Entrevista | Onésimo Samuel Hernández Gómez Autor de la tesis sobre la publicidad del Mar Menor y profesor en la UMU

"Si no recuperamos Portmán o la laguna, tendremos que apostar por un turismo del desastre"

El experto en Publicidad opina que la creación de una marca turística para el ‘Mar Menor’ "sería beneficiosa para la proyección del destino"

Onésimo Hernández sostiene su tesis en su vivienda de la Cala del Pino, en La Manga del Mar Menor.   | IVÁN URQUÍZAR

Onésimo Hernández sostiene su tesis en su vivienda de la Cala del Pino, en La Manga del Mar Menor. | IVÁN URQUÍZAR

Alberto Sánchez

Alberto Sánchez

¿Por qué analizar la particularidad turística y promocional del Mar Menor?

Porque quizás sea uno de los destinos más paradójicos. La identidad cultural de la zona está definida por la ubicación geográfica, que la convirtió en un enclave estratégico del Mediterráneo, la geología que hizo posible que se desarrollase la actividad minera, esa que en gran parte hizo de la histórica ciudad de Cartagena un lugar codiciado a lo largo de los siglos por diferentes civilizaciones, que enriquecieron la ciudad dejando un importantísimo legado patrimonial. Pero, además, la minería fue la que posibilitó el desarrollo de manifestaciones culturales como el flamenco, e incluso de La Manga del Mar Menor, puesto que su primer promotor era descendiente de uno de los más importantes industriales mineros de la sierra. Así pues, la actividad minera es esencial para comprender el devenir histórico de la zona, convirtiéndose en un territorio de gran valor. Sin embargo, en esta zona también se han producido varios de los desastres medioambientales del país.

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¿Qué puede fallar o de qué carece la publicidad turística convencional del Mar Menor?

Las campañas de publicidad