Entrevista | Crítico musical

Ángel H. Sopena: "Ignorar la repercusión de nuestras bandas hubiera sido una supina estupidez"

Tras más de treinta y tres temporadas ‘contando’ la música murciana en Onda Regional, el también articulista de La Opinión cede su asiento en la radio a las nuevas generaciones convertido en un activo imprescindible de la ‘escena’ autonómica 

Ángel Sopena en los estudios de Onda Regional.

Ángel Sopena en los estudios de Onda Regional. / José carlos Nievas

Asier Ganuza

Asier Ganuza

Hace un par de semanas, el crítico Ángel H. Sopena anunciaba, vía Twitter, su despedida de la radio, de Onda Regional. Lo hacía pocas horas antes de grabar su último programa de Música de Contrabando, en pie desde que la emisora autonómica echara a andar en 1990. De hecho, el suyo era el único espacio que permanecía en parrilla de cuantos iniciaron esta próspera aventura radiofónica; y tiene mérito, porque ya se sabe que corren malos tiempos (mediáticos) para la lírica... Pero es que Sopena se ha convertido, con los años, en una institución; en algo más que un hombre encerrado en una pecera pinchando canciones y entrevistando a artistas. De hecho, el también articulista de La Opinión es y ha sido desde el principio un activo esencial para el desarrollo de la tan celebrada hoy ‘escena murciana’. Por eso, y porque dice que la idea de postularse a campeón mundial de petanca no le seduce –con lo que entendemos que va a seguir dando guerra–, hemos querido hablar con él. Su «Hasta la vista, baby» es literal.

¿Cómo está, Ángel? ¿Aclimatándose a su nuevo día a día?

Me vine a Saint Jean Pied de Port, poniendo tierra de por medio, a subir y bajar montañas haciendo el camino de Santiago, y a aclarar mis ideas, que nunca ha sido fácil.

¿Se respira mejor fuera de la pecera o ya lo echa de menos?

Desde el día en que hice el último programa ya estaba echando de menos el autocontrol y esta vida tan ‘perra’ y maravillosa. La dependencia emocional es difícil de superar.

Se lo preguntaba porque el otro día, en Plaza Pública, dijo que dudaba sobre la decisión tomada...

Es duda metódica. Aquello de ‘he tomado mil decisiones y casi todas equivocadas’. Nada nuevo en mí.

Pero supongo que la cantidad de muestras de cariño que está recibiendo ayudan a dar este paso.

Uno trabaja apasionadamente en lo que cree sin esperar nada a cambio, pero las muestras de cariño recibidas desde distintos estamentos, no solo músicos y amigos, han sido un auténtico bálsamo para esta montaña rusa emocional, sí.

El jueves, por ejemplo, fue casi más protagonista en la final del CreaMurcia ‘Pop-Rock’ que Shaman Shaman o Desakato.

Será difícil de olvidar. Debí sospecharlo cuando nos hicieron subir al escenario... No entendía bien lo que pasaba hasta que oí al público gritando mi nombre y pidiendo que hablara, así que no me quedó otra que vencer mi pudor y aprovechar para despedirme con un: «Hasta la vista, baby». Soy muy reacio a este tipo de cosas –los músicos deber ser los absolutos protagonistas–, pero creo que sentí algo parecido a lo que debieron sentir los ganadores del concurso. Y también la sensación de que esto ya no tenía marcha atrás. Muy agradecido.

No es para menos... Tarque le describió en Plaza Pública casi como el creador de la ‘escena murciana’. Supongo que tirará de modestia, pero... ¿se siente un poco partícipe de ello?

Tarque me quiere, y yo a él. Años atrás, las cosas estaban más difíciles para lo grupos que empiezan, y no había tantos que prestaran atención a la gente que hacía música. Yo entendí que desde un medio público como es Onda Regional, y desde La Opinión, había que dar voz a los grupos murcianos. Mis jefes creyeron en el proyecto y los músicos confiaron en nosotros. En ese sentido, seguro que hemos contribuido a afianzar la escena, pero esto ha sido un trabajo de mucha gente.

Parte de la culpa de que se hable así de usted no la tiene el que haya apoyado a los M-Clan superventas, a los Second que eran punta de lanza del indie o a los Arde Bogotá que funcionan a golpe de sold out; la tiene que dio cabida a todos ellos en Música de Contrabando cuando no eran ‘nadie’. ¿Es ese el gran legado del programa, el haber sabido estar con los grupos cuando más lo han necesitado (en sus inicios)?

«Traedme canciones», eso es lo que siempre les he pedido a los grupos. Recuerdo a unos incipientes Viva Suecia con Los años: cuando se tiene una canción así se puede estar seguro de que más temprano que tarde el éxito te aguarda. Y así ha sido. Mi trabajo ha sido acercar esos temas al público, y he intentado hacerlo también desde ORMúsica (lamento dejar sin concluir el trabajo del canal musical); también orientar y dar pistas, incluso facilitar algún contacto.

