Aviación

Déficit de personal entre los pilotos de Emergencias de la Región de Murcia

El elevado coste de la licencia, de entre 60.000 y 70.000 euros, unido a las condiciones laborales "bastante justas" hace que la mayoría de los estudiantes prefieran la estabilidad y la seguridad de la aviación comercial

Cada vez hay más jubilaciones y no hay relevo generacional para quienes dirigen estos helicópteros que dan cobertura, por ejemplo, al centro regional de emergencias 112

El equipo de rescate sube al helicóptero de Emergencias.

El equipo de rescate sube al helicóptero de Emergencias. / Marcial Guillén/EFE

Daniel Marín/EFE

"Falta gente que se quiera dedicar a esto. Cada vez hay más jubilaciones y no tenemos un relevo generacional", señala el piloto de helicópteros de emergencias Carlos Navarro, quien apostilla que las condiciones laborales "son bastante justas" por lo que la mayoría de estudiantes de las academias de vuelo prefieren trabajar en la aviación comercial.

Navarro comenzó a pilotar helicópteros de rescate y de extinción de incendios en 2014, y en la actualidad también es instructor de los cursos de especialización para ese tipo de labores en Rotorsun, una empresa de Águilas contratada por la Comunidad para dar cobertura aérea (helicóptero y tripulación) al centro regional de emergencias 112.

En la base aérea de Alcantarilla, donde se encuentra uno de los 3 helicópteros arrendados por el Gobierno regional (los otros están en la base de Zarcilla de Ramos, en Lorca, y en la de la Sierra de la Pila, en Abarán), el comandante de vuelo explica que el primer paso para ser piloto de cualquier tipo de nave es conseguir la licencia comercial, que cuesta entre 60.000 y 70.000 euros, con un periodo de formación de dos años y medio.

"Muchos de los alumnos que hacen el curso para conseguir la licencia tienen acuerdos con las compañías aéreas comerciales antes de terminar la formación, lo que reduce bastante el número de pilotos que optan por otras especialidades", añade Navarro.

Carlos Navarro en el helicóptero del Consorcio Provincial de Bomberos tras regresar de trabajar en la Vall d’Ebo.

Carlos Navarro en el helicóptero del Consorcio Provincial de Bomberos tras regresar de trabajar en la Vall d’Ebo. / PILAR CORTES

Así, apunta que el elevado coste de la licencia, unido a que la mayoría de los estudiantes prefieren la estabilidad y la seguridad de la aviación comercial, hace que se desconozcan otras salidas profesionales como la de piloto de operaciones de carga externa, en la que, por ejemplo, se emplea el helicóptero para desplegar grandes infraestructuras como tendidos eléctricos o antenas a zonas de montaña donde no pueden llegar los vehículos terrestres.

En España hay unas 5 compañías de instrucción especializada, una de ellas Rotorsun, que ofertan lo que se conoce como cursos de habilitación, con un precio de 25.000 euros y una duración de entre 3 y 4 meses, "con los que el trabajo está garantizado, porque hay mucha falta de pilotos especializados", afirma Navarro.

Afrontar situaciones "mortales"

En cuanto su trabajo, afirma que el factor psicológico es fundamental debido a que deben hacer frente a situaciones límites, "que en la mayoría de las veces salen bien, con resultados muy satisfactorios, pero cuando se complican pueden llegar a ser muy duras".

En este sentido, Navarro cuenta que en 2005, en un incendio forestal en Guadalajara (Castilla-La Mancha), un mal posicionamiento a la hora de abordar el fuego provocó el "atrapamiento mortal" de 11 de sus compañeros, que fueron alcanzados por la llamas y murieron.

Interior del helicóptero.

Interior del helicóptero. / Marcial Guillén/EFE

"Fue un error táctico. Un fallo de estrategia. No estábamos preparados para aquella deflagración", comenta Navarro, que participó en aquel operativo de extinción como bombero forestal y al que todavía se le pone mala cara cuando recuerda que tras la tragedia tuvieron que seguir trabajando 4 días más para dar por controlado el incendio.

En esta línea, asegura que ese fue uno de los momentos más trágicos que le ha tocado vivir en los 23 años que lleva apagando incendios y salvando vidas, y esgrime que los últimos incendios forestales originados en la Región de Murcia suelen ser provocados por rayos, que en lo que llevamos de año han duplicado las cifras de 2022.

Un helicóptero de 8 millones de euros

El helicóptero de emergencias que pilota Navarro pesa unas tres toneladas y media, está valorado en unos 8 millones de euros, tiene una capacidad para 12 ocupantes, dispone de herramientas y accesorios para el rescate y la extinción como una grúa y un "bambi" (bolsa externa con capacidad para 1.200 litros de agua), y está operativo desde las 9.30 horas hasta el ocaso, puesto que este tipo de naves no vuelan por la noche.

De esta forma, cada mañana participa en una reunión con el resto de miembros de la brigada de Alcantarilla (un coordinador jefe, un agente medioambiental, otro piloto de helicópteros y ocho bomberos forestales) en la que habla de la actuaciones más recientes y las posibles deficiencias o puntos débiles observados en las operaciones, para después quedarse todos prevenidos ante cualquier emergencia que pueda surgir.

"Entre nosotros nos apoyamos mucho. Nos contamos las vivencias y aprendemos a relativizar", remarca el piloto a la hora de hablar del ambiente laboral en la base aérea de Alcantarilla, quien concluye que "el peligro y el riesgo unen".