El patio del Colegio San Antonio, en Molina de Segura, acoge esta tarde a la compañía Trocos Lucos. La formación madrileña llega hoy a la ciudad para presentar su espectáculo circense Tartana, un espectáculo de carácter desenfadado y un alto nivel técnico con el que los espectadores podrán disfrutar de complejos números de equilibrismo como la báscula coreana.

La dramaturgia se desarrolla a partir de una investigación acrobática sobre el uso de una furgoneta como elemento escénico y como soporte desde y hacia el que saltar con la báscula. Los tres artistas en escena crean y deshacen conflictos cómicos a raíz de sus peculiares personalidades, acercándose al público desde situaciones tan absurdas como cotidianas y mostrando su lado más humano.

La tensión entre el riesgo de la altura acrobática y la inocencia de los juegos mantienen el ritmo y el argumento de este espectáculo, un viaje en el que puedes encontrarte desde un buzo aleteando por el aire hasta una pelea donde la mejor arma es atarse bien los cordones de las botas.

«Tartana es una propuesta con material innovador a nivel escénico y técnico, en el que podrás disfrutar de la precisión y la seguridad de una impresionante técnica de circo, un espectáculo con el que sentirte vivo, movido por la sensación de no saber si contener el aliento o contener la risa», explica la compañía.

Primera de las representaciones del nuevo Premio Joven de Teatro

La visita de Trocos Lucos a la Región no se limitará a la simple puesta en escena de su obra Tartana en el Teatro Villa de Molina. La función servirá para redondear el acto de presentación del Premio Joven de Teatro, promovido por la Concejalía de Cultura a través de la 52 edición del Festival de Teatro de Molina y el proyecto Ornitorrinco de educación y mediación por medio de las artes escénicas.

La idea de este galardón es, según explican desde el Consistorio molinense, es fomentar y promocionar la cultura teatral dirigida a los jóvenes y adolescentes del municipio –en concreto, con edades entre los 14 y los 22 años–, con especial incidencia en el alumnado de los centros de Secundaria y Bachiller de la localidad.

El proyecto contempla al joven espectador «en el centro del hecho teatral, no como un mero receptor pasivo sino como protagonista». Así, los alumnos inscritos (un total de 123) participarán como jurado de un premio que reconocerá a la mejor de las obras presentadas dentro de un festival que comienza esta tarde con Tartana y que continuará en septiembre con La chica que soñaba, de The Cross Border Project; Broken play. Stop bullying, de Induoteatro; Otelo #EnLaRed, de El Aedo; Vierdingo, de Esteban Garrido, y Silencio, de M.A.R.