Mundo Cooperativo

Una iniciativa del SFTT busca introducir el cerezo en el Valle del Guadalentín

El Servicio de Formación y Transferencia Tecnológica regional desarrolla una iniciativa que pretende brindar una alternativa de cultivo viable

Floración cerezo en la finca .  | SFTT

Floración cerezo en la finca . | SFTT

Rubén Aragón

El Servicio de Formación y Transferencia Tecnológica (SFTT) regional, en colaboración con el Equipo de Mejora Genética de Frutales del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental (IMIDA), y el Centro Integrado de Formación y Experiencias Agrarias de Lorca (CIFEA), está trabajando en la introducción del cerezo en el Valle del Guadalentín como cultivo alternativo a otros cultivos tradicionales.

Así, uno de los objetivos principales de esta iniciativa es la de obtener la posibilidad de combinar el cultivo del cerezo con otras especies con diferente época de recolección, para así tener una alternativa de cultivo viable, como explican desde el SFTT.El cultivo del cerezo en la Región de Murcia tradicionalmente se ha desarrollado en zonas altas del Noroeste o el Altiplano principalmente. La gran evolución en la obtención de nuevas variedades ha ampliado las posibilidades de cultivar en zonas con inviernos más suaves y con menos horas de frío como el Valle del Guadalentín, «aunque con una amplitud térmica importante», como la que sucede en la finca del Centro de Demostración Agraria de Lorca, explican desde este servicio.

Parcela de cerezos en el CDA de Lorca.  | SFTT

Parcela de cerezos en el CDA de Lorca. | SFTT

La principal característica de la comarca es el alto déficit hídrico anual, por debajo de los 300 mm en el año hidrológico, que sumado a la escasez y variabilidad de los aportes de recursos propios y del Trasvase Tajo-Segura, ha llevado a los responsables del proyecto a buscar alternativas de cultivo con menos necesidades hídricas «y que sean atractivos tanto desde el punto de vista del agricultor como para el consumidor», destacan.

El amplio abanico de variedades y patrones que existen en el mercado puede ser una ventaja y al mismo tiempo un hándicap principalmente para los agricultores, puesto que puede haber confusión a la hora de la elección de estas para su instalación.

Frutos de una de las variedades .  | SFTT

Frutos de una de las variedades . | SFTT

Por ello, las colecciones que se ha decidido cultivar en esta iniciativa han sido proporcionadas por el Equipo de Mejora Genética de Frutales del IMIDA, y son variedades de zonas totalmente opuestas. Una de ellas procede de la zona europea como el Unibo, y otra de origen norteamericano de las zonas de los estados de California y Florida, Zaiger Genetics.

Todas ellas se encuentran implantadas en otras zonas de España con distintos resultados y este proyecto de demostración quiere explorar la posibilidad que tienen estas nuevas variedades con pocas exigencia de horas frío en la zona del Valle del Guadalentín, remarcan los responsables del proyecto.

Aumento del cultivo

La superficie cultivada de cerezo en la Región de Murcia ha aumentado significativamente en los últimos 10 años. Según los últimos datos provisionales de 2022, hasta esa fecha existían una superficie total de 451 hectáreas cultivadas, todas ellas en regadío. Tal y como indican desde el SFTT, a pesar de este aumento, es todavía un cultivo minoritario en comparación con las producciones de fruta de hueso de la región, especialmente las de albaricoque, melocotón y nectarina.

Programa rural de la Unión Europea

Como explica Antonio José Hernández, director del CIFEA Lorca, «este proyecto tiene lugar en nuestras instalaciones dentro del programa rural de la Unión Europea», ensayando diferentes variedades de cerezo. Para Domingo López, investigador ténico del Imida, «el objetivo es el estudio de estas variedades para ver su comportamiento y la producción de cada una de ellas». La idea principal sobre la que se asienta el proyecto es «ver si se adapta o no como un cultivo alternativo para los agricultores de la zona del Valle del Guadalentín»

Para el técnico del Imida, «este proyecto está dirigido a personas que acaban de iniciar su actividad en el sector agrario, alimentario y forestal, así como a pequeñas y medianas empresas con actividad económica en el medio rural».

Una primera fase sería la preparación del terreno para la plantación, seguido de un estudio de la densidad de plantación» para determinar la cantidad de árboles que pueden entrar por hectárea, para posteriormente realizar la plantación, destaca Domingo López.

Por su parte, Federico García, investigador del Imida, destaca que uno de los beneficios del cerezo con respecto a otros frutales «es el ahorro de agua y de fertilizantes, un 25 por ciento con respecto al melocotón, por ejemplo». Para el García, estas variedades pueden adaptarse «para luego transferir los resultados al sector».