Ahora que se echa a un lado, confiese: ¿Cómo se sabe que una banda lo va a petar?

Cuando un grupo o un artista tiene algo único y especial, lo reconozco al instante. Y me he equivocado pocas veces. Lo primero, claro, es una canción, y luego, la actitud. 

Quizá ahora puede parecer ‘fácil’ de predecir, con tantas estadísticas de escuchas y demás, pero no siempre ha sido así. Y esto me lleva a una cosa que decía Jutxa Ródenas en un artículo publicado hace unos días en La Opinión en el que le agradecía las lecciones aprendidas en materia de «activismo cultural y musical». ¿La música también tiene algo de eso, de guerrilla, de pelear por lo que uno cree que lo merece?

Naturalmente. Me ocurrió con muchos grupos, y me acuerdo espcialmente de Iluminados, Vacaciones y Klaus & Kinski. Son ejemplos de bandas que en principio costó que se aceptaran, pero acabaron teniendo gran aceptación de público y crítica. Hablamos de pop;lo de tocar se aprende con el tiempo.

Ya que estamos echando la vista atrás, ¿han cambiado mucho las cosas en la ‘Murcia musical’ desde que arrancó con Música de Contrabando, allá por 1990?

Totalmente. Sin ir más lejos, ahora cualquiera puede registrar su música en su propia casa, mientras que yo, en aquellos años, me inventé concursos para que los grupos pudieran grabar, y edité casetes que enviamos a todas partes para dar a conocer a grupos de aquí (cuando todavía no existían las redes sociales). También establecí las ‘Sesiones de Contrabando’, con las que recuperé la música en directo en la radio, y monté la fiesta del estudiante y la radio, homenajes a John Lennon y Bowie para que los músicos tocaran en la calle..., incluso un festival como el Lemon Pop, que fue precursor de todos los festivales que hay ahora en Murcia. En fin, antes se celebraba que un grupo grabara una maqueta o publicara un disco, lo que era bastante excepcional, pero ahora todas las semanas hay lanzamientos, y cada poco aparecen nuevos grupos y sellos, como Grabaciones Vistabella. Otra diferencia apreciable era la ausencia de salas, y los medios tampoco estaban muy por la labor hasta que llegaron los éxitos de Second, Viva Suecia o los más recientes Arde Bogotá. Internet lo ha dinamizado todo, pero también se ha atomizado mucho la escena.

Por cierto, son más de 33 temporadas; el único programa que sobrevive de la Onda Regional original. ¡Y hablamos de un espacio de música! Que ahora casi parece que están perseguidos.

Sí. Supongo que los distintos directores han confiado en mí, y se han percatado de los resultados, la importancia y la repercusión de los músicos murcianos en el mundo de la cultura, dentro y fuera de nuestra Comunidad. Ignorar eso habría sido una supina estupidez.

¿Y hay relevo para seguir en la lucha? ¿Se lleva Música de Contrabando con usted o cede el micro para que otros sigan defendiendo la música de la Región?

Seguro que hay relevo. Del lado militante no sabría responder con certeza, pero de que hay gente capacitada y con criterio no me cabe la menor duda, y creo que desde hace tiempo andan creando su propio espacio.

¿Y usted? ¿Qué planes tiene? ¿Le seguiremos viendo en conciertos y demás o va a desaparecer de los focos, como las grandes estrellas de rock que dicen adiós?

Ay, ya quisiera ser como Marisol o Greta Garbo... Esto de la música es una droga de la que no se puede salir del todo. Como hubiera dicho Tom Joad, estaré allí donde haya música interesante que escuchar.

¿Qué se lleva a su retiro, Ángel? ¿Algo de lo que se sienta particularmente orgulloso? Ayudó a grabar las primeras maquetas decentes de M-Clan, le ‘regaló’ unos minutos de libertad a Allan McCarthy y los suyos, contribuyó durante años a la agenda musical murciana con el Lemon Pop...

¡Que tampoco es que me vaya a Yuste! Pero me voy con todo eso que dices, con los buenos recuerdos vividos de haber conocido a muchos de mis héroes, de haberles mostrado las virtudes del jamón de jabugo a los Ramones, de haber disfrutado en primera línea de los balbuceos de bandas y artistas que hoy juegan en primera división... Me echo a un lado con los bolsillos vacíos y lleno de ilusiones. Ya sabes aquello que decía Lennon: «La vida es lo que pasa mientras se hacen planes».

E imagino que también se lleva amigos y libertad para acceder a según qué backstages, ¿no? 

Pues tengo muchos amigos músicos para poder seguir disfrutando sus discos y conciertos, sí. Pero, que nadie se equivoque, mantengo aquello en lo que siempre he insistido: traedme canciones.