Agricultura

La fiebre del oro líquido está en alerta por la caída del valor de venta

El precio en origen cae un 20% desde el inicio del año por las lluvias de las últimas semanas

Aceite de oliva

Aceite de oliva / CIBEROBN

Jose Antonio Sánchez

Jose Antonio Sánchez

La subida exponencial del precio del aceite de oliva es tema de debate social y productivo. Las familias comenzaron a usar otros tipos de aceites para el día a día y bajó el consumo mientras que los agricultores se lanzaron a plantar estos árboles. Pero estas últimas semanas el mercado ha sufrido un desplome inesperado.

Según datos del portal Infaoliva, que analiza el importe de venta en origen, el precio del litro de aceite de oliva virgen extra cayó más de un 10% entre el 22 de marzo y el 3 de abril hasta los siete euros. Si el análisis se realiza con los precios de este 2024, se observa la disminución más abultada desde el máximo que se marcó al inicio de año, que en total se cifra en casi un 20%: pasar de los 8,98 euros por litros de mitad de enero hasta los 7,16 euros por litro de este 19 de abril.

Unas cifras acordes al precio del aceite de oliva virgen, que entre final de marzo y comienzos de este mes bajó de los 7,5 euros hasta los 6,7, lo que supone una reducción del valor que supera el 10%. Hay que recordar que el precio del aceite de oliva virgen extra se incrementó un 339% entre agosto del año 2020 y agosto de 2023, cuando creció de 1,85 euros hasta los 8,13 euros por litro del verano pasado.

Reacción a la bajada

En el terreno social, la noticia de la bajada del precio del aceite en origen se ha recibido con alegría por los consumidores que esperan que esta reducción repercuta la cesta de la compra. En el sector primario, con preocupación e incluso con perplejidad, porque no entienden cómo, con las cifras de producción actuales y la previsión para este año, el precio está cayendo y de una forma tan pronunciada.

Perplejidad en el sector por el desplome que también vinculan a la venta de reservas de las almazaras

Es cierto que las lluvias de las últimas semanas que han recargado los embalses y calado en los campos son un factor clave para la reducción del coste del aceite porque augura una buena cosecha de la temporada, pese a que todavía quedan episodios por suceder como es la floración, que no se produzcan periodos de temperaturas extremas, así como las fases finales que determinarán los precios reales, que se podrán evaluar cuando la oliva pase el proceso de molienda y esté en las bodegas.

La caída del precio, apuntan los expertos también está vinculada a la venta de reservas de las almazaras por la necesidad económica de los agricultores para asumir los costes de la campaña. Tanto productores como consumidores esperan la ansiada estabilidad de los precios que, de conseguirse, apuntan a que se producirá de cara a la campaña 2024/2025.