Salud

Los adolescentes que consumen bebidas energéticas acaban tomando más drogas

Casi el 20% de los jóvenes murcianos de 14 a 18 años han ingerido al menos una de estas latas en el último mes

Dos menores con sendas bebidas energéticas en sus manos.

Dos menores con sendas bebidas energéticas en sus manos. / XOÁN ÁLVAREZ

EFE

A mayor consumo de bebidas energéticas entre los adolescentes, más posibilidades de sacar peores notas, repetir curso o acabar tomando drogas. La trágica muerte de un joven en Madrid hace unos días tras ingerir una bebida energética con dos gramos de ‘cocaína rosa’ que le echaron ha vuelto a encender todas las alarmas: una intoxicación mortal por la ingesta de la referida droga letal mezclada con una lata de Red Bull. Es una realidad: muchos adolescentes en edades de estudio toman estas bebidas energéticas, que contienen una elevadísima cantidad de azúcar y de cafeína. 

En cuanto a la Región de Murcia, entre el 19 y 19,9% de los adolescentes de 14 a 18 años afirma que ha consumido al menos en el último mes una de estas bebidas (misma tasa que en Galicia, Aragón y Andalucía). Los mayores registros se dan en la Comunidad Valencia, Barcelona, Baleares, Asturias, Cantabria y Euskadi. Expertos sanitarios reiteran la importancia de prohibir estas latas que se pueden comprar sin ningún problema en cualquier supermercado para los menores de edad. 

Lo cierto es que el triste suceso ocurrido en Madrid ha vuelto a poner de manifiesto que los adolescentes de 14 a 18 años que toman estas bebidas sacan peores notas, repiten más cursos y hacen más pellas que los que no las consumen, y además de ingerir más alcohol, con el que las suelen mezclar, también hacen más uso de otras sustancias como tabaco, cannabis, hipnosedantes, éxtasis y cocaína.

Estos datos pertenecen a la última Encuesta sobre Alcohol y Drogas en Enseñanzas Secundarias en España (Estudes) que recoge el Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones (OEDA) en un informe que acaba de publicar sobre estas bebidas y sus efectos en la población adolescente. Hay que recordar que la mezcla de bebidas energéticas y alcohol es un cóctel al alza entre los jóvenes murcianos, tal y como publicó La Opinión hace unos meses según los datos del referente estudio. 

Cerca del 30% de estudiantes que han ingerido una han repetido algún curso, más del 30% en el caso de los que las combinan con alcohol. Lo mismo pasa con los que tienen de nota media un suspenso, con cifras que rondan y sobrepasan el 10%, respectivamente, o con los que faltan a clase, en cuyo caso rebasan el 30% y el 40%.

Las diferencias son aún mayores con las salidas nocturnas: el porcentaje de quienes han consumido bebidas energéticas con o sin alcohol en los últimos 30 días y que salen 2 o más noches a la semana, regresan a las 3 de la madrugada o más tarde y disponen de más dinero para gastar semanalmente para ir con los amigos, al cine o a tomar algo es mayor que el de los que no las toman.

La lectura o tocar algún instrumento pueden servir de ‘escudo protector’

Desempeñar actividades como la lectura o tener algún hobby como tocar algún instrumento musical funciona como un ‘escudo protector’, de forma que la prevalencia de consumo es menor en los adolescentes que realizan alguna de estas tareas. Así, el 41,8% de los chavales que leen libros y el 43,8% de los que tienen una afición han tomado una en el último mes, cifras que pasan al 14,8% y 16,3% en los que lo han hecho mezclándola con alcohol.