Según explicó Salgado, las mujeres que han denunciado violencia de género habían acudido de media dos veces al médico en los últimos seis meses y en ninguna de las ocasiones se había detectado la existencia de maltrato.

El Protocolo, elaborado conjuntamente por el Ministerio, las Comunidades Autónomas, la Delegación Especial del Gobierno para Violencia de Género y el Instituto de la Mujer, pretende proporcionar a los médicos pautas de intervención homogéneas en el seguimiento y detección temprana de la violencia de género, señaló Salgado.

Para ello establece, en caso de sospecha, preguntas de abordaje en la primera visita como "cómo van las cosas por casa".

La ministra recordó que entre un 20 y un 25 por cien de las mujeres europeas han experimentado violencia física al menos una vez en sus vidas y una de cada diez han padecido violencia sexual.

Si se computan todas las formas de violencia, el porcentaje se eleva al 45 por cien.

En el aspecto económico, Salgado señaló que un estudio llevado a cabo en Reino Unido estima en 34.000 millones de euros anuales el coste total de la violencia de género.

Entre las dificultades para detectar el maltrato en las consultas de atención primaria Salgado destacó las que provienen de la propia mujer que no reconoce que sufre violencia, las que proceden del médico por desconocimiento de la situación o de los recursos con los que cuenta el sistema para abordar la situación.

También citó la sobrecarga de trabajo de los facultativos, la falta de privacidad, el idioma o que muchas mujeres acuden a las consultas acompañadas por su pareja.

Por ello, el protocolo, que cuenta con el aval de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria, establece que cuando el facultativo tenga sospechas de la existencia de maltrato debe concertar una entrevista privada con la afectada en condiciones de confidencialidad.

En este sentido, la ministra señaló que las experiencias con protocolos similares llevadas a cabo en Canarias y Cantabria en el último año han demostrado que un número importante de mujeres reconocen la situación de maltrato cuando cuentan con una entrevista adecuada.

"No garantiza que la mujer diga que está sufriendo, pero estamos en el camino", agregó.

El documento, que ha sido elaborado por un grupo de trabajo de la Comisión contra la Violencia de Género del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, establece también las pautas de actuación en urgencias y contempla un capítulo especial a las agresiones sexuales.

En este sentido, se establece que el personal sanitario debe tomar muestras del aparato genital que deben ser registradas en la historia clínica y pueden servir como prueba en el proceso judicial.

El Protocolo, comienza a ser efectivo desde su publicación, y en la actualidad la Comisión contra la Violencia de Género del Consejo Interterritorial trabaja en la elaboración de indicadores para evaluar la aplicación de la iniciativa.