Artes escénicas

'Gracias por venir': un tributo "necesario" a la gran Lina Morgan

La actriz ovetense Ana Blanco, poseída por el espíritu de la añorada intérprete, se sube mañana a las tablas del Infanta Elena de Águilas para protagonizar una comedia al estilo de la madrileña

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Captura / Alba Marques

L. Landázuri

Diversión, nostalgia y muchas risas. Es la carta de presentación de la obra Gracias por venir, un tributo a la añorada Lina Morgan que mañana podrá verse en el Auditorio Infanta Elena de Águilas y que tiene un claro objetivo claro: homenajear a una figura «a la que el humor en España le debe mucho», indica Ana Blanco, actriz que da vida a la protagonista.

Se trata de una obra terapéutica que espera convertirse en un reencuentro entre el público y todas las anécdotas protagonizadas por María de los Ángeles López, nombre real de Morgan. Para ello, el equipo ha invertido mucho tiempo trabajando, documentándose, viendo las actuaciones de la actriz y escuchando sus canciones; un proceso que para Blanco ha estado marcado por «un cierto vértigo» y el profundo respeto que siente por Morgan, un referente en su carrera. «Creo que todos los que nos dedicamos a la interpretación bebemos de Lina Morgan. Es la mejor actriz cómica de todo el siglo XX y la asocio a mi abuela, que siempre la escuchaba. Me atrevo a decir que empecé a ser actriz imitando a Lina Morgan», confiesa.

La obra es un tributo al humor en el que todos pueden sentirse identificados y reconocer la esencia de Morgan. «Están sus gestos, sus frases... Es un personaje que nada más lo ves salir a escena la gente se pone a aplaudir y a reír», indica la actriz ovetense, que espera que el público llegue dispuesto a «dejarse sorprender y a pasar un buen rato recordando a una figura que es histórica».

La vedette Ana Torres y el periodista Jesús Manuel Ruiz completan el elenco de una comedia de enredo apta para nostálgicos y para todos aquellos que quieran acercarse a la figura de Lina Morgan. «Es una oportunidad para reírse de temas sobre los que ahora parece que no se puede hacer humor y un homenaje necesario», concluye. L. Landázuri