Este sábado, 17 de septiembre, DC Comics celebra en todo el mundo el Batman Day, una jornada dedicada a todos los aficionados del justiciero encapuchado que, a su vez, sirve para rendir tributo, no solo al vasto universo gestado en torno al ‘Hombre Murciélago’, sino, en general, a todos los personajes de la compañía norteamericana (alguno tan icónico como Superman) y, por extensión, a todos aquellos que en su juventud –presente, pasada o futura– han devorado historietas protagonizadas por hombres o mujeres embutidos en trajes de licra y resguardados bajo el anonimato de una máscara. Pues bien, aunque en Murcia las actividades en torno al alter ego de Bruce Wayne son limitadas y de reducida dimensión, la casualidad ha querido que aquellos afanados lectores –insistimos: más jóvenes o ciertamente veteranos; en definitiva, de la que edad que sea– encuentren un centro de reunión en la Cárcel Vieja.

Y es que este jueves por la tarde (20.30 horas) se inaugura allí la muestra colectiva Héroes y villanos, organizada por el Instituto de Arte y Cultura, comisariada por Eva Hernández (Two Art Gallery) y responsable de la apertura de la temporada expositiva. En ella, más de una treintena de artistas nacionales e internacionales tratan –por medio de la fotografía, los NFT’s, la pintura y, sobre todo, la escultura– la eterna dicotomía del bien y el mal, y..., claro, los superhéroes no tardan en aparecen una vez que se supera el umbral de la puerta principal del antiguo centro penitenciario. Eso sí, desde una perspectiva muy particular. De hecho, Batman, por ejemplo, aparece colgado del andamiaje de la sala principal evidenciando, seguramente, un alto concepto de la justicia, pero, también, un evidente sobrepeso.

Esta pieza, una de las más llamativas de la colección, ilustra a la perfección la voluntad de la muestra, para la que su comisaria ha apartado momentáneamente su querencia por el arte bizarro y gore a fin de presentar una exposición divertida y para toda la familia. Además de espectacular, como es habitual en los proyectos de Eva Hernández. Así, recibe a los visitantes una instalación que recrea un atraco de película, mientras que Juan Piza (un habitual de Two Art Gallery) presenta otro conjunto escultórico de grandes dimensiones con un joven aspirante a autor de cómics que sueña con ser Spiderman y al que acecha una araña de cuatro metros.

La muestra incluye grandes instalaciones, escultura, fotografía, pintura e, incluso, una serie de NFT’s que pronto llegarán al Louvre

Catwoman, el Joker, Capitán América y el propio Superman son otros de los personajes que, a menudo de manera burlona, aparecen representados en esta muestra, que, no obstante, proyecta su foco más allá de los tebeos. Así, personajes de Disney, algún líder político y artistas como Picasso, Van Gogh, Magritte y Leonardo también protagonizan algunas de las obras de Héroes y villanos. Éstos últimos, por ejemplo, figuran en una de las series de mayor interés de la exposición: la del venezolano Pedro Sandoval, para quienes los citados también son, en cierto modo, sus ‘héroes’ (y los de muchos otros). La cuestión es que su particular homenaje llega en forma de cuatro vídeos cortos que representan la entrada del arte en la era digital, y no de manos de un cualquiera, ya que Sandoval es toda una referencia internacional en lo que a NFT’s se refiere, hasta el punto de que éstas obras serán también expuestas próximamente en el Museo del Louvre de París y en Abu Dabi, pero que de manera totalmente exclusiva se pueden ver hasta el 17 de octubre en primicia en Murcia.

Otra vertiente del proyecto –quizá la más reflexiva– es la que protagonizan los «héroes anónimos», que son los que mejor encarnan la idea principal del proyecto: la lucha (y definición) entre el bien y el mal. «Siempre ha habido héroes y villanos: a los primeros les asociamos virtudes positivos mientras que a los segundos les adjudicamos características más negativas, ya hablemos de personas ficticios o de personas reales», recuerda Hernández, que se niega a reducir la búsqueda a los cómic, la mitología, la religión, la literatura, el cine... «También los encontramos en nuestro día a día», sentencia la comisaria.

El resultado es una colección diferente con medio centenar de obras que ofrecerán al espectador «una experiencia única» y la posibilidad de disfrutar en un mismo espacio con lenguajes tan diversos como el (hiper)realismo, el expresionismo, el surrealismo y todo tipo de figuraciones. Pero, sobre todo, que brindará a los visitantes –padres con hijos, abuelos con nietos, grupos de amigos adolescentes, etc.– la posibilidad de disfrutar del arte «desde un enfoque cercano, divertido y didáctico, aunque sin renunciar por ello a la calidad y la reflexión», explica la comisaria.