Música

Virginia Martínez dejará la dirección de la Sinfónica Regional tras más de una década en el cargo

La molinense, que también se encargaba de la Orquesta de Jóvenes, continuará ligada al proyecto de la OSRM con los 'Conciertos en Familia' y los 'Conciertos Escolares'

Virginia Martínez posa para La Opinión tras anunciar su adiós.

Virginia Martínez posa para La Opinión tras anunciar su adiós. / Juan Carlos Caval

Asier Ganuza

Asier Ganuza

Virginia Martínez (Molina de Segura, 1979) anunció este martes su adiós a la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia (ÖSRM) al término de la presente temporada. Lo hizo en rueda de prensa, acompañada por el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, y después de más de una década al frente de la formación, tras tomar la batuta del maestro José Miguel Rodilla en el verano de 2012. También se despide de la Orquesta de Jóvenes (OJRM), de la que era titular desde hace dieciséis años (2007).

"No podemos ser un freno en una carrera imparable que la lleva a nuevos destinos", señaló López Miras, quien trasladó su agradecimiento a Martínez "por todo cuanto ha hecho, hace y va a seguir haciendo por su Región, porque me consta -añadió el presidente murciano- que seguirá no sólo vinculada, sino también comprometida con la Orquesta Sinfónica y con su tierra". De hecho, en su afán por "seguir contando con ella" y mantener a la Comunidad "en lo más alto del panorama internacional de la música sinfónica", se ha logrado retener a la molinense como responsable de los 'Conciertos en Familia' y los 'Conciertos Escolares'.

Además, como "embajadora ejemplar de nuestra tierra" que es, se ha decidido nombrar a Virginia Martínez como directora honorífica de la Orquesta Sinfónica de la Región. Eso sí, de momento se desconoce quién le sucederá en el cargo; ni siquiera ella lo sabe. Se espera que el nuevo gerente de la formación, Carlos Blázquez, tome próximamente una decisión. Tampoco la directora quiso dar demasiadas pistas sobre su futuro, pero es que el hecho que ha motivado principalmente la decisión de dejar la ÖSRM es que ha llegado a entender que necesitaba "parar" tras años de trabajo de alta intensidad. Por supuesto, reconoció, cuenta con varios proyectos en mente -tanto dentro como fuera de la Región-, pero avanzó que en este 2023 tiene pensado bajar el ritmo: "El próximo año quizás tenga más trabajo, pero menos peso de responsabilidad. Necesito descansar, dedicar tiempo a mi familia", aseguró.

Tampoco la directora quiso dar demasiadas pistas sobre su futuro próximo, pero es que el hecho que ha motivado principalmente la decisión de dejar la ÖSRM es que ha entendido que necesitaba «parar» tras años de trabajo de alta intensidad. Por supuesto, reconoció ante los medios que se dieron cita en el Palacio de San Esteban –donde tuvo lugar la rueda de prensa–, cuenta ya con varios proyectos en mente, tanto dentro como fuera de la Región, pero avanzó que en este 2023 tiene pensado bajar el ritmo: «El próximo año quizás tenga más trabajo, pero menos peso de responsabilidad. Necesito descansar, dedicar tiempo a mi familia», aseguró Martínez.

Sin embargo, la de la Sinfónica también es, en cierto modo, familia para ella, y por eso, en su despedida, se mostró visiblemente emocionada. Por supuesto, la molinense aprovechó el altavoz que le brindó el Gobierno regional para mostrar públicamente su gratitud a todos los que han participado del crecimiento de la orquesta, tanto a nivel institucional como, por supuesto, en lo que respecta a los propios músicos. Además, quiso subrayar que su trayectoria al frente de esta institución le ha proporcionado, no solo un crecimiento profesional, sino también personal, hasta el punto de que la ÖSRM, añadió, es «como una más de sus hijas», a la que ha dedicado todo su tiempo, esfuerzo y desvelos. Y, de la misma manera, la orquesta ha sido literalmente la casa de sus dos pequeñas, apuntó, ya que se incorporó como titular estando embarazada de ocho meses y las ha criado «entre ensayos y actuaciones».

López Miras y Virginia Martínez durante la rueda de prensa.

López Miras y Virginia Martínez durante la rueda de prensa. / CARM

Trayectoria

Virginia Martínez, formada como directora en el Conservatorio de Viena –también tiene estudios de piano y armonía–, debutó con la Sinfónica Regional en 2003, en un concierto retransmitido por RNE y que tuvo lugar en la que ha sido su casa durante estos once años, el Auditorio Víctor Villegas de Murcia, sede de la orquesta. Y eso que desde 2016 da nombre a la sala de conciertos del Museo del Enclave de la Muralla (Mudem) de su localidad natal, Molina de Segura, donde dio sus primeros pasos en el mundo de la música.

De hecho, desde los 4 a los 13 años fue miembro del Coro de Niños de Molina, momento en que se hizo cargo de las dirección de los Coros Infantiles Municipales (a principios de los noventa), dando buena muestra de su capacidad para dirigir. No obstante, no es hasta el año ‘99 cuando se gradúa en el Conservatorio Superior de Música de Murcia para, posteriormente, ser becada por la Fundación Séneca para iniciar su formación con la batuta en Austria. Esta etapa finaliza en 2003, cuando se pone al frente de la Orquesta Sinfónica de la Radio de Viena durante su concierto de graduación con El pájaro de fuego, de Igor Stravinsky, sobre los atriles de los instrumentistas. Obtuvo Matrícula de Honor con mención especial.

A partir de ahí, la molinense comienza a colaborar con diferentes orquestas del país centroeuropeo y a recibir los primeros reconocimientos en su tierra. Tras debutar con la ÖSRM, en enero de 2004 fue nombrada ‘Joven del Año’ por la Consejería de Juventud de la Región, mientras que en 2018 –ya con su carrera consolidada– es distinguida como ‘Mujer Murciana del Año’ por ser «una de las más importantes y jóvenes directoras del plano internacional». Y es que, para entonces, ya había dirigido no solo a algunas de las principales orquestas austriacas y españolas, sino también de otras regiones de Europa e, incluso, de más allá del viejo continente. Sin ir más lejos, este mes ha estado al otro lado del charco con la Sinfónica Nacional de México.

Sin embargo, ha sido la ÖSRM la formación que más alegrías le ha ofrecido, la que más especial le ha hecho sentirse. Y así lo ha querido demostrar siempre, tanto sobre el escenario como con sus declaraciones, convirtiéndose en la primera en intentar aupar a la Sinfónica Regional en el plano internacional. Sirva de ejemplo lo que ocurrió la semana pasada, cuando se enfrentó en el Villegas a uno de los programas más exigentes de su carrera: la interpretación en su integridad de la producción sinfónica de Johannes Brahms con apenas un día de descanso (dos el jueves y dos el sábado), algo muy poco habitual por su complejidad tanto musical como, incluso, física.

A escasos dos ensayos del primero de los conciertos, la molinense se mostraba muy segura de ‘su’ Orquesta: «Los músicos están respondiendo maravillosamente bien, como no tenía duda de que iba a ocurrir. Y eso que cuando interpretas piezas que están tan tocadas como estas corres el riesgo de caer en la rutina, de no encontrar nada nuevo que aportar. Pero esta es una orquesta tan fresca y tan flexible que es una gozada hacer música con ella. Y no lo digo porque sea la ‘mía’, sino porque lo siento de verdad. Mira, he estado mes y medio de gira dirigiendo a formaciones increíbles y te prometo que he vuelto a casa valorando todavía más lo que tenemos aquí», aseguraba en palabras para La Opinión.

Y eso que cuando interpretas piezas que están tan tocadas como estas corres el riesgo de caer en la rutina, de no encontrar nada nuevo que aportar. Pero esta es una orquesta tan fresca y tan flexible que es una gozada hacer música con ella. Y no lo digo porque sea la ‘mía’, sino porque lo siento de verdad. Mira, he estado mes y medio de gira dirigiendo a formaciones increíbles y te prometo que he vuelto a casa valorando todavía más lo que tenemos aquí», aseguraba en palabras para La Opinión.