Sara Socas se perfila de cara a la Red Bull Batalla de los Gallos más atípica de su historia sin perder el sentido de la "responsabilidad" por "abrir una brecha y derribar el techo de cristal" si se convierte en la primera mujer en llegar a la Final Nacional de España, que se celebra este viernes.

Tras la decisión de Red Bull de posponer la fecha original tanto de La última oportunidad como de la Final Nacional, previstas para el 16 y 17 de octubre, al viernes 23 a causa de la crisis sanitaria, Sara Socas tratará de hacer historia del 'freestyle' en España en la edición más extraña de los últimos años.

A sus 23 años, Sara Socas ha pasado de irrumpir como una novedad en las batallas de 'freestyle' a consolidarse como un fenómeno, y de sentirse sobrepasada por la "carga que supone representar a las mujeres en el movimiento" a llevar esa "responsabilidad" con pasión por "agrandar esa brecha", explicó la canaria.

A la cabeza de esa nueva generación de improvisadoras que han aterrizado en el panorama, como la argentina Roma o la colombiana Marithea, Socas puede convertirse en la primera mujer de la historia de España en clasificarse para la Final Nacional de Red Bull, una responsabilidad que "durante mucho tiempo ha sido una carga".

A pesar de sus intentonas en 2018 y 2019, este año encara la competición más madura. "En vez de tomarme mi situación como una motivación para aprovechar la oportunidad, terminaba siendo una desmotivación. Sentía que no me lo merecía o solo estaba aquí por el hecho de ser mujer y perdía las ganas", explicó.

Desde hace algún tiempo hasta hoy, Sara ha cambiado esa mentalidad: "Ahora soy consciente de mi responsabilidad, pero también de la posibilidad que supone estar aquí y poder hacer lo que me apasiona. Una Sara relajada y confiada que se siente bien de representar lo que representa y ayudar a derribar ese techo de cristal".

A raíz de la decisión de God Level de incluir a una participante femenina por cada equipo en su competición, Socas opina que "las mujeres de todos los países se merecen tener sus referentes sobre los escenarios": "Yo pensaba que no funcionaría, pero luego recibes una cantidad inmensa de mensajes, incluso de padres... Y ahí te das cuenta de la importancia que tienen la representación y la visibilidad".

"Muchos raperos son iguales entre sí y se copian unos a otros, por ejemplo, en cuanto a estética. En ese sentido, las chicas tienen algo diferente que aportar. Para que vaya otro que va a ser igual... vamos nosotras", añadió.

Sara confiesa haber pasado "momentos de dudas", de "estrés y presión", pero tiene "muchas ganas de salir a rapear, aunque tenga que ser sin público": "Es un pilar fundamental en la acción-reacción y la narrativa de la batalla, con influencia incluso en el jurado y en la motivación de los competidores".

Pero la canaria se toma esta obligada circunstancia por el lado positivo, como "una oportunidad de ver quién rapea desde la primera 'barra' hasta la cuarta": "Sin público, por muy bueno que sea el 'punchline' no habrá ruido para camuflar el relleno".

En cuanto a sus expectativas, admite que "lo más bonito sería quedar primera". "Todo el mundo quiere ganar, pero siendo realista y teniendo en cuenta el retorno de Skone, la presencia de Gazir o Blon, creo que un tercer puesto sería mágico y me aseguraría estar presente el próximo año", declaró.

En cualquier caso, se conforma con "pasar la primera ronda", porque "la gente se queda con el que ha desempeñado un buen papel". "Nadie duda de que Blon está entre los cinco mejores de España y lleva años yendo a nacionales con resultados dispares", afirmó.

Además, Sara aprovechó para lanzar un mensaje a los medios de comunicación sobre la obsoleta concepción que a día de hoy tienen sobre el 'freestyle': "Es una cultura de lo más interesante. No se va al insulto básico ni vejatorio, sino que se demuestra intelecto y unas capacidades interpretativas muy altas".

"Me parece bien que los medios tengan en cuenta el mundo de la improvisación a la hora de informar y miren más allá de las polémicas y la viralidad de la cara oscura", alegó. "Que las madres no se asusten porque sus hijos hagan 'freestyle'. Si tienen los referentes adecuados todo irá bien", concluye.