Más de cien migrantes llegan desde Canarias al Hospital Naval de Cartagena

Un total de 120 migrantes que arribaron en cayuco a Canarias estaba previsto que llegasen este viernes por la tarde al Hospital Naval de Cartagena, confirmaron desde las organizaciones humanitarias que los atienden.

Se trata de personas jóvenes, de entre 20 y 25 años, que está previsto que pasen alrededor de un mes en la ciudad portuaria, explican las citadas oenegés. Las personas que sean más vulnerables podrán quedarse más tiempo.

En el antiguo hospital les espera un equipo, formado por alrededor de un centenar de personas, entre ellas profesionales de la psicología y trabajadores sociales, para ayudarles "en su proceso de integración social", concretan.

A lo largo del día, el trasiego de personas que entraban y salían del recinto fue constante. Algunos, trabajadores para dar los últimos retoques a los barracones que han montado; muchos, voluntarios de las oenegés.

Tanto desde el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones como desde la Delegación del Gobierno en Murcia daban este viernes información oficial con cuentagotas referente a la llegada de los extranjeros. Desde el departamento que dirige José Luis Escrivá se limitaron a decir que "las personas llegarán próximamente", sin concretar más datos.

Las organizaciones humanitarias, por otro lado, apelaron al derecho de los migrantes a conservar su privacidad en el periplo hasta arribar a Cartagena, que incluyó, recuerdan, una dura travesía marítima a bordo de una barcaza donde la seguridad brillaba por su ausencia. 

Sí confirmaron que llegarían al recinto miltar abandonado por la noche y a bordo de un autobús.

Documentos y clases de español

El Ministerio de Migraciones ha contratado seguridad privada para el centro, emplazado en la zona de Tentegorra. El lugar tiene habilitadas hasta 600 plazas, y en su interior hay, además de las habitaciones, un comedor, zonas comunes, salas donde hacer reuniones, etcétera. Miembros de la organización humanitaria Accem se ocuparán de tramitar sus documentos para su estancia en España y de darles clases de español.

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A mitad de octubre, los ministerios de Migraciones y Defensa consensuaron habilitar instalaciones militares de España en desuso (entre ellas, el Hospital Naval de la ciudad portuaria) para acoger a inmigrantes. Entonces, técnicos del Ministerio de Migraciones visitaban el edificio de Defensa (que permanece abandonado y está en las afueras de la ciudad) en el que se podría alojar a los extranjeros.

Socorro y asilo

Todas las personas rescatadas o interceptadas en su llegada a España pasan primero por un examen y atención de una oenegé, generalmente Cruz Roja o Accem. Cuando se recuperan de la deshidratación y el frío tras horas y horas de travesía marítima, pasan ante los agentes de Extranjería de la Policía, que les dan un número de identidad y les harán las primeras preguntas: quiénes son, de dónde vienen, dónde van, qué vulnerabilidades sufren (ancianos, enfermos, menores, mujeres) … Y si precisan protección. Muchos piden asilo, algo que no es fácil de conseguir.

Circular libremente

Se concede el refugio a aquellos extranjeros que acreditan estar en riesgo de muerte si vuelven a su país, o en peligro de trato inhumano, persecución y cárcel por motivos políticos o religiosos, por raza u orientación sexual.

El extranjero pendiente de concesión de asilo puede circular libremente por España. Pero, imposibilitado de ganarse la vida en condiciones normales, no tendrá un domicilio fijo o no se lo dirá a las autoridades. Su última dirección conocida será el Centro de Estancia Temporal en el que fue acogido. Esto es, será muy difícil notificarle la expulsión.

Una vez notificada la negativa, el proceso se acelera: el Ministerio del Interior tiene dos semanas para acordar la expulsión del extranjero que entró de forma irregular y no es asilado. Y si le convoca para un vuelo de repatriación, este ha de despegar en como máximo 72 horas, o la convocatoria dejará de tener validez.