'Las canciones', pararse a escuchar antes que opinar
Pablo Messiez regresa a la Región con su particular adaptación de 'Las tres hermanas' de Chéjov
En una sociedad en la que los ciudadanos deben «opinar de todo», la propuesta teatral con la que Pablo Messiez regresa a la Región -en concreto al Teatro Circo de Murcia- es una declaración de intenciones: en Las canciones, punto de encuentro de las obras de Anton Chéjov y la música, los asistentes están invitados a escuchar.
La obra, que tomará las tablas del TCM a partir de las nueve de esta noche, está protagonizada por tres hermanos que, tras la muerte de su padre -un famoso músico-, se dedican a escuchar canciones en la casa familiar. Sin embargo, este acto inofensivo se ve truncado con la irrupción de dos músicos catalanes seguidores del fallecido, lo que transforma a todos los presentes; un proceso en el que la música resulta fundamental, ya que, según Messiez, en las canciones se da «un doble estímulo: está la música, pero también están las palabras».
Las canciones, asegura el director argentino, es un montaje marcado por la obra de uno de sus dramaturgos fetiche, el ruso Chéjov, a quien Messiez considera «un contemporáneo», con textos «muy conscientes de su tiempo», pero también muy vigentes. Por ello, cuando el Teatro Kamikaze le propuso inaugurar la temporada «cómo y con quién quisiera», Messiez pensó en adaptar la obra Las tres hermanas. No obstante, en el proceso la música ganó peso en detrimento de los personajes, y aunque Messiez volvió a sus textos para estructurar y construir a los protagonistas de Las canciones, «el trabajo fue pidiendo la vuelta de Antonio (Chéjov)», asegura el director.
Las canciones quiere invitar a los espectadores «a escuchar no a quienes comparten sus creencias», sino a quienes no opinan como ellos, en un momento marcado por el ruido en el ámbito político y las redes sociales en el social y personal. «En las funciones previas hemos sentido que todos salimos cambiados por la música -asegura Messiez-. Damos tiempo a los espectadores para que se paren 120 minutos a escuchar, lo que no es muy habitual». Y lo hacen porque «sucede algo en los cuerpos cuando uno dedica toda su atención a la música», dice el realizador argentino, que para esta obra se ha equipado con una escenografía muy sencilla, una banda sonora que serpentea entre Jacques Brel y Liza Minelli y un elenco que es «como una gran familia», según los intérpretes. En concreto, con los actores Javier Ballesteros, Carlota Gaviño, Rebeca Hernando, José Juan Rodríguez, Íñigo Rodríguez-Claro, Joan Solé -que también se ha encargado del diseño de sonido- y Mikele Urroz, que ya habían trabajado con Messiez.