Historiador

El retrato de... José Álvarez Junco

José Álvarez Junco Historiador

José Álvarez Junco Historiador / Por JUAN JOSÉ ballester pérez

Juan José Ballester Pérez

Desde hace un tiempo suelo visitar un par de veces al año la comarca de La Vera, concretamente, vamos a casa de mi hermano Antonio, en Madrigal de La Vera, un pequeño pueblo extremeño situado en la Sierra de Gredos y justo en la zona donde confluyen las provincias de Cáceres, Ávila y Toledo. Fue allí donde conocí a uno de sus amigos y vecino, al escritor e historiador José Álvarez Junco. La ventaja que tiene conocer a alguien de forma personal, antes que a través de su obra, es que te acercas a ella con una perspectiva diferente, si no condicionada por esa amistad, sí mucho más rica o más contextualizada. Leer un pensamiento crítico sobre cualquier tema y saber de antemano sobre la vida y las circunstancias de la persona que lo ha escrito, indudablemente, te amplía tu visión del tema. Y no tanto porque te condicione positivamente tu propio juicio sobre lo que lees, sino, sobre todo, porque lo puedes complementar con la coherencia vital de quien así se expresa.

Desconozco su ideología –si es que la tiene–, aunque a poco que se le oiga o se le lea –es también articulista de El País– no es muy difícil situarlo en una izquierda moderada, de esas izquierdas de la Transición tan añoradas ahora por algunos, entre los que me encuentro. Y aunque debe ser republicano de convicción, de nacimiento, de esos que se les nota la emoción cuando citan el tema, jamás lo he visto hablar mal de la monarquía, aunque la juzgue implacablemente; como también es de las pocas personas progresistas que lo he visto criticar ciertas actuaciones de gobiernos de izquierda. Y de todo lo que he leído de él me sorprendió mucho su teoría sobre el concepto de nación, algo tan sensible en los tiempos actuales. En su libro Dioses útiles. Naciones y nacionalismo, viene a demostrar que la idea de nación es algo relativamente moderno (siglos XVIII y XIX), que, en cierta manera, se trata de «construcciones» interesadas y que, más allá de lenguas y costumbres comunes, lo que representan en cuanto a valores en nada coincide con los valores más altos de libertad y de igualdad entre los seres humanos.