La inmigración: otro motivo de discordia entre los socios de Gobierno en San Esteban

El Mar Menor está siendo el principal punto de fricción entre los socios en el Gobierno regional esta legislatura. La inmigración, sin lugar a dudas, también está sirviendo para mostrar las diferencias entre el PP y Vox. Los de Abascal fueron los únicos que decidieron no apoyar la toma en consideración de la ILP el pasado martes, como era de esperar.

En la Región, el Partido Popular explica que su ‘sí’ significa «reconocer que existe un problema en España de irregularidad sobrevenida de extranjeros y apoyar que se abra el debate y aborde la cuestión». Desde el PP señalan que apuestan por «impulsar una política migratoria equilibrada frente a las contradicciones del Gobierno de Sánchez», que dice apoyar a las personas vulnerables, «pero están abocando a muchas de ellas a la irregularidad sobrevenida, ya que no dotan de los mecanismos adecuados y los medios humanos y materiales a las oficinas de Extranjería».

«Existe un problema, por lo que apoyamos que se abra el debate y aborde la cuestión»

Joaquín Segado

— Portavoz del PP en la Asamblea

Joaquín Segado, vicesecretario de Organización, Comunicación y Electoral del PPRM, considera que cualquier regularización para la obtención de permisos de trabajo, vinculada a la residencia o viceversa, debe ser individualizada, «bajo condiciones muy estrictas y restringidas, por períodos concretos, y vinculadas a la integración, arraigo, contrato previo de trabajo o aportación a regímenes de la seguridad social o similares».

De esta forma, el PP busca una «combinación entre la protección de nuestras fronteras» y el «impulso de las vías regulares de migración, vinculadas al mercado laboral», afirmó Segado.

«El problema de Vox es que son racistas, miserables, xenófobos y explotadores»

José Vélez

— Portavoz del PSOE en la Asamblea

Una actitud demasiado abierta para Vox en la Región, para quien la ILP supone un «riesgo para la seguridad nacional», «una promoción de la inmigración ilegal», «una flagrante irresponsabilidad» y «un atropello para los españoles honrados y para todos los inmigrantes legales que llegan a España llamando a la puerta y cumpliendo con las normas».

El portavoz de Vox en la Asamblea, Rubén Martínez Alpañez, cree que esta medida «supone una amnistía para los que entran ilegalmente a España» y pronostican que facilitará el «negocio de las mafias» que «ofrece la muerte en el Mediterráneo para personas engañadas; que trae inseguridad a nuestras calles y degrada los servicios sociales y la asistencia sanitaria; que incrementa la amenaza yihadista que hoy sirve para que estén en vilo muchos españoles y muchos europeos».

«La ILP supone una amnistía para los que entran ilegalmente a España»

Rubén Martínez Alpáñez

— Portavoz de Vox en la Asamblea

Los partidos de izquierda se congratulan con la ILP. «Es de justicia regularizar la situación de estas personas, que ya viven y trabajan de sol a sol para sacar adelante a sus familias. Con su trabajo, están contribuyendo al crecimiento económico de nuestro país y a la financiación de los servicios públicos, al igual que el resto de ciudadanos», subraya José Vélez, secretario general del PSOE regional, que añade que «el problema de Vox es que son unos racistas, miserables, xenófobos y explotadores».

«Cualquiera de estos migrantes tiene cien veces más dignidad que Abascal»

María Marín

— Portavoz de Podemos en la Asamblea

Desde Podemos, la diputada María Marín remarca que ellos han «impulsado activamente esta ILP». No se sorprende por el hecho de que «la ultraderecha va a aprovechar este momento para generar más odio». En este sentido, recuerda que «no se puede hablar de un efecto llamada porque la regularización se limita a las personas que llegaron a España antes del 1 de noviembre de 2021».

La portavoz morada manifiesta que «esos inmigrantes son precisamente los que trabajan en el campo en las fincas de los señoritos de Vox o las que cuidan a nuestros ancianos. Cualquiera de ellos tiene cien veces más dignidad que el señor Abascal, que es un parásito que no ha cotizado ni un día a la Seguridad Social fuera de la política».