Silvia Marsó se mete en El zoo de cristal en la piel de Amanda, una mujer que en la época de la depresión de EE UU se obsesiona para que sus hijos saquen a su familia de la pobreza. Carlos García, Alejandro Aresetegui y Pilar Gil acompañan a la actriz en esta obra, que se representa hoy en Cieza y mañana en Jumilla.

­­¿Cómo se siente interpretando a Amanda en El zoo de cristal?

Es un reto, puesto que se trata de una mujer mayor que yo. Es un personaje muy complicado, con muchos matices, muchos registros distintos y contradictorios y que transita por la nostalgia enfermiza y por la neurosis obsesiva.

¿Qué relación mantiene Amanda con sus hijos?

Una relación obsesiva. Ella no se da cuenta de los verdaderos deseos de sus hijos. Quiere que hagan lo que ella cree que es mejor para ellos. Es el típico conflicto generacional, que por mucho que pasen los años, seguirá existiendo.

Todo lo que hace, ¿es por su obsesión?

Sí, y porque están viviendo un periodo de crisis, como el que tenemos actualmente, pero ambientado en plenos años 30, en la depresión estadounidense. Y todo es más dificil en esas circunstancias.

¿Tiene algo en común con su personaje?

El amor hacia los hijos y el vivir volcada hacia ellos.

¿Cómo se lleva usted con sus compañeros de reparto?

Maravillosamente. Alex, Carlos y Pilar son unos grandes actores y unas personas estupendas y para mí es un honor y un placer compartir escenario con ellos.

¿Qué tiene de peculiar esta obra?

Esta versión de Eduardo Galán ha potenciado el humor y eso le da fluidez al espectáculo, que mantiene al público absolutamente conectado desde el principio hasta el final. Nosotros como actores también nos damos cuenta de eso.

¿Cómo llegó a interpretar este papel?

Me lo ofrecieron, yo nunca hubiera elegido ese papel para interpretarlo ahora, hubiera esperado algunos años, pero surgió la oportunidad, me llamaron y, después de decir que no, me convencieron y acepté.

¿Qué le atrajo del papel para convencerla?

El hacer un papel de otra edad, la grandeza de Tennessee Williams... era la primera vez que iba a interpretar un personaje de este autor, Paco Vidal me ha gustado siempre como actor y director y nunca había trabajado a sus órdenes y también es la tercera vez que Eduardo Galán, de Secuencia 3, me lo pedía y nunca había podido por otros compromisos y en esta ocasión lo hemos podido organizar para trabajar juntos.

¿Qué significa para usted esta obra?

Un reto por las circunstancias del personaje, además está resultando una experiencia maravillosa y siempre la recordaré con gran cariño, porque ha sido la última vez que he trabajado con Andrea D´Odorico, nuestro escenógrafo que, al poco de estrenar, falleció en Sevilla y siempre estaremos llevando su recuerdo por toda la gira.

¿Tiene más proyectos?

Se va a estrenar la película Solo química, del director murciano Alfonso Albacete, en la que he intervenido. Hago una colaboración especial pequeña pero muy divertida, ya que hago de mala.

¿Le gusta venir por la Región?

Me gusta ir porque mi abuelo era de Águilas y tengo muchos amigos, sobre todo ancianos. Me siento muy conectada con esa tierra por mi sangre.