Os recomiendo que probéis esta deliciosa «Tarta de queso fresco de cabra». Es un espectáculo de sabor y textura si sois fans de este ingrediente. Es un pastel absolutamente fácil de hacer y el resultado no puede gustarme más. Lo servimos acompañado de un coulis de fresas con textura gruesecita, porque me gusta encontrar trocitos de fruta sobre mi pastel. Está delicioso acompañado de un hilito de miel, os lo recomiendo con insistencia.

Ingredientes

 600 g. queso fresco de cabra, 265 g. azúcar, 4 huevos L, ralladura y zumo 1 limón, chorrito esencia limón y 2 yogures griegos azucarados. Coulis de fresas: 250 g. de fresas, 2- 3 cucharadas de azúcar, 1 chorrito de zumo de limón y 40 ml. de agua.

Elaboración

1. Tritura el queso fresco junto con los huevos, los yogures, el azúcar, la ralladura de limón, el zumo y la esencia de limón con una batidora eléctrica hasta obtener una crema lisa y homogénea, sin grumitos.

2. Vierte la crema obtenida en un molde redondo desmontable, forrado con papel vegetal.

3. Mete al horno precalentado a 180 grados y hornea a esta temperatura durante 1 hora. 

4. Apaga el horno y deja que el pastel se temple dentro de su molde. Luego desmolda y reserva en el frigorífico durante 1 hora al menos, antes de servir.

5. Coulís de fresas: Pon todos los ingredientes del coulís de fresas en un cazo y cocina a fuego medio hasta obtener un puré gruesecito. Luego lo cuelas o pasas por un chino y, si como a mí, te gusta la textura más gruesa sobre tu pastel, déjalo tal cual, para que se noten los pequeños trozos y semillas de la fruta. 

Prueba este pastel también con un chorrito de miel, 

está espectacular.