Este cronista recuerda que el primer voto que emitió para elegir a un candidato universitario fue a parar a Francisco López Bermúdez, que se presentó a decano de la facultad de Letras a finales de los 70 con un eqMis prouipo joven y abierto. Aquellas fueron las primeras elecciones plenamente democráticas de esta figura universitaria en la UMU. Recuerdo que nos aseguró a los estudiantes que las puertas de la facultad permanecerían siempre abiertas. Algo que nunca habíamos escuchado los alumnos. Y lo hizo.

Catedrático de Geografía Física, Francisco López Bermúdez (Paco para todos los que le conocemos) pertenece a una escuela prestigiosa en la Universidad de Murcia, la del departamento de Geografía Física, en la que abrieron brecha profesores de tanto prestigio como el catalán Vilá Valentí, cuyos manuales utilizamos tantos universitarios.

El trabajo de López Bermúdez posee una innegable vocación internacional. No en vano ha impartido clases en universidades de medio mundo: Marruecos, Egipto, Israel, Grecia, Italia, Guatemala, Portugal, Argelia, Túnez… pero también por la Región de Murcia, a la que ha dedicado muchos y espléndidos trabajos.

Su tesis doctoral «La Vega Alta del Segura. Clima, hidrología y geomorfología» fue premio nacional de investigación Juan Sebastián Elcano en 1973. En ella supo establecer un modelo de estudio de cuenca hidrológica partiendo del análisis geomorfológico y climático.

Suyo fue el capítulo de Geografía Física en el primer manual de Geografía elaborado por universidades españolas, que los alumnos manejábamos con devoción.

Su preocupación por el Medio Ambiente ha sido una constante en su vida. «La educación ambiental es un proceso, una actitud individual y colectiva, un conjunto de opiniones y creencias, un enfoque educativo sobre cómo hacer compatible el desarrollo durable con la protección y conservación de los sistemas soporte de vida en nuestro planeta», afirmaba.

Tanto desde sus numerosos cargos ocupados en la administración, como en los universitarios, intentó siempre reunir distintas miradas y opiniones, invitando a participar a numerosos expertos y legos en la materia (periodistas, escritores, especialistas en otros ámbitos…), y este cronista puede dar fe de ello, cuando fue invitado por él a asistir a diversas reuniones sobre desertización.

Y es que, la marca de la casa de López Bermúdez ha sido siempre la interdisciplinariedad, aproximando campos científicos diferentes: Ecología, Geología, Biología, Medio Ambiente…

Fue él quien auspició el doctorado Honoris Causa del excelente geógrafo J. B. Thornes, que trajo a la UMU su mensaje de aviso, con el que se adelantó a su momento, clarividente y preocupante para el medio ambiente. En especial para la Región de Murcia.

La desertización y los problemas ambientales fueron siempre su ámbito y su preocupación.

La foto es de Ángel Martínez. Años 80.