Medio Ambiente

"La contaminación debería conocerse en la Región a diario, como se hace con el tiempo"

Distintas voces expertas piden un mejor sistema de alerta en la Comunidad y que se informe sobre las consecuencias de respirar un aire sucio

Existe relación entre las partículas contaminantes y enfermedades como la diabetes u obesidad

Murcia durante uno de sus episodios de contaminacióndel aire.

Murcia durante uno de sus episodios de contaminacióndel aire. / L.O.

Cada vez que hay picos de contaminación, en el hospital murciano Virgen de la Arrixaca saben que van a tener más ingresos por afecciones respiratorias. Esto es lo que asegura el cardiólogo José María Clemente. Esta semana se han disparado los niveles de contaminación atmosférica. A lo largo de sus años de trabajo, Clemente ha visto como la Región ha estado a la cabeza del país en infartos de miocardio, en ictus o en problemas respiratorios, entre otras afecciones, todas relacionadas con la mala calidad del aire. «En Pediatría de la Arrixaca saben que tienen más ingresos de niños con bronquiolitis o con asma cuando suben los niveles de contaminación», dice. El cardiólogo observa que en Murcia ciudad no solo está el problema del tráfico, sino que la autovía pegada a la ciudad y que además hay quemas agrícolas continuamente.

La lentitud a la hora de comunicar los episodios de contaminación es una de las dificultades más señaladas por las fuentes consultadas. Creen que el mensaje debe llegar mejor a la población para que tomen las medidas correspondientes, como evitar hacer ejercicio físico al aire libre. «¿Por qué no se informa de los niveles de calidad del aire igual que se informa del tiempo?», se pregunta retóricamente Laura Palacios, doctora en Ciencias Ambientales especializada en Contaminación Atmosférica e investigadora de Meteored.

Para Palacios, las medidas más importantes y que deberían mejorarse son las de prevención. En primer lugar, habría que informar de forma más efectiva a la población, apunta. El objetivo es que se conozcan los protocolos a seguir y qué puede hacer la gente para reducir el nivel de contaminación y protegerse de ella. En este sentido, apuesta por fomentar el uso de mascarilla en estos casos.

La investigadora recalca que «debería llevarse a cabo una mayor concienciación del peligro que tiene para la salud humana la superación de los límites de contaminación y el respirar ese aire con unos niveles de contaminación altos». Explica que las partículas contaminantes, especialmente las PM2.5 o PM1, son de las más perjudiciales para la salud humana.

A corto y largo plazo, exponerse a estas partículas pueden producir enfermedades cardiorrespiratorias como asma, disfunción pulmonar, irritación de las vías respiratorias, tos, ataques al corazón, derrame cerebrovascular; además de cáncer de pulmón o incluso muerte prematura, alerta Palacios. Y es que al ser tan pequeñas, pueden llegar al torrente sanguíneo. La OMS ha demostrado relación entre la exposición a partículas contaminantes y enfermedades como diabetes, obesidad, inflamación sistémica, Alzheimer o demencia, así como disfunciones en el sistema nervioso central y en el sistema reproductivo.

Preguntada la Consejería de Salud por este asunto, señalan que «actualmente no existe ningún recuento específico de fallecimientos por contaminación o similar ni a nivel estatal ni europeo. Las estimaciones que se encuentran se basan en ítems estadísticos».

En la Región, «no hay datos porque tampoco hay voluntad política de tener los datos», asegura Pedro Belmonte, de Ecologistas. Asegura que ellos han intentado en varias ocasiones obtener datos sobre cómo afecta la contaminación a la salud por parte de la Consejería sin éxito alguno. El año pasado pidieron datos de Lorca tras pasar 11 días con niveles altos de partículas. «Todavía estamos esperando respuesta», dice.

«No sabemos cuántas muertes prematuras hay, pero tampoco sabemos a ciencia exacta cuál es la prevalencia, es decir el número de casos de enfermedades broncopulmonares y de enfermedades cardiovasculares que tienen una relación directa o indirecta con la contaminación», subraya Belmonte. Es por ello que defiende que hay que actuar en dos frentes: el primero es mejorar el diagnóstico, y el segundo es desarrollar medidas preventivas y precautorias en coordinación entre la Comunidad y los municipios.

«No hay que inventar nada nuevo, solo hay que ver lo que hacen ciudades donde las medias funcionan, como La Haya», subraya Belmonte. Cree que en coordinación con la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), se podría tomar medidas preventivas cuando fuese a darse un episodio y que actuaciones, como cerrar el centro de la ciudad al tráfico rodado o poner gratis el transporte público no lleguen tarde. En casos extremos de contaminación, dice Belmonte, se podría incluso llegar a cerrar los colegios. Sin embargo, «mientras se desconoce el tema, no hay presión para tomar medidas preventivas», lamenta.