Economía

El veto a los fondeos en el Mar Menor impide trabajar a 100 empresas náuticas

La patronal turística reclama una alternativa para evitar que se queden sin navegar

Una embarcación en el Mar Menor cerca de las islas.

Una embarcación en el Mar Menor cerca de las islas. / J.C.

María José Gil

María José Gil

La prohibición de los fondeos en el Mar Menor es uno de los primeros problemas a los que se enfrentan las empresas náuticas que forman parte de la nueva Federación Turística Em Tur, presidida por José Catalá. Aunque el veto se atribuye a un error en la redacción del real decreto aprobado el pasado mes de enero para proteger la nacra y los fondos marinos de la laguna salada, que extiende la prohibición a todo el espacio protegido que incluye la ZEPA del Mar Menor, la nueva organización empresarial se queja de que la norma en vigor amenaza con dejar sin actividad a un centenar de compañías, según las estimaciones del gerente de la Estación Náutica del Mar Menor, Dionisio García, vicepresidente de Em Tur.

Dionisio García explica que se trata de negocios dedicados al alquiler de veleros y a la organización de rutas y excursiones, además de las bases náuticas y los club y puertos deportivos. En total, calcula que emplean a unos 500 trabajadores.

Los empresarios explican que la prohibición impide que los barcos contratados por los turistas para salir a bañarse o a pasar un día en el mar puedan fondear durante las excursiones y dan por hecho que si no tienen la posibilidad de ofrecer el baño tampoco saldrán a navegar.

«Si no se puede fondear en el Mar Menor, las empresas de la náutica no pueden mantener su actividad. Si no puedes fondear, no se puede salir a navegar», sostiene José Catalá.

El pasado lunes el consejero de Medio Ambiente y Mar Menor, Juan María Vázquez, envió una carta al ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, para solicitarle una modificación del Real Decreto aprobado en el mes de enero que impone limitaciones a la navegación marítima para la protección y recuperación del Mar Menor.

Vázquez precisa que con la prohibición de fondear en las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA), como todo el Mar Menor está bajo la protección de esta figura, no es posible hacerlo en ningún punto de la laguna salada si no se modifica la redacción.

Por su parte, el presidente de Em Tur defiende que «tiene que haber un conocimiento científico que articule las soluciones y que permita la convivencia entre la actividad turística y el mantenimiento de los requisitos ambientales del Mar Menor». Recuerda que hay fondos arenosos en los que no supone ninguna amenaza.

Cree que «a la altura del siglo XXI en la que estamos cualquier actividad turística que no sea sostenible es inviable» y pide la colaboración del Ministerio, de la Demarcación de Costas y de la Comunidad Autónoma para conseguir que se señalicen las zonas que corresponden a los espacios vetados.

«Necesitamos que todos los entes de la Administración participen en una mesa y aporten soluciones», concluye.

José Catalá considera que la prohibición de los fondeos en el Mar Menor «es uno de los problemas más graves para la actividad turística en la laguna salada». Cuestiona la forma en la que se han gestionado otros problemas, como el de las medusas que se planteó el año pasado y demanda más sensibilidad. «Cualquiera que pretenda aportar una solución simple a un problema muy complejo o está mintiendo o está haciendo populismo. Las soluciones son complejas y pasan por articular los intereses de todos los actores».