Laboral

Los tatuadores quieren más controles contra el intrusismo

El presidente de UPTA reclama una campaña de la Inspección y un certificado profesional

Un profesional del tatuaje de Cartagena en plena tarea

Un profesional del tatuaje de Cartagena en plena tarea / F.G.

María José Gil

María José Gil

UPTA va a pedir a la Inspección de Trabajo que inicie una campaña contra la economía sumergida en los centros de tatuaje, al considerar que existe un elevado intrusismo en esta actividad. La organización que preside Eduardo Abad explica que, «a pesar de estar encuadrados en la categoría de ‘Salón de Belleza’, los tatuadores tienen que cumplir con unos exigentes requisitos, tanto de alta cualificación técnica como de estrictos controles para la protección sanitaria de las personas que se someten al tatuaje. Sin embargo, las homologaciones por parte del Ministerio de Sanidad no se cumplen de la misma manera en todas las comunidades autónomas», advierte.

Eduardo Abad calcula que en la Región hay «unos 150 profesionales del tatuaje en situación regular y unos 200 no legalizados».

Además de pedir la actuación de la Inspección de Trabajo, demandará también al Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) que establezca las certificaciones que acrediten «la completa profesionalización de esta disciplina».

Asegura que el intrusismo se ve favorecido por las facilidades que existen para adquirir los materiales y la tinta empleada a través de Internet. «Es tan sencillo acceder a las pigmentaciones en el mercado que cualquiera puede comprarlas vía online a cualquier proveedor. Ese hecho no solo golpea a los negocios de los profesionales cualificados del sector, sino que también es un peligro para la salud».

El máximo responsable de UPTA considera «prioritario crear un epígrafe de actividad específico para el tatuaje». Igualmente aboga por «una certificación o cualificación formativa absolutamente necesaria para el desarrollo de esta disciplina artística, que tiene que cumplir con los parámetros de seguridad sanitaria y de higiene para llevar a cabo esta actividad. Es un despropósito la falta de control de esta actividad económica y el intrusismo que padecen estos profesionales que desarrollan su disciplina de manera legal».

Por su parte, la Consejería de Salud responde que en 2023 el Servicio de Inspección hizo casi 80 inspecciones en estos establecimientos y que en lo que llevamos de año se han realizado 41. Salud recuerda que en la Región esta actividad está sujeta a las condiciones establecidas en el decreto 17/2003 de 14 de marzo que regula las condiciones higiénico-sanitarias de los establecimientos de tatuaje, micropigmentación y piercing, así como las inspecciones».

Precisa que «los profesionales de este sector realizan cursos de formación en el Colegio de Farmacéuticos impartidos por funcionarios del Servicio de Seguridad Alimentaria y Zoonosis y del Servicio de Farmacia» y añade que «deben superar un examen y se les da formación continuada».