A finales de enero de 1983 se presenta a la prensa el cartel de la Semana Santa de Murcia. Lo ha realizado, fruto de un encargo directo, el pintor Ramón Gaya, tal como se propuso en la última sesión de la Permanente Municipal celebrada en diciembre del 82. El encargo responde a dos premisas: celebrar el Segundo Centenario del nacimiento de Salzillo y que Ramón Gaya haya sido el pintor que más ha trabajado sobre la obra del escultor. Solamente se convocó concurso de carteles de Fiestas de Primavera, Jazz en la Calle y IV Festival Internacional de Teatro de Calle, dotando, cada modalidad, con 50.000 pesetas. Julio García Abril resulta ganador en la modalidad de Jazz en la Calle; Marcos Salvador Romera obtiene el triunfo en la modalidad de Teatro de Calle. El público siguió desde la calle las deliberaciones del jurado. Declarado desierto el concurso de carteles de Fiestas de Primavera se encargó a Gaya dicho cartel.

Al margen del concurso municipal, el pintor Antonio Ballester (París 1952) editó en los talleres Junza una atrevida y provocadora visión de los festejos abrileños: Fiestas de Primavera en Murcia, Año 1983, Edición Pirata. Una serigrafía en cinco tintas de 81x53 centímetros. King Kong, el poderoso gorila de la Isla Calavera, escala la torre de la Catedral llevando retenida a una huertana, a su alrededor seis biplanos disparan ráfagas de metralla en el cielo nocturno que cubre la ciudad iluminada. Un brillante homenaje al cine de aventuras de 1933, reforzado por la utilización de la primera versión del tipo Dot Soon NF, la fuente tipográfica creada por Nick Curtis que hace del póster un anuncio de Broadway. Un cartel difícil de olvidar a pesar de su limitada tirada; una ¿inocente? broma del versátil y sorprendente Antonio Ballester, quizá una sugerente provocación.

Una pieza gráfica que muestra su inagotable capacidad de fabular con inteligencia; la recuperación permanente de un estado próximo a la infancia feliz, a la creación sin cortapisas, que diluye fronteras entre cuadro o cartel, entre procedimientos artísticos. Y una curiosidad, veintitrés años después, en 2006, para anunciar la apertura de la Fnac el 19 de octubre, junto a los Beatles cruzando la plaza de Belluga y Harry Potter sobrevolando el cielo murciano, de nuevo veremos al gorila escalando la torre de la Catedral. Son los años ochenta, unos años de vértigo que hacen de Antonio Ballester perfecto exponente del valor del arte y el diseño murciano, unos años, reflejados en esta pieza, que deja aflorar, sobre todo, su faceta de diseñador, el carácter polifacético, inagotable, del artista y de su obra.