Apuestan por incrementar plazas en Formación Profesional para ayudar a la inclusión social

Situar la Formación Profesional como una "escuela de segunda oportunidad" para las personas que han sufrido fracaso escolar, exclusión social y para los colectivos más vulnerables. El 43% del alumnado con necesidades educativas especiales abandona los estudios antes de tiempo y, para ello, es necesario aumentar la oferta específica para estos grupos e incrementar un 7% la reserva de plazas para el alumnado con capacidades diferentes. 

Son algunas de las conclusiones que se desprenden del libro La Formación Profesional como palanca de inclusión, obra de Sergio López Barrancos, Andrés Escarbajal y Juan Navarro, quienes este viernes presentaron en Cartagena junto al consejero de Educación y Formación Profesional, Víctor Marín. Esta nueva obra realiza una 'radiografía' de las numerosas causas que pueden llevar al abandono educativo. Entre estos aspectos están el nivel socioeconómico y formativo de las familias, su personalidad o la falta de existencia de un entorno escolar seguro. 

Esta publicación se origina tras la investigación que tuvo como población diana los profesores de los institutos y centros integrados de Cartagena con enseñanzas en FP. En ella se analiza el perfil profesional de los docentes; su grado de conocimiento de la organización y del funcionamiento de la FP; las metodologías que emplean en las aulas; su valoración de estas enseñanzas y en particular de la FP.

En este sentido, recalcan que en cuanto a la formación y competencias del personal docente serían necesarias llevar a cabo acciones como que los grupos de alumnado con mayores dificultades "o que tengan una elevada diversidad" podrían clasificarse como "puestos de atención preferente" o que el profesorado adscrito a estos puestos tuviese "compensaciones en su vida laboral como el poder acogerse a comisiones de servicio" para poder conseguir que al menos estén los dos cursos del ciclo. Esta medida ayuda, señalan, a reducir la interinidad y la gran rotación de profesores.

Asimismo para las empresas se proponen establecer medidas "positivas que incentiven el compromiso de las empresas en la acogida y acompañamiento de alumnado con necesidades educativas especiales y en situación de vulnerabilidad". 

También destacan que los centros de personas adultas podrían ayudar a la inclusión social a través de la reinserción en el sistema educativo "facilitando itinerarios educativos atractivos". En el libro se defiende que es muy necesario 'abrir' las empresas y las aulas a un sistema de formación "bidireccional" donde el alumno y el profesor pudiese realizar estancias formativas en las empresas y los trabajadores pudiesen "actualizarse" en las aulas.

El consejero, Víctor Marín, destacó que “la Formación Profesional se convierte en un pilar no sólo educativo-formativo, sino también estratégico para España, ya que una amplia mayoría de los futuros empleos requerirán Formación Profesional de grado medio, frente a un tercio de demanda para egresados del grado superior”.