En el Centro Negra de Blanca están pasando cositas (como suele decirse ahora). Hace ya unos cuantos días que allí están trabajando intensamente los chilenos Eduardo Bunster y Belén Abarza. ¿En qué? En Irse en el abrazo, un proyecto de «performance cinematográfica» que surge de una investigación dentro del marco del Máster en Práctica Escénica y Cultura Visual del Museo Reina Sofía de Madrid. La idea, explican, es «explorar los procesos creativos y cuestionamientos de un heterogéneo grupo de intérpretes de danza contemporánea»; o, en otras palabras: asomarse a los espacios íntimos de la creación, «a los mundos privados en los que esos cuerpos danzantes buscan identidades artísticas propias, y, al mismo tiempo, nosotros descubrimos las nuestras». Es por ello que el proceso es, en este sentido, casi más atractivo que la conclusión, y sabedores de que efectivamente así es, mañana, a partir de las 20.30 horas, abrirán las puertas de su ‘laboratorio’ (el Centro Negra) para compartir esta parte del proyecto con los vecinos de Blanca.

Belén Abarza y Eduardo Bunster. L. O.

Ya en septiembre del pasado año –después de cuatro meses de trabajo con tres artistas vinculados al mundo de la danza– enseñaron parte del proyecto en una muestra abierta en la sala Protocolo Nouvel del Reina Sofía. Ahora, desde que llegaran a Blanca, han continuado desarrollando su investigación sobre los materiales recopilados en aquella primera fase: audios, imágenes, textos... Mediante el uso de proyectores y un software de mezcla de imagen y sonido en directo, Bunster y Abarza pretenden, no solo guiar la mirada de los espectadores a través de los paisajes internos de los personajes que protagonizan el proyecto, sino también avanzar en la investigación y, con sus diferentes colaboradores, en el desarrollo del proyecto. El próximo día 29 (19.00 horas), en el Centro Párraga de Murcia, ofrecerán un workshop donde compartirán los resultados obtenidos hasta el momento y charlarán sobre su experiencia personal.