Las grandes empresas de la Región le comen el terreno a las pequeñas

Las empresas más grandes de la Región le están comiendo el terreno a las pequeñas, que tienen mayores dificultades para mantenerse a flote. Las compañías con más de 500 trabajadores han alcanzado el mayor crecimiento en 2023, según los datos recogidos en el informe sobre el mercado de trabajo regional elaborado por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), y también son las que crean más empleo. El balance publicado por el Ministerio de Trabajo refleja un descenso de la afiliación empresarial en el comercio y en las actividades inmobiliarias, mientras que despunta especialmente en la hostelería.

Al acabar 2023 había en la Región 41.644 empresas de alta, una cifra que apenas había aumentado un 0,38%, a pesar del intenso movimiento de los negocios que han levantado la persiana el pasado año, lo que implica la existencia de una gran rotación en las aperturas y en los cierres, teniendo en cuenta que se crean siete empresas al día, según indica un informe elaborado por la Cátedra de Competitividad.

Siete de cada diez establecimientos no superan los cinco trabajadores de plantilla, mientras el 23% tiene entre 6 y 25. Ambos grupos representan casi el 95% del total y aportan el 38% del empleo.La afiliación a la Seguridad Social creció el pasado año entre las compañías de todos los tamaños, menos en las que tienen entre uno y cinco trabajadores, a pesar de que representan el 70% de los empleadores.

Cómo guiar a una gran empresa hacia un futuro sostenible

Son 29.457 empresas de alta, que apenas se mantienen, ya que muestran un descenso del 0,52%. Pese a tratarse de una caída leve, contrasta con la evolución que ha seguido el resto de compañías, dado que la capacidad de crecimiento ha resultado inversamente proporcional a su tamaño.

Esta evolución se debe en gran parte al cierre de los comercios, que aparecen encuadrados junto con los establecimientos de venta al por mayor y los dedicados a la reparación de vehículos, con un descenso en la afiliación del 1,10%.

Estas actividades comerciales suman casi 11.000 empresas, que emplean a unas 112.000 trabajadores. En los pequeños negocios, que son los únicos que registran un leve descenso, el empleo prácticamente se ha estancado (0,37%). Por el contrario, la hostelería, que tiene 5.148 establecimientos de alta, ha conseguido un crecimiento del 3,13%.

También ha bajado un 1,73% el número de empresas dedicadas a las actividades inmobiliarias, mientras que se mantienen con una leve caída los negocios de actividades administrativas. Las empresas que tienen entre 6 y 25 empleados, que representan el 23,69% del total, han aumentado un 2%. En las compañías de entre 26 y 50 trabajadores, que ya son consideradas medianas, se ha producido un repunte del 5,37%. El mayor crecimiento se ha alcanzado en las que tienen más de 500 trabajadores, que crecen un 5,66%.

Inevitablemente, estas franjas se van estrechando a medida que aumenta el tamaño, hasta el punto de que solo aparecen 600 compañías que tienen entre 51 y 100 trabajadores .El estrechamiento llega hasta el extremo de que en la Región solo aparecen 56 empresas con más de 500 trabajadores.Sin embargo, estas grandes firmas, además de concentrar el mayor volumen de empleo, con casi 99.000 trabajadores, han logrado un incremento del 7,34%, que es también el más elevado.

De igual forma, han sido especialmente activas las que tienen una plantilla de entre 51 y 100 empleados, que han alcanzado un crecimiento del 6,18%.El informe destaca la elevada presencia del empresariado agrario, cuyo peso triplica el del sector primario en la economía nacional. También el empleo que genera el campo triplica la media estatal. Así, mientras que el campo aporta el 13,92 % de las empresas en la Región, en España solo suponen 5,06 % .

En el resto de sectores no hay apenas diferencia, excepto en los servicios, que en la Región aportan el 65,76 de las empresas, mientras que en España llegan al 76,60%. Pese al elevado peso del sector agrario, fue la única actividad en la que disminuyó la afiliación de trabajadores. Todos los sectores sumaron personal, menos el agrario, mientras que la cifra de empresas descendió en el campo y también en la industria.

La emigración de las mujeres supera la entrada de trabajadoras

La emigración de trabajadores de la Región a otras comunidades sigue arrojando un saldo positivo en el caso de los varones, pero da lugar a una fuga de mujeres, según los movimientos reflejados en el informe sobre el mercado de trabajo del SEPE. El saldo global es positivo en el caso de los trabajadores extranjeros, pero resulta negativo si solo se tienen en cuenta los movimientos de los españoles. Alicante y Almería siguen siendo las provincias que mantienen un mayor intercambio con Murcia, debido en gran parte a la movilidad que existe en los municipios fronterizos, pero a los destinos tradicionales de emigración se ha sumado también Baleares en 2023.

Los datos del Observatorio de Ocupaciones del SEPE muestran la salida de 107.638 trabajadores de la Región el pasado año, mientras que Murcia recibió 116.315 empleados del resto de comunidades, lo que arroja un saldo positivo de 8.677.

Esta proporción se mantiene solo en el caso de los hombres, porque el pasado año la cifra de mujeres que emigraron a otras regiones para buscarse la vida superó en casi 5.000 a las que entraron a Murcia. Los trabajadores que llegan a la Región proceden mayoritariamente de Alicante y Almería, mientras que en el tercer puesto aparece Madrid, seguida de Albacete, Valencia y Barcelona.

A su vez, estas provincias son también el destino prioritario de los murcianos que se marchan en busca de un trabajo, junto con Sevilla, que aparece en el sexto puesto. En el décimo figura Baleares por primera vez..

La tasa de movilidad de la Región (17,13 %) supera la media nacional (15,69 %) debido al intenso trasiego que se produce en las empresas del sector agroalimentario, algunas de las cuales tienen centros de trabajo tanto en los municipios murcianos como en las provincias vecinas.

Los grupos de edad con mayor tasa de movilidad fueron los de 30 a 45 años y los mayores de 45. Destaca especialmente la tasa en las personas con estudios primarios o sin acreditar, seguida de las de titulación superior.

El Observatorio del SEPE resalta que «probablemente en el caso de los primeros el porcentaje esté muy influido por la movilidad de los extranjeros, cuya tasa (25,78%) supera claramente a la de los españoles (11,99 %). Además, el saldo fue positivo en los extranjeros (entraron más contratados que salieron), pero negativo en los españoles». En comparación con las cifras de 2019 desciende el número de contratos debido al impacto de la reforma laboral, aunque la movilidad ha seguido aumentando.