conscientes de que la realidad tiene muchas caras».

En un mundo en el que parece que las noticias se circunscriben exclusivamente al último fichaje estrella futbolístico, el periodista está convencido de que hay lugar para otras cosas: hay público para todo –asegura–, hay que saber ofrecer también cultura: «Hay que hacer perder el miedo al espectador».

Carlos del Amor asegura que es un lujo trabajar en ese cometido, y que sus jefes han comprendido que ese es el camino correcto. El presentador está convencido de que «se puede educar desde los medios». «La cultura forma parte de la idiosincrasia de cada uno, a la gente le interesa una buena película y un buen libro. El secreto está en que se apueste por ello».