Salud

El taichí entra en la lista de pseudoterapias: "No veo en qué puede ser nociva su práctica"

El Ministerio de Sanidad amplía la ‘lista negra’ con otras técnicas como aromaterapia, ventosas o luminoterapia

Miguel Sotomayor, director de la Escuela  Zhào Lù de Taichi de Murcia, este viernes.

Miguel Sotomayor, director de la Escuela Zhào Lù de Taichi de Murcia, este viernes. / ISRAEL SÁNCHEZ

Adrián González

Adrián González

Entran en el saco de ser consideradas por el Ministerio de Sanidad como pseudoterapias, a pesar de reconocer los «beneficios» que pueden tener algunas de ellas. Tras el análisis de ocho nuevas terapias, Sanidad concluye que la vacuoterapia, la luminoterapia en problemas de salud mental, la respiración consciente, el chi-kung/qigong, el zerobalancing, la aromaterapia y las técnicas de relajación basadas en la inducción de sensaciones corporales (ventosas) deben ser consideradas pseudociencias.

Algo de mejor suerte corre el taichí tras ser incluida en esta 'lista negra': Sanidad aclara que «el beneficio va ligado a la realización de una actividad física». «Desde el punto de vista fisiológico, sería un tipo de ejercicio con el que se pueden trabajar todos los músculos del cuerpo, potenciando fuerza, flexibilidad y equilibrio y con menos problemas de sobrecarga muscular y riesgo de lesiones asociados a otras disciplinas deportivas», destaca el Ministerio.

Así, el informe concluye que esta práctica, como actividad física realizada en diversas patologías, sobre todo las del área osteomuscular, resulta «beneficiosa» respecto al bienestar percibido y a diversas funciones como la reducción del dolor.

Sin embargo, en las siete actividades restantes, la principal causa alegada para su inclusión en el ámbito de las pseudoterapias es la falta de evidencia científica, que hace descartar el uso de las mismas en el ámbito clínico.

Respecto a este ‘señalamiento’ de Sanidad a técnicas como el taichí, el director de la Escuela Zhào Lù de Taichi de Murcia, Miguel Sotomayor, defiende que esta práctica se puede considerar terapéutica como lo puede ser «mantenerse en forma, ir al gimnasio y tener un rato para uno mismo donde, mientras se está ejercitando el cuerpo, hay una música relajada y un espacio de tranquilidad para serenar el espíritu... No veo en qué puede ser nocivo que una persona tenga un rato para meditar, para mover el cuerpo ni ningún tipo de criterio sostenible para que la Administración vaya en contra de esto».

Sotomayor recuerda que los beneficios no son solo físicos, sino que son mayoritariamente mentales «por lo que supone el hecho de pararte durante un tiempo a respirar y a estar consciente de lo que estás haciendo, apartándote un poco del ruido y de las prisas del día a día».

«Llevo ya casi veinte años en este tema y puedo decir que no hay absolutamente nada que sea punible, ni traumático ni negativo para la gente que lo practica», expone, añadiendo que ve lógico que la Administración «vele por la salud pública y controle» todas aquellas técnicas y prácticas que no son beneficiosas.