La Región suma 7,3 empresas cada día

La Región suma 7,3 empresas cada día, según los datos recogidos en el Observatorio Financiero, que han presentado este lunes el consejero de Economía y Hacienda, Luis Alberto Marín, y el decano de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Murcia (UMU), Samuel Baixauli.  

El informe elaborado por la Cátedra de Competitividad indica que entre los años 2015 y 2023 el ritmo de creación de empresas en la Región fue ocho veces superior al de las disoluciones, aunque también apunta que el tamaño de las nuevas sociedades es muy reducido.

Este crecimiento alcanzó el 11,52 por ciento entre los años 2022 y 2023, lo que la sitúa a Murcia como la tercera comunidad con un mayor ritmo de crecimiento en España en los dos últimos años.

El número de altas de empresas pasó de 2.395 en 2022 a las 2.671 del pasado año, lo que equivale a 7,3 nuevas sociedades cada día, por encima de las 5,7 empresas diarias de la media nacional. 

Durante los dos primeros meses de 2024 el número de altas empresariales en la Región de Murcia alcanza ya las 499, lo que supone un total acumulado de 5.565 nuevas empresas desde el año 2022.

También destaca el crecimiento del empleo, que ha permitido alcanzar un récord de 674.000 afiliados a la Seguridad Social, que representa "una cífra histórica", según ha dicho el consejero.

El comercio mayorista y minorista es el sector que concentra la mayor proporción de empresas de nueva creación (33 por ciento), seguido de la construcción (17 por ciento) y la industria (14 por ciento), el transporte y logístico (8 por ciento), la hostelería (8 por ciento) o las actividades científicas o técnicas (6 por ciento).

Luis Alberto Marín ha explicado que la Comunidad está tramitando 15 proyectos de inversión, que suman 877 millones y contemplan la creación de 427 puestos de trabajo.

El Observatorio Financiero de la Región recoge las previsiones del Banco de España, que estima un crecimiento del 1,9 por ciento para los años 2024 y 2025 en la Región.

No obstante, recuerda la amenaza que supone para las economías mundiales la elevada inestabilidad generada por los conflictos de Ucrania y Oriente Próximo, aunque señala como contrapeso, sobre todo de cara a 2025, las bajadas de precio, el previsible descenso de los tipos de interés o las mejoras en el mercado de trabajo y en los índices de producción industrial.