Silvia Rábade (A Coruña, 1986) forma junto con Carlos Tajes el dueto de folk-rock Escuchando Elefantes, conocido por compaginar sus giras –muchas de ellas, de carácter internacional– con actuaciones espontáneas en la calle. Y aunque reconocen que el «bichillo» no les ha permitido hacer ni una cosa ni la otra, la pandemia les sirvió para grabar su cuarto álbum, de título jocoso: ¿Por qué siempre cantáis en inglés? (2021). Porque desde la publicación de su primer disco en 2012, Show & Tell, la vertiente anglosajona del proyecto ha sido patente no solo en la música, sino también en sus letras. Sin embargo, ahora –tras dos discos más, Happy lonely people (2014) y Hope (2017–, los gallegos retoman el castellano en un LP que esta noche presentan en la Sala Musik de Murcia. Hablamos con Rábade, que además de cantar, es responsable de la batería, los teclados y los sintes de Escuchando Elefantes.

 

Este es su primer disco en su lengua materna, pero sus primeras canciones ya eran en castellano...

Sí. Cuando empezamos a tocar en 2006 teníamos todo el repertorio en castellano, pero hasta 2011 no grabamos ningún disco, y fue en esa época en la que pasamos de castellano puro, a la mezcla de idiomas y luego a inglés, definitivamente. Ahora nos está pasando a la inversa: estamos volviendo a una cosa intermedia entre ambas lenguas. Al principio nos parecía raro mezclar, pero ahora nos sale muy natural. Puedes no entender lo que dice una persona cuanto canta, pero sí la energía de la canción.

¿Se pasaron al inglés por la influencia de lo que escuchaban?

Siempre fuimos muy de música de los sesenta o setenta. Yo desde pequeña escuchaba a Simon y Garfunkel, y a Carlos también le gustaban mucho. Pero mis raíces musicales están en Silvio Rodríguez, Aute... Al final, cuando te gusta la música, escuchas de todo. Creo que la influencia fue más porque en ese momento estaba estudiando Filología Inglesa, y mi doctorado y tesis fue en estudios irlandeses. Y escuchando música irlandesa y por algún viaje, nos arraigamos a la tradición del folclore irlandés contemporáneo.

¿Y tiene influencias literarias?

Leo mucho, pero no noto que haya metido mucho esa influencia en nuestros discos. Me dejo más influir por el tema visual. Me gusta mucho el arte pictórico y cuando escribo una canción o la canto, el 90% de las veces me estoy imaginando cosas. Hay una canción en la que no digo nada de un hospital, pero me imagino una persona en un hospital mirando hacia afuera. Cuando escribes una canción a veces te haces una película o un cuadro en la cabeza.

"Nuestros problemas que tenemos muchas veces vienen de la falta de balance; en el amor es lo único en lo que no hace falta"

¿Esa escena tiene que ver con sus problemas de salud en 2017?

Esa en concreto no, es de antes; se ve que somos un poco premonitorios [Ríe]. Este último disco sí tiene algo de esos momentos, aunque no tanto del hospital en sí como de la superación:de cómo a veces te hundes pensando en lo malo, pero luego eso te sirve para mucho. Hacemos muchas referencias a los extremos y cómo deberíamos llegar idealmente al medio para sentirnos bien.

¿En el tema personal, o también en el social y político?

¡En todo, en todo! En la vida, las relaciones, el trabajo... Los problemas que tenemos muchas veces vienen de la falta de balance. Mucha diversión también es mala, mucho amor..., bueno, en el amor es lo único en lo que no hace falta balance [Ríe].

¿Han podido tocar en la calle, con el coronavirus?

No se nos ocurre con el bichillo... Pero tampoco hemos tenido mucho tiempo. En 2020 estuvimos grabando y, este año, tocando lo que hemos podido. En ese sentido, hemos tenido suerte, estamos agradecidos.

Por cierto, ¿cómo se coordinan para hacer las cosas?

Si uno de los dos no está a gusto con algo, no se hace. La base de Escuchando Elefantes es que todos tenemos que estar a gusto.

Escuchando Elefantes

Fecha: Hoy, 22.00 horas.

Lugar: Sala Musik, Murcia.

Precio: 13 euros.