Entrevista | Alondra Bentley Cantautora

Alondra Bentley: "Al salir de tu zona de confort es cuando empiezas a hacer y decir cosas interesantes de verdad"

Las Noches del Malecón reciben este domingo a las once a la sutil cantautora murciana, que repasará, en un concierto gratuito y para toda la familia, su viaje de Lancaster, donde nació, hasta nuestra huerta, que es donde se crió y donde se asientan sus raíces. También nos habla de su próximo disco.

La cantautora Alondra Bentley

La cantautora Alondra Bentley / L.O.

Aestas alturas, Alondra Bentley necesita poca presentación. Nació en Lancaster, pero se crió en la huerta murciana con el don de una voz divina, que fluye como si fuera el caudal de un río, con una naturalidad y una cadencia que embelesan. Y cautiva con sus sensibles interpretaciones. Sutileza es la palabra clave. Se puede comprobar en los cinco discos que ha publicado hasta ahora, en cualquiera de sus conciertos y, por supuesto, en Solar System (2018), que fue nominado en la novena edición de los premios Impala al Mejor Álbum Europeo del Año, o en Resolutions (2015), que grabó en Richmond con la producción de Matthew E. White. Su posición independiente, capacidad lírica de introspección emocional, además de su talento para fusionar diferentes sonidos, la convierten en una figura emblemática. Su nuevo disco es íntegramente en castellano, y poco tiene que ver con todo lo anterior. Alondra Bentley, a la que nunca le han intimidado los cambios –incluso ha grabado un álbum para niños, Songs for children, it’s holidays! (2012)– llega este domingo a las matinales de Las Noches del Malecón. Sus delicadas melodías, que convierten una aparente canción folk convencional en música celestial, son delicatessen para el oyente.

Recientemente estuviste en los Jardines Alhambra, y ahora vuelves a los conciertos familiares de Las Noches del Malecón. ¿Son dos Alondras muy distintas?

La esencia es la misma. Los temas que más me inspiran para escribir son cosas que a los niños les encantan, como la naturaleza, la familia, la infancia, la literatura, la libertad, etc. He aplicado muchas cosas de mis conciertos para niños a mis directos para adultos y viceversa, ambas facetas se han ido retroalimentando. Dicho esto, en las actuaciones para público familiar añado al espectáculo algunos inputs visuales y teatrales.

La educación es clave en todo esto de la igualdad, de los derechos de la mujer. ¿Cómo llevas lo de alternar de profesora y artista? ¿Les cantas canciones como Mary Poppins? ¿Te sientes cómoda en este tipo de conciertos?

Admito que alguna vez me he visto desde fuera como una caricatura de Mary Poppins recogiendo la clase y cantando con los niños. Los conciertos familiares reúnen un poco todas mis facetas, y me encanta hacerlos porque me he especializado en ellos de una forma muy orgánica. Tengo mi infancia muy presente en todo momento. Cantar para niños me parece bastante insuperable.

La grabación de Solar System (Mount Ventoux, 2018), nominado con otros diecisiete discos para los premios Impala, la alternaste con tu faceta de profesora. ¿Estas vivencias se filtran en tus últimas canciones?

Hay temas que nunca dejan de estar presentes en mis canciones porque siempre me han obsesionado. Una cuestión que siempre tengo en la cabeza es mi ‘yo mundano’ versus ‘mi esencia’. Me obsesiona que el espacio que hay entre estas dos partes de mi persona sea lo más coherente posible. Transmitir la pasión por la música a niños o enseñarles a identificar sus propias emociones son cosas que me ayudan a reconciliarme con mi yo terrenal.

Tras Todo el mundo habla del Torgal, tu primera canción en mucho tiempo se tituló Si tuviera, un acercamiento a sonidos tropicales y africanos, también con cierto componente electrónico, en castellano. Después de toda la vida empleando el inglés, ¿va a ser la línea del futuro?

Estoy en ese momento de euforia e impaciencia que sentimos los músicos cuando acabas de terminar de escribir tu nuevo disco y quieres que salga ya a la luz, sobre todo cuando te has reinventado por completo. El nuevo disco es íntegramente en castellano, y poco tiene que ver con todo lo anterior.

¿Ahora tu música suena más liviana, más colorista, más despreocupada?

Sí. Son canciones muy espontáneas y directas. Ser madre ha sido parecido a volver a nacer, y ha venido acompañado de una urgencia por decir las cosas claras. Escribir en castellano ha sido casi una necesidad para tener la certeza de que se va a entender lo que necesito decir.

¿Con qué formato vienes? ¿En qué formato sientes que tu voz llega mejor al oyente, en acústico o acompañada de banda?

El concierto de este domingo será en formato dúo, y contaré la historia de cómo llegué a Murcia desde Lancaster siendo una niña. Me hace mucha ilusión hacerlo en Murcia porque, aunque ya no vivo aquí, sigue siendo mi ciudad y habrá muchos familiares y amigos. Las nuevas canciones en castellano las estrené en marzo en Los Teatros del Canal, en Madrid, con una nueva banda, y he sentido que mi mensaje llegaba con más calidad que nunca. Ahora mismo disfruto más que nunca tocando.

Dices que Hounds of love, de Kate Bush, es el disco que más has escuchado en tu vida. ¿Qué hay en ti de ella?

Hounds of love me ha definido muchísimo. Era un disco que me producía una curiosidad inmensa cuando era pequeña. La cara B del vinilo me resultaba aterradora, pero a la vez fascinante, y me obligaba a escucharlo a pesar del miedo que pasaba. Diría que Kate Bush me enseñó a comprender muchas emociones. Me atrevería a decir que su influencia en mi música se puede ver en What will you dream, por poner un ejemplo.

Tu segundo disco, Sings for children, it’s holidays, estaba dedicado a los niños. ¿Cómo es tu experiencia cuando tocas para ellos? ¿Sientes que entienden tu música de manera diferente a los adultos?

En el fondo no hay mucha diferencia entre cómo entiende la música un adulto y un niño, porque la música es algo que conecta directamente con las emociones. Esto lo pensaba cuando estábamos de gira en China y había una barrera idiomática tan grande. La música es un lenguaje bastante universal.

Grabaste en Virginia con los músicos que suelen trabajar con Mathew E. White, que te produjo. ¿ Mantienes contacto con él?

Mantengo el contacto con él, con el resto de la banda y otras amistades que hicimos en ese viaje. Es alucinante cómo la música puede hacerte establecer lazos con personas que están tan lejos geográficamente hablando, que viven en otros continentes y que no ves casi nunca. Una de las cosas que más me gusta de la vida de músico son este tipo de conexiones geográficas y personales; te dan una especie de sensación de comunidad muy particular.

Es habitual que salgas de tu zona de confort. ¿Tienes disco y gira a la vista? ¿Qué disco tienes en la cabeza? ¿Has elegido productor?

Ya lo decía David Bowie, cuando te sales de tu zona de confort es cuando empiezas a decir y hacer cosas interesantes de verdad. Este disco es nuevo en todos los sentidos. Como si lo escribiera otra persona, contexto nuevo, banda nueva, cambio de idioma, cambio de registro. Dentro de muy poco podréis escucharlo. Ojalá pudiera contar más, me muero de ganas.

Vuestro sello discográfico, Mont Ventoux, vive un momento de gran actividad, ¿no? Habéis hecho algunos lanzamientos. ¿Cómo lleváis lo de manejar un sello en estos tiempos?

Mont Ventoux es el sello de mi pareja y que ha publicado cuatro de mis discos. Tener el sello en casa conlleva que te pases la vida hablando de discos, artistas nuevos, planes de promo, conciertos, intercambiando bandcamps, etc. con la cena o el desayuno en la mesa. Tener un sello es sólo recomendable para el que está obsesionado con la música y sabe que no le queda otro remedio que convivir con ella.

¿Qué pensamientos te asaltan estos días para dar aire a una canción?

Creo que todos nos tenemos que sincerar con nosotros mismos, con lo que queremos y necesitamos, y a partir de ahí descubrir qué podemos aportar a la sociedad y hacer todo lo posible por materializarlo. Le doy muchas vueltas a la libertad, la integridad, la maternidad, la relación de pareja, a la rebeldía. Creo que es más necesaria que nunca.