Educación

Las trabajadoras de escuelas infantiles privadas de la Región salen a la calle: "Muchas de nosotras no llegamos a fin de mes"

Una representación de ellas se concentran a las puertas de la Croem para exigir mejoras laborales y salariales a través de "un convenio justo"

Protesta de las trabajadores de escuelas infantiles a las puertas de la Croem, este miércoles.

Protesta de las trabajadores de escuelas infantiles a las puertas de la Croem, este miércoles. / Juan Carlos Caval

Adrián González

Adrián González

Las trabajadoras de las escuelas infantiles privadas y de gestión indirecta de la Región de Murcia salieron este miércoles a las calles para exigir «un convenio justo» que incluya mejoras laborales y salariales, así como una reducción en las ratios de los niños en las aulas. 

Una representación de estas profesionales se concentraron por la mañana a las puertas de la sede de la Confederación Regional de Organizaciones Empresariales de Murcia (Croem), en Murcia, para denunciar las «condiciones indecentes» de las empleadas y el «bloqueo» de la negociación. El convenio actual es del año 2019 y ya se ha quedado «desfasado», dicen.

La de este miércoles fue la cuarta jornada de huelga intermitente convocada en toda España por Comisiones Obreras y apoyada por otros sindicatos en el primer ciclo de Educación Infantil, en el tramo de cero a tres años, para exigir a la patronal mejores condiciones laborales.

En la Región de Murcia, apuntan, se ven afectadas por esta situación en torno a 120 escuelas infantiles y unas 600 profesionales. Los anteriores actos de protesta se celebraron los días 19 y 25 de octubre y el pasado 8 de noviembre. A nivel nacional, a la huelga estaban llamadas 80.000 profesionales de Educación Infantil, de las que el 95% son mujeres, «un sector ampliamente feminizado».

El secretario general de la Federación de Enseñanza de CC OO, Paco García, ya defendió que esta huelga estaba «sobradamente justificada» porque, entre otras cuestiones, las condiciones retributivas de estas trabajadoras «son enormemente precarias: una educadora de gestión directa tiene un salario por convenio de 1.028 euros», criticó.

Durante la protesta, las trabajadoras lanzaron distintas consignas, como ‘No guardamos, educamos’, ‘Por un convenio justo’, ‘La patronal, a negociar’, ‘Dignidad salarial’ o ‘Convenio ya, sin precariedad’.

También se animaron, megáfono en mano, a cambiar la letra de la tradicional canción infantil Había una vez un barquito chiquitito por «Había una vez un convenio caducado...» o por entonar la melodía del Bella ciao con una letra que defendía la dignidad de la profesión.

«Estamos trabajando con unas ratios muy grandes que, en muchas ocasiones, nos han sido difíciles para ayudar, enseñar, cuidar, ser creativos o estar al pie del cañón», lamentaban. En este sentido, recordaban que su profesión es «supervocacional» y que su labor es «poner los cimientos» de la educación en la etapa de cero a tres años. 

«No podemos estar cobrando, con la responsabilidad que tenemos, un salario mínimo. Muchas de nuestras compañeras no pueden comprarse una casa o un coche. Queremos que se nos valore por la responsabilidad que tenemos sobre los niños, educándolos, protegiéndolos y cuidándolos», lamentó Carmen Pérez, una de las trabajadoras murcianas. 

«La patronal no tiene interés de negociar después del verano. Se consiguió por fin sentarlos a la mesa de negociación en noviembre, pero no se les ve que lleven una actuación de buena fe», expresó Kike Alcaide, miembro de la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras en la Región de Murcia. 

Asimismo Toñi del Vas, del área de Educación de UGT, alertó de que «nos encontramos en un momento de inflación y hoy ya nuestra mayoría son trabajadoras mujeres que viven en la precariedad».