Agricultura

La Región reescribirá el ADN de distintas plantas de cultivo para hacerlas más resistentes

Se está probando la viabilidad de la fruta del dragón, un cactus subtropical que consume menos agua y que se está adaptando bien

Rocio Gil y Leonor Ruiz, de Mejora Genética Molecular y de Enología y Viticultura

Rocio Gil y Leonor Ruiz, de Mejora Genética Molecular y de Enología y Viticultura / CARM

La Región lleva años investigando para cultivar plantas más fuertes. Ahora da un paso más: la edición genética. Se editará el ADN de las plantas cultivadas en la región para hacerlas más resistentes.

«La edición genética de plantas es como hacer cambios específicos en el ADN de las plantas para mejorar sus características», explicó Pepe Cos, investigador del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental (Imida). Para entenderlo de manera sencilla, «es como editar un libro para corregir errores o añadir nuevas páginas, pero en lugar de un libro, estamos trabajando en el código genético de las plantas». Esto puede ayudar a las plantas a ser más resistentes a enfermedades, producir frutos más grandes o adaptarse mejor a diferentes condiciones de crecimiento.

«Vamos a establecer protocolos de trabajo de edición genética para conseguir variedades con unos determinados genes de resistencia a enfermedades y calidad de adaptación», explicó. Este año hay presupuestados más de un millón de euros para la edición genética y vegetal de los fondos FEDER . Esto permitirán seguir avanzando con las investigaciones ya en marcha y en nuevas.

Este año hay presupuestados más de un millón de euros de fondos FEDER para las investigaciones

Uno de los programas que destacan es el de mejora genética de cítricos. En el Instituto están trabajando en la mejora de la producción y la competitividad de distintas especies de cítricos. Y no solo el limonero, todo un símbolo en Murcia, sino también otras especies como son la mandarina, la lima y el pomelo. Entre los objetivos de este programa está la obtención de fruta de calidad, sin semillas, con un amplio periodo de recolección, que permita una producción eficiente, con menores costes del cultivo, y que sean resistentes a diferentes estreses por el clima o las plagas.

También hay una recién llegada a los campos de la Región: la fruta del dragón o pithaya. Se trata de un cultivo «muy prometedor» sobre el que el Imida está buscando variedades que se adapten bien a la tierra de aquí. Cos detalló que los agricultores que se han lanzado a ello están viendo que es un cactus subtropical que se adapta «genial» a Murcia. Entre las ventajas que tiene, su consumo de agua es menor.

Por el momento, el cultivo de la fruta del dragón es incipiente, pero «prometedor». Cos pone en valor que la profesionalidad de los agricultura de la Región facilita que se tomen iniciativas como esta. «Les da lo mismo cultivar cítricos que pithayas. La suerte que tenemos, son agricultores muy tecnificados y conocedores de todas las técnicas agrícolas para llevar a cabo casi todo lo que se les ponga entre manos», recalcó el investigador. El objetivo: tener un grupo de variables que suministren todos los genes que serán necesarios para introducirlos en las variedades de cultivos.

La consejera Sara Rubira remarcó «el compromiso del Gobierno de López Miras con el sector»

Este proyecto de investigación tiene una dotación presupuestaria para el periodo 2021-2027 de 3,5 millones de euros. El importe para este año 2023 de 1,2 millones supone una subida de dotación del 80% respecto al año anterior. Se trata del proyecto FEDER que mayor incremento de financiación ha obtenido en esta última convocatoria.

La consejera Sara Rubira se ha referido al trabajo de investigación del Insituto y remarcó «el compromiso del Gobierno de López Miras con el sector agroalimentario, que se evidencia con el fomento de la investigación y la innovación al servicio de agricultores y ganaderos para responder a los desafíos a los que se enfrentan».

«Vamos a tener más recursos respecto a instalaciones, equipamiento y de personal. Al final son proyectos que tienen gran parte de costo en investigación», dijo Cos. «Piensa que para conseguir nuevas variedades se pone en marcha un montón de tecnologías, de herramientas biotecnológicas, de herramientas de campo, herramientas de selección o herramientas informáticas. Para ello son necesarios numerosos recursos y lógicamente el incremento de esos recursos facilitará la obtención de muchos más híbridos, que luego serán futuras nuevas variedades».

Una de las zonas de laboratorio del Imida, donde se buscan nuevas variedades de cultivo

Una de las zonas de laboratorio del Imida, donde se buscan nuevas variedades de cultivo / CARM

El melocotonero, el ciruelo japonés y el cerezo, plantas aromáticas, uva de mesa y de vinificación, hortícolas, limonero, mandarino, lima o pomelo son algunas de las especies que verán aumentada su oferta de variedades.

La idea es que se diversifique su producción, para que el sector continúe siendo referente en la producción y mejor adaptación a las condiciones de cultivo de la Región.

El banco de germoplasma

Todas las nuevas variedades genéticas que logra el Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental (Imida) las guardan en el banco de germoplasma. 

«Es sin lugar a duda la mayor riqueza que tiene nuestro centro de investigación», apuntó Pepe Cos, investigador del Imida. Se trata de uno de los más importantes de España y actualmente guarda más de 10.000 entradas conservadas de distintas especies vegetales. Para hacerse una idea, sería la versión murciana del Banco Mundial de Semillas que hay en Noruega. Incluso se han enviado muestras murcianas al país nórdico.

Cos destacó el gran número de genes (acervo genético) del banco, entre los que sobresalen los hortícolas. Un elemento clave de su éxito, ya que dispone de una gran la variabilidad genética, dijo.  

Banco de Germoplasma. con más de 10.000 muestras conservadas de especies vegetales

Banco de Germoplasma. con más de 10.000 muestras conservadas de especies vegetales / CARM

«Murcia es la probeta del cambio climático»

La Región tiene todos los pisos climáticos. Desde la costa hasta el macizo de Revolcadores de 2.000 metros. Es por ello que a Murcia se la considera «la probeta del cambio climático», enfatizó Pepe Cos, investigador del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental (Imida). 

Las variedades que se obtengan aquí se pueden llevar a otros países o regiones donde están viendo que aumentan las temperaturas. «La Región es una potencia en obtener nuevas variedades. Es un gran valor añadido que tenemos», señaló.

El desarrollo de las nuevas variedades inicialmente se produjo para fortalecer a los productores regionales, pero ante el interés mostrado por productores del resto del mundo, se ha enviado material vegetal para su cultivo en Chile, Perú, Argentina, Brasil, Sudáfrica, Namibia, Australia, México, India y EEUU, países en los que se produce a contra estación para dar continuidad en los mercados internacionales a las variedades de uva de mesa murcianas. 

En las nuevas variedades también se busca que sean más resistentes a las principales plagas y enfermedades, y que se adapten mejor a las condiciones del suelo en las zonas donde serán cultivadas.  

«La agricultura es un pueblo global y todos los materiales vegetales se van moviendo en un sitio a otro», dijo Cos. Además, estas investigaciones mejoran la competitividad de Murcia de cara a otros mercados que produzcan los mismos cultivos.

Las investigaciones del Imida han permitido transferir al sector productivo nacional e internacional «los avances de dos décadas de innovación para responder a las demandas del sector y de los ciudadanos».