Los cautivadores ojos verdes de Lone Fleming llegaron a España desde Dinamarca cuando su apellido aún era Faerch y apenas tenía 17 años. Tras un desengaño amoroso y duros comienzos profesionales, comenzó a trabajar en fotonovelas, desde donde llegó al cine. Al principio lo hizo con pequeños papeles a comienzos de los años setenta (Pierna creciente, falda menguante; Vente a Alemania, Pepe; Blanca por fuera y rosa por dentro, y Lo verde empieza en los Pirineos, entre otras), pero su carrera dio un giro cuando interpretó a Betty Turner a las órdenes de Amando de Ossorio en la primer aentrega de la trilogía de culto iniciada con La noche del terror ciego, de 1972. A partir de ahí su presencia ha llenado la pantalla en decenas de títulos pertenecientes al género fantástico –como Viaje al centro de la Tierra, dirigida por Juan Piquer Simón en 1977– y de terror, cimentando una carrera por la que hoy recibe, en la inauguración de la décima edición del Sombra, Festival de Cine Fantástico Europeo de Murcia, el Premio Leyenda que otorga anualmente el certamen. Será a partir de las 21.30 horas en la Filmoteca Regional de Murcia.

 

Habiendo participado en tantos títulos de terror, no deja de ser curioso que le cueste ver películas de este género, hasta el punto de haber tardado años en atreverse a ver Alien... 

Depende de la película: si es muy buena, ya no me da miedo; admiro las buenas películas de terror. Las americanas dan mucho miedo, y al mismo tiempo no puedes dejar de verlas. Pero bueno, después de tanto trabajo en el género, dejan de darme miedo. Aunque disfruto más haciéndolas: es mucho más divertido trabajar en ellas que verlas.

Las primeras veces en que los espectadores pudieron asomarse a sus intensos ojos verdes fue con su aparición, a comienzos de los setenta, en papeles de reparto en películas como Pierna creciente, falda menguante, Vente a Alemania, Pepe o Lo verde empieza en los Pirineos.

Siempre he sido una actriz con papeles secundarios, y esto es algo de lo que me alegro porque te permite trabajar toda la vida, aceptándote con tu edad y tus arrugas.

También se ha sentado detrás de la cámara para dirigir, en este caso, un cortometraje, La virgen descalza, contando la búsqueda de un hombre en pos de la reencarnación de una mujer a la que amó en otra vida. ¿Cómo fue la experiencia de dirigir? 

Me ha encantado. Soy una novata y todavía tengo mucho que aprender..., aunque he ganado premios del público en festivales donde se ha proyectado mi cortometraje. Pero es un trabajo agotador: estar de madrugada controlando hasta el mínimo detalle, encargarte tanto de la dirección como de la producción, la búsqueda de localizaciones… El storyboard lo hice yo misma y me llevó cuatro meses. Aquí hay mil cosas de las que estar pendiente; actuar es más tranquilo.

Y además con un recurso tan innovador para obtener la financiación como el crowdfunding, con el que se logró obtener una gran parte del presupuesto necesario. Pero es que tecnología y redes sociales no le son ajenas, como se constata por el gran éxito de su página de Facebook, que abrió en 2014 y ha servido para que la reclamen en rodajes de películas y cortometrajes. ¿Cómo es su relación virtual con quienes la siguen y la admiran?

Tengo fans en todo el mundo, pero para mí son amigos y los cuido muchísimo. Ellos son para mí un regalo en la vida, y ojalá me sigan por ahí por muchos años; yo estaré siempre para ellos. Nos escribimos, hablamos por teléfono..., son mis amigos. 

Declaró en una entrevista que «el terror y el fantástico son lo único que perdura; no hay festivales de drama o de comedia, lo único que sobrevive es el terror y yo creo que es porque la gente necesita ver películas de miedo para que se le suba la adrenalina». Después de que hayamos pasado (y todavía estemos saliendo) de una pandemia mundial que se ha llevado tantas vidas, ¿seguimos necesitando pasar miedo en la sala? ¿Es tal vez porque sabemos que es un miedo controlado y todo acaba cuando salen los títulos de crédito?

Necesitamos saber que se acaba, sí. Nadie había imaginado lo que iba a suceder, y es mucho más gordo de lo que podíamos pensar en un principio. Aunque ya hay mucha gente vacunada, pasarán años hasta que sepamos realmente las repercusiones que va a tener el antídoto, sus reacciones, si servirá para parar también nuevas cepas, cómo evolucionará el virus, cómo evolucionaremos nosotros, si tendremos que vacunarnos todos los años… Esto es mucho más terrorífico que una película de terror. La realidad supera la ficción una vez más.

¿Se siente reivindicada como parte de unas películas que en su momento para muchos eran mero cine de evasión y hoy, en casos como la tetralogía de los Templarios Ciegos ,de Amando de Ossorio, en la que participó, se consideran auténticas películas de culto?

Nunca pensé al hacer La noche del terror ciego que iba a tener fans y que me iban a querer, porque me dan muchísimo cariño. Es lo mejor que me puede haber pasado. Y recibir el premio Sombra de Leyenda me ha hecho pensar en la palabra ‘leyenda’… ¿Yo soy una leyenda? No me lo puedo creer. Pero leyenda suele referirse al pasado, y qué bonito es seguir viva mientras te consideran leyenda...