El SMS sanciona con 9 meses de suspensión al anestesista que intervino a Sara Gómez

La resolución concluye que cometió una "falta grave" en materia de incompatibilidad

La familia lo considera insuficiente y asegura que se han omitido otras denuncias con otras víctimas en años anteriores

Concentración de la familia de Sara Gómez en 2022 en Cartagena.

Concentración de la familia de Sara Gómez en 2022 en Cartagena. / Ivan Urquizar

Alejandro Lorente

Alejandro Lorente

El anestesista que asistió al cirujano en la liposucción de Sara Gómez ha sido sancionado por el Servicio Murciano de Salud a 9 meses de suspensión de funciones. La Gerencia del SMS abrió el pasado año un expediente disciplinario tras la denuncia de la familia en la que se aseguraba que este profesional participó en la operación llevada a cabo en la clínica Virgen de la Caridad en horario de mañana cuando sólo podía hacerlo algunas tardes.

El fallecimiento de Sara Gómez en enero de 2022, tras haberse sometido a una lipoescultura, provocó una gran controversia en el país. La familia denunció los hechos para asegurar que en la operación de la mujer se produjeron múltiples irregularidades fatales para la víctima y logró que el caso, ya judicializado, promoviera la 'ley Sara' para que, legalmente, se ofrezcan todas las garantías que debe tener una intervención quirúrgica en el ámbito estético.

En su resolución, el SMS concluye que el anestesista es responsable de la comisión de una ‘falta grave’ por el “incumplimiento de los plazos en materia de incompatibilidades”.  Explica el SMS que la sanción viene motivada por no haber solicitado la actualización de la compatibilidad para ejercer actividades privadas, una vez que quedó sin efecto la que tenía de enero de 2011, que le fue concedida en su puesto de trabajo de anestesista en el Hospital General Universitario Los Arcos del Mar Menor. Añaden las conclusiones que el anestesista debió solicitarla nuevamente, cuando obtuvo en Comisión de Servicios el nuevo puesto de trabajo de Jefe de Sección de Anestesia y Reanimación.

Sobre los motivos por los que no se ha tipificado la falta como “muy grave”, la resolución explica que en estos casos eso se reserva para situaciones donde la actividad ejercida no es susceptible de reconocimiento de compatibilidad. Contra la resolución cabe interponer un recurso de alzada ante la Consejería de Salud en el plazo de un mes.

La familia de Sara Gómez, frente a loz juzgados en 2022 tras la declaración del cirujano.

La familia de Sara Gómez, frente a los juzgados en 2022 tras la declaración del cirujano. / LOYOLA PEREZ DE VILLEGAS MUÑIZ

Práctica habitual en el SMS

Cabe destacar que, en sus alegaciones, la defensa del anestesista argumentó que cuando se le autorizó la jefatura de sección no se le requirió la nueva compatibilidad para el desempeño del referido puesto, “que se realizaba en las mismas condiciones de jornada y horarios”. Además, asegura que era “práctica habitual en todo el SMS no requerir nueva solicitud de compatibilidad” en casos como el suyo “limitándose a hacer constar esta circunstancia en las nóminas”.

La familia, "totalmente insatisfecha"

Desde la familia aseguran a La Opinión que están “totalmente insatisfechos”, señala el hermano de Sara, Rubén Gómez, que considera la falta debería haber sido tipificada como ‘muy grave’ (2 años y medio de suspensión), tal y como pidió la instructora del expediente. Gómez añade que “se ha omitido que nosotros presentamos nuevas denuncias con otras víctimas de años anteriores que demuestran que hubo una reincidencia temporal en esta conducta”.

Más allá de esta sanción administrativa, la familia de Sara sostiene que se han demostrado dos cosas que siempre han defendido: “Primero que para disimular esta continua y gravísima irregularidad se hizo pasar por otro anestesista y falsificó documentación médica (está siendo investigado por este delito), y lo más importante, que esta situación de irregularidad más la supuesta falsedad, afectó y condicionó desastrosamente en el trato médico con su paciente, y ello explica las tres largas horas que Sara fue prácticamente abandonada a su suerte mientras se desangraba en el Virgen de la Caridad”.

Según Gómez, aquel día el anestesista se enfrentaba a dos problemas graves, su incompatibilidad y el estado de su paciente, “que se moría bajo su cuidado, y lo que está claro y demostrado es que uno condicionó el otro, sin duda”.

"Haremos lo posible por recurrir esta sentencia, y sobre todo, iremos con la mayor contundencia posible en el proceso penal", afirma el hermano de Sara, que concluye señalando que es "triste que la Consejería de Salud de Murcia, sabiendo todo esto no actuara de oficio, y hayamos tenido que ser nosotros, la familia, quienes denuncien todos estos hechos. El corporativismo médico, incluso en un homicidio, es algo que se ha normalizado."