Dicen -con acierto- en la galería Two de Murcia que, para los amantes de la escatología, adoradores de la coprofilia y aficionados a las cosas raras en general, la posibilidad de contemplar en directo una mierda de tres metros de longitud, debe ser una experiencia sublime. La obra en cuestión, una escultura del artista británico John Isaacs, sorprenderá incuestionablemente a cualquier espectador que tenga el arrojo suficiente para visitar una exposición recién inaugurada en el espacio del número 7 de la calle Acisclo Díaz y que está dedicada al mundo de la filosofía gore, un concepto cada vez más extendido en los diferentes órdenes de la sociedad actual a través del cine, la literatura, la moda y hasta la gastronomía, pasando por supuesto por el arte y las tendencias estéticas vigentes.

Aunque su definición oficial está relacionada con el género cinematográfico del mismo nombre, en la cultura popular todos usamos este término para definir aquello que se nos antoja extraño o diferente, pero por violento o ‘desagradable’; hablamos de «ciertos comportamientos, hechos o personas cuyos actos o apariencia son distintas a la de los demás. Y es esa rareza la que los convierte en ‘gore’ a los ojos del resto», defienden desde la galería, experta en poner a prueba la sensibilidad (y el estómago) de sus visitantes de la mano de artistas de talla internacional y, en muchas ocasiones, difíciles de disfrutar en nuestro país. En esta ocasión, son 45 los creadores -tanto nacionales como internacionales- que aportan su visión de este concepto a través de medio centenar de obras, entre pintura, escultura y fotografías «no aptas para espíritus sensibles».

Eva Hernández posa ante el retrato de Trump y la escultura de un kamikaze. ISRAEL SANCHEZ

Desde la sangre hasta las mutaciones, pasando por la religión, el sexo y la coprofilia en su máxima dimensión, Gore World -así se titula también esta colectiva- recoge todo tipo de fenómenos perversos a través de una serie de obras desgarradoras, de la apertura de una puerta a «un submundo paralelo donde la provocación y lo extraordinario son una constante, pero, sobre todo, una experiencia única para el espectador y muy especialmente para los aficionados a este tipo de manifestaciones. Un tributo al exceso, a lo deforme, a lo diferente, pero también a la imaginación, a la libertad no sólo creativa, sino también mental. Todo cabe en ese universo trágico-cómico del gore, incluido el humor», advierte la directora de Two Art Gallery, Eva Hernández.

Una de las esculturas más llamativas de la muestra. ISRAEL SANCHEZ

Artistas procedentes de Estados Unidos, Francia, Italia, Reino Unido, China, Taiwán, Alemania, Lituania y Rusia, México, así como de diferentes puntos de España -con varios nombres murcianos entre los que se encuentran la pintora Reme Amorós y el reconocido fotógrafo Tomy Ceballos-, ofrecen buena muestra de la amplia gala de lenguajes y visiones a las que puede esta sujeta esta tendencia. «Un tributo al exceso en todas sus vertientes» que tiene como pieza culmen la instalación con el entierro del expresidente norteamericano Barack Obama, El último demócrata. «Con él murió la ilusión de millones de personas que vieron cómo poco a poco se apagaban todas sus esperanzas. Y es que no hay nada más gore en la actualidad que la política: las decisiones de estos líderes siempre consiguen sorprendernos...», lamenta Hernández, que añade: «Y, como prueba, un retrato de Donald Trump junto a la escultura de un kamikaze, mirando hacia otro lado, ausente, ajeno a lo que pasa a su alrededor». Eso es Gore World.

La provocación es innegociable en esta muestra. ISRAEL SANCHEZ

Desde Two insisten en que, además de por lo difícil que es reunir a semejante nómina de artistas, «en pocas ocasiones podremos ver algo parecido tanto en salas públicas como en galerías privadas, sobre todo porque estas imágenes suelen resultar políticamente incorrectas». Pues en esta exposición encontramos personas deformes o sin cabeza, como las de las míticas fotografías de Joel-Peter Witkin; al papa Benedicto XVI en tanga, «obra que obviamente fue censurada en Roma»; los gemelos siameses de Thomas Kuebler, o la increíble escultura hiperrealista de una chica politatuada del valenciano Juan Piza, que dialogan con las niñas transgénicas de los hermanos Chapman y, cómo no, con la icónica Mierda de artista enlatada del polémico Piero Manzoni. Pero también escenas de gran violencia, obras surrealistas -como un hombre ataviado con traje de chaqueta cuya lengua aparece literalmente clavada a la pared, obra del artista conceptual Werner Reiterer- y un extenso repertorio de extravagancias servidas con un ‘apetitoso’ postre final ofrecido por la escultora china Qimmy Shimmy: pastelitos de tiernos corazones y tartaletas de cerebros.

LOS ARTISTAS

  • Javier Aguilera 
  • Reme Amorós  
  • Alessandro Boezio 
  • Francisco Carrillo
  • Antony Crossfield
  • Jake Chapman
  • Dinos Chapman 
  • Tomy Ceballos 
  • Leo F. Demetz 
  • Luca del Baldo 
  • Carlo di Meo 
  • Andrzej Dragan 
  • Carlos Fernández 
  • Silvia Flechoso 
  • Santiago Gijón 
  • Mitsy Groenendijk 
  • Harma Heikens 
  • Chao Cheng Huang 
  • John Isaacs 
  • Thomas Kuebler
  • Alfredo López 
  • Piero Manzoni 
  • Fausto Martín 
  • Enrique Marty 
  • Guillermo Masedo 
  • Patricia Mateo 
  • Lorenzo Mena 
  • Zhang Peng 
  • Jorge Pérez Parada 
  • Dante Perrito 
  • Nojus Petrauskas
  • Joan Priego 
  • Iván Prieto 
  • Juan Piza 
  • Simone Racheli 
  • Werner Reiterer
  • José Romero  
  • Jorge Rueda 
  • Viktor Safonkin 
  • Paolo Schmidlin
  • Joseph Seigenthaler 
  • Qimmy Shimmy 
  • Gerald van Scyoc
  • Lia Viciute 
  • Joel Peter Witkin
  • Peter Zelei