Agricultura

Usan los purines de las granjas para crear microalgas para fertilizar los campos

Una empresa convierte los residuos de la ganadería en activos para la agricultura en su planta de Fuente Álamo, en Murcia

Proceso de Algmastia para crear biofertilizantes

Proceso de Algmastia para crear biofertilizantes / L.O.

Jose Antonio Sánchez

Jose Antonio Sánchez

La empresa murciana Algmastia ha trabajado en los dos últimos años en una investigación que hoy es una realidad: usar los purines de la ganadería para crear algas biofertilizantes para usar en la agricultura. Una simbiosis entre estas dos actividades del sector primario y que se consigue en una planta que está ubicada en Fuente Álamo.

Algmastia ha desarrollado este proyecto gracias a la colaboración con la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) y el Centro Tecnológico de la Energía del Medio Ambiente (Cetenma). Una startup que contó con inversión propia desde el inicio, que no solo crea sinergias entre la agricultura y la ganadería, ya que también lo hace entre la ciencia y la actividad empresarial.

El director gerente de Algmastia, Francisco Miguel Marín, considera que con este proyecto "va a cambiar el paradigma del uso de biofertilizantes, ya que esta tecnología no solo aborda la eliminación de los purines, sino que también ofrece a los agricultores un fertilizante altamente natural, sostenible y respetuoso con el medio ambiente".

El proyecto está denominado como 'Corazón Verde' porque, dice, promueven "una agricultura más respetuosa y saludable, a la vez que implementamos un modelo que reduce el consumo de agua y la huella de carbono, aumentando el beneficio económico, social y medioambiental".  

Gestión de residuos

El Departamento de Ingeniería Química y Ambiental de la UPCT y el laboratorio de Algmastia aplicaron un proceso de biorremediación que permite transformar el purín en un caldo de cultivo ideal para el crecimiento de unas microalgas que luego transforman en biofertilizantes.

Para la sociedad, representa una solución pionera y única en todo el mundo, dado que a la vez que se eliminan los residuos ganaderos, se reduce la huella ecológica de la industria porcina y se crea una solución de nutrientes que supone una mejora significativa en la sostenibilidad y productividad agrícola. 

Las microalgas, relatan, se convierten en fertilizantes líquidos y resultan altamente efectivos, ya que aportan micro y macronutrientes, carbohidratos y proteínas, así como factores promotores del crecimiento, como son las citoquininas que hacen que aumente el crecimiento de la planta, su rendimiento y el peso seco del fruto.

Además, el biofertilizante fija nutrientes del suelo, captura CO2 y actúa como prebiótico, por lo que mejora la salud del suelo: 1 kilogramo de biomasa de microalgas reduce 2kg de CO2

Por último, la empresa se vincula con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, en particular aquellos relacionados con la producción y el consumo responsables como el ODS 6, Agua Limpia y Saneamiento, el ODS 12, que promueve la Producción y Consumo Responsables y el ODS 13, ya que al disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con los purines y promover prácticas agrícolas sostenibles, este modelo productivo contribuye a la mitigación del cambio climático.