Economía

Los ayuntamientos empezarán a subir la tasa de la basura el próximo año

El impuesto destinado a reciclar los residuos orgánicos y evitar que acaben en el vertedero se aplica ya en 2023

Los consistorios no lo han repercutido aún en el recibo, pero se lo pagan a la Comunidad 

Instalaciones de la planta de Ulea

Instalaciones de la planta de Ulea / L.O.

María José Gil

María José Gil

Los ayuntamientos de la Región se están preparando para empezar a aplicar el próximo año en el recibo de la basura la subida que provocará el impuesto destinado a costear el reciclaje de los residuos orgánicos que se generan en los hogares para evitar que acaben en el vertedero. Este tributo, que tiene carácter estatal, aunque está cedido a las comunidades autónomas, ha entrado en vigor en 2023, pero la mayor parte de los consistorios ha optado por pagarlo directamente de su caja, sin llegar a repercutirlo a los vecinos.

Sin embargo, la moratoria se acabará a partir de enero en la mayoría de los municipios, que ya están reformando sus ordenanzas fiscales para recoger en sus tasas de basura el impacto del impuesto establecido en una directiva de la Unión Europea para obligar a los consistorios a reciclar.

La UE incluso prevé establecer sanciones si no reciclan parte de los residuos orgánicos, convirtiendo los desechos procedentes de la comida en compost y abonos. En cualquier caso, los ayuntamientos que en 2024 opten por no repercutirlo a los vecinos tendrán que hacerlo obligatoriamente al año siguiente, dado que el plazo termina en 2025.

La Ley de Residuos les obliga a pagar 30 euros por cada tonelada de basura que depositen en los vertederos desde el 1 de enero de 2023 como forma de incentivar su recuperación y tratamiento.

En este primer año de aplicación su importe se ha calculado de forma estimativa, aunque el objetivo es que los ayuntamientos paguen por cada tonelada de basura que envíen al vertedero, según explicó el secretario general de la Federación de Municipios de la Región, Manuel Pato.

La Comunidad Autónoma ha incluido en los Presupuestos de 2023 una partida de 20 millones de euros que ha repartido entre los municipios de la Región en proporción a su tamaño.

Murcia ha sido el primer contribuyente, con unos siete millones de euros, mientras que Cartagena ha aportado cinco millones. San Javier, que tiene unos 35.000 habitantes, aunque su población se multiplica en verano, ha puesto 800.000 euros. El objetivo de Bruselas es reducir al 10% el volumen de residuos que se almacena sin reciclar.

En este momento los municipios ya disponen de un sistema de selección para recuperar el papel, el vidrio y los envases de plástico y de metal, pero el resto de la basura que se produce en los hogares sigue acabando en el contenedor de residuos orgánicos junto con los desperdicios de comida.

El siguiente paso será separar también estos residuos del resto de la basura que ahora va al contenedor verde, como la tela de algodón. No obstante, el secretario de la Federación de Municipios recuerda que en los próximos años también deberá separarse este tejido.

Para reciclar la comida es necesario que se instale un contenedor más de color marrón, el quinto que podrá verse en las calles de las ciudades de la Región, aunque su llegada aún tendrá que esperar.

Murcia ha realizado una experiencia piloto. El Consistorio había solicitado tres millones de euros de fondos Next Generation para implantar el contenedor marrón en todo el municipio, tras las experiencias que ha realizado en La Flota, El Palmar, La Alberca y el mercado de La Fama. Prevé la instalación de 1.200 contenedores en todo su término municipal, con los que espera recoger 11.000 toneladas de residuos, que generarán 3.300 toneladas por año de compost.

El contenedor marrón no llegará hasta que haya una planta para reciclar

Los municipios de la Región con más de 5.000 habitantes tendrían que haber empezado ya a instalar los contenedores marrones para separar los residuos de la comida del resto de la basura, pero ninguno los ha introducido todavía, porque no hay ninguna planta a la que enviar los restos orgánicos que deben convertirse en abonos o compost. 

La Consejería de Medio Ambiente, a través del Consorcio de Residuos de la Región en el que están integrados la mayoría de los municipios de la Región, tiene en proyecto la construcción de las instalaciones dedicadas al tratamiento de biorresiduos junto a la planta de Ulea, pero por ahora no ha dado plazos para su ejecución. Fuentes del departamento de Juan María Vázquez han indicado únicamente que el proyecto «está en trámite de evaluación ambiental».

Además del quinto contenedor, al que solo se podrán echar los restos de carne, verduras, frutas y comida, el tratamiento de los biorresiduos requiere una red diferenciada para la recogida y el transporte desde las calles de los pueblos y ciudades hasta la planta de Ulea. 

La infraestructura necesaria para tratar los residuos orgánicos que producen las familias y las empresas de la Región incluye también la construcción de varias estaciones de transferencia de residuos orgánicos, una de las cuales estará en San Javier. 

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Las familias del municipio de Murcia pagarán el próximo año 28,35 euros de tasa de basura cada dos meses, según han indicado a La Opinión fuentes municipales. La previsión del Consistorio es que la tasa bimensual suba de 20,54 euros a 28,35 euros. 

De acuerdo con este cálculo, los vecinos del municipio pagarán el próximo año 4,17 euros más al mes en el recibo de la basura. Por otra parte, la Concejalía de Movilidad, Gestión Económica y Contratación de Murcia ha avanzado que «mantendrá el bono social denominado ‘Basura cero’, que recoge bonificaciones del recibo por valor de un millón de euros para familias vulnerables o con necesidades especiales, como las numerosas».

El alcalde de San Javier, José Miguel Luengo, prevé que el recibo subirá 1,66 euros al mes. El regidor calcula que el coste anual de esta tasa pasará de los 59 euros actuales a 78 en 2024.

Cartagena no ha precisado cuánto supondrá la aplicación del impuesto en 2024, aunque señala que trabaja para que «el mayor número de personas tenga bonificaciones». El Ayuntamiento añade que esperaba «una rectificación del Gobierno central» y señala que en 2024 «no tendrá más remedio que repercutirlo».

También el Ayuntamiento de Murcia ha acusado al «PSOE sanchista de subir un 30% la tasa de basura a las familias murcianas».

La incorporación del nuevo tributo estatal a las ordenanzas fiscales de los ayuntamientos está provocando un cruce de acusaciones entre los partidos, dado que el PP trata de responsabilizar al Gobierno de Pedro Sánchez de la subida de los recibos que va a aplicar el próximo año.