Son muchas las personalidades que son condenadas al olvido a lo largo de la historia sin importar lo que hicieron o sus hazañas. Entre esos casos se encontraba el Capitán Francisco Bens, quien logró gobernar el desierto del Sahara mediante la unión de las tribus locales y al que ahora el murciano José Egea rescata a través de las páginas de su nueva ficción histórica, El Capitán Bens.

¿De dónde nace la novela?

Al principio no tenía ninguna intención de escribir, pero cuando investigaba para un trabajo sobre el pueblo saharaui y su política, me crucé con varios personajes que habían estado ahí y de los que no hay casi información, entre ellos Francisco Bens. Él era muy interesante porque encajaba en la figura del héroe de Joseph Campbell; alguien que no tiene una misión, se le presenta una tarea a la que renuncia y que poco a poco enfrenta para resolverla y superarse. Además, a pesar de ser un militar, dejó a un lado la violencia, creando una red de información y apoyándose en las mujeres, para lograr su objetivo de unificar territorio y las tribus bajo bandera española.

¿Se ha ceñido a los hechos?

El libro está ceñido a la historia en un 70%. De hecho, empecé a escribir como un documental fiel al hecho histórico, sin añadir ni adjetivar nada. Pero en el proceso vi que estaba desaprovechando mi experiencia en la ficción y que con eso podría poner más cosas en valor. La cronología y sucesos son los que se relatan, solo que hay nombres que cambian y un par de personajes inventados. Es un trabajo de adaptación donde se ha mantenido mucho el rigor.

¿Cuáles fueron los medios para informarse?

He estado en la Biblioteca Nacional, en muchos archivos generales militares, el Museo del Ejército, entre otros lugares. Además, realicé un trabajo de investigación importante sobre temas psicológicos y el estrés postraumático para entender al personaje de Bens y por qué actuó como lo hizo.

¿Hoy en día, a Bens lo puede ver reflejado en alguien?

En muchos. A él se lo carga un sistema negligente y corrupto porque, como sí hacía las cosas bien, los dejaba en evidencia. Parte de mi motivación venía de la rabia de que el destino de Bens fuese el desconocimiento y se perdieran sus ideas y valores. Fue un militar, un servidor público, un funcionario. Y, como él, he visto muchos otros, desde políticos hasta trabajadores que te cruzas diariamente. Quería poner en valor a quien tiene honra y trabaja con honestidad.

¿Qué se puede esperar al leer El Capitán Bens?

No quiero que se espere nada. Cuando lees un libro hay tantas historias como gente que lo ha leído, porque su experiencia de vida es diferente. Unos lo verán como una historia de empoderamiento de la mujer, los militares que lo van a ver con una puesta en valor de su trabajo, los médicos verán cómo se ayudó a gente que tenía problemas. Cada uno verá una historia distinta, de las que sacarán conclusiones propias. Eso quiero.

¿Tiene otros proyectos entre manos?

Ahora mismo tengo el problema de deshacerme de Bens, de dejarlo atrás, porque ha sido mi primer gran trabajo en torno a la ficción. Ahora estamos trabajando en su parte audiovisual, en eso ha sido importante la ayuda que nos ha ofrecido la Consejería de Cultura de Murcia. Probablemente será una serie, aunque en principio se pensó en una película, porque esta permitirá desarrollar más la riqueza del personaje y su evolución. Veremos qué nos depara el futuro.