Cuenta Javier García Caballero, director del Festival de Cine Fantástico Europeo de Murcia, el Sombra, que hace tiempo que mantiene una sincera amistad con Óscar Martín y Elena Muñoz, de la productora El Ojo Mecánico. Es lo que tiene andar pateándose los principales certámenes del género, que al final uno hace amigos (en plural). Y esta acotación -la que figura entre paréntesis- no es absoluto baladí, porque cuando hablamos de ellos, Amigo alude a algo más grande que su benefactor murciano. Este es el título del filme que, en 2019, les puso en el mapa. Protagonizada por David Pareja y el muy solicitado Javier Botet, la cinta, entre la comedia (negra) y el thriller (de terror), colmó de premios a sus responsables; premios entre los que se encuentra, por cierto, el que reconoce a la Mejor Película del festival de García Caballero en su edición de 2020. 

«Es una película que ha batido infinidad de récords a nivel de premios tanto nacionales como internacionales, y que acaba de estrenarse en Norteamérica, algo sumamente complicado para un proyecto como este», apunta el murciano (en referencia a su condición de cine independiente y de medios limitados). La cuestión es que el director del Sombra tiene olfato cinematográfico -lo ha demostrado sobradamente con su festival, que encara su duodécima edición-, y, por lo tanto, hace mucho que sabe del potencial de Martín y Muñoz. «Estaban terminando Amigo y un día, comiendo, les dije: ‘¿Y ahora qué vais a hacer?’. Me dijeron que no sabían, y les invité a que le dieran forma a un nuevo proyecto y a que, cuando lo tuvieran, nos sentáramos juntos a verlo», recuerda. Tiempo después le presentaron la primera versión de Upiro, «y dije -se apresura a contar-: ‘Esta historia es cojonuda. Vamos a hacerla’».

El proyecto ha triunfado en varios festivales internacionales, cuenta ya con la participación de Javier Botet y se ha asegurado ya unos mínimos de financiación

Está claro: El Ojo Mecánico supo tocar la fibra del García Caballero productor -no confundir con su faceta como director del Sombra-, y lo hizo con una historia que no solo está ambientada en la Región, sino que está inspirada en una escalofriante leyenda calasparreña. «La conocieron un día que estuvieron por allí rodando una publicidad, y se quedaron realmente impactados. En ella se habla de la existencia de una criatura de origen y características indeterminadas que anduvo moviéndose por el entorno del Santuario de la Esperanza en el siglo XVIII», explica el murciano, involucrado hasta el fondo en esta producción de la mano de la Fundación Sombra, una entidad de reciente constitución que «tiene por objetivo la creación de productos audiovisuales de alta calidad y con artistas emergentes. Y este es uno de nuestros primeros planteamientos», aclara.

Aunque García Caballero prefiere no desvelar demasiado sobre el argumento, el título del filme ya ofrece algunas pistas. Y es que esta palabra del eslavo antiguo procede del término cirílico ‘upyr’ (‘sanguijuela’), que a mediados del XVII se mezcló fonéticamente con el anglosajón ‘vopyr’ para acabar dando lugar a uno mucho más familiar para los espectadores del siglo XXI: ‘Vampiro’.

En la película aparecería un franciscano experto en alquimia y tratados esotéricos. Este clérigo no es otro que el padre Antonio Rubís, al que, según Óscar Martín y Elena Muñoz, muchos en la localidad todavía recuerdan; a él y a los extraños sucesos que circundaron su muerte. Y es que hay escritos que apoyan la existencia de este franciscano y su particular obsesión con «el mito de la sangra y el muerto que se revitaliza a través de ella» (según un documento de 1810). Al parecer, Rubís realizó un parsimonioso trabajo durante largos años, buscando siempre un elixir capaz de curar todo tipo de enfermedades y alargar la vida. Encontró en la sangre humana una fuente de pulso vital, de la que algunos dijeron permitía alcanzar la eterna juventud», detallan en el dossier de Upiro. 

Interés internacional

García Caballero detalla que, conceptualmente, la película planteará «un enfrentamiento entre la razón y las leyendas folclóricas», y cita como referencia un clásico como El nombre de la rosa (Jean-Jacques Annaud, 1986). Y la cuestión es que la premisa no solo ha convencido al director de la Fundación Sombra, sino también a productores internacionales. «Rodamos un teaser en los exteriores del santuario, construido sobre una antigua cueva, y lo presentamos en algunos de los principales markets del sector: en el del Festival Internacional de Cine Fantástico de Bruselas (Bélgica), en el del Festival Internacional de Cine Fantástico de Bucheon (Corea del Sur), en el del Blood Window de Buenos Aires (Argentina) y, por supuesto, en Sitges. En estos dos últimos ganamos el premio a Mejor Proyecto Internacional, mientras que en el Blood Window obtuvimos una mención», señala el murciano.

Y esto se traduce no solo en que Upiro se vaya a presentar en Cannes, por ejemplo, sino en que cuenta ya con «en torno al 70% de la financiación». Y hablamos de un proyecto que espera manejar un presupuesto de cerca de millón y medio de euros, algo casi nunca antes visto en la Región: «Lo más parecido es Últimas voluntades», el filme de Joaquín Carmona que, con Fernando Tejero como protagonista, se ha estado rodando en la comunidad durante los últimos meses. Porque la intención de los responsables de Upiro -que contarán de nuevo con Botet en el reparto- es, por supuesto, rodar en el propio Santuario de la Esperanza, aunque desde la Mayordomía de la fundación que gestiona este espacio se asegura que, «de momento, nadie se ha puesto en contacto con nosotros por este tema». Quien habla es Fulgen Sánchez, presidenta de esta institución, que en palabras a esta redacción recordó que no tuvieron «ningún inconveniente» en ceder sus instalaciones al equipo de Upiro para desarrollar el mencionado teaser, «ya que la grabación iba a ser en la torre y en algunos parajes, y que la ermita no iba a salir».

A este respecto, el productor de la cinta lo tiene claro: «La Región, no solo Calasparra, tiene una oportunidad maravillosa de hacer algo que la ponga en el plano nacional e internacional como escenario cinematográfico, porque lo primero para vender a este tierra como plató de cine es hacer películas en ella», apunta García Caballero, en referencia a la reciente presentación de la Film Commission murciana. En cualquier caso, el director de la Fundación Sombra asegura, por su parte, que están en conversaciones con el Ayuntamiento de la localidad para establecer allí el rodaje, que durará como mínimo un mes y se estima que involucrará a 150 personas. 

Aún así, con esta cuestión todavía en el aire, es tajante sobre el futuro de Upiro: «La película se va a hacer, de eso puedes estar seguro». De hecho, el murciano ha anunciado la incorporación al proyecto de una importante productora belga que le ha dado al equipo el empuje definitivo que necesitaban. «Apenas quedan unos flecos de financiación por terminar de definir, pero la previsión es que podamos empezar a grabar en noviembre de 2023», detalla, incluso, García Caballero. Solo falta decidir dónde van a posar sus cámaras. Eso sí, ellos -como ya ha quedado en evidencia- tienen claras sus preferencias. «Por lo pronto -añade-, nosotros llevamos seis meses hablando de Calasparra por todo el mundo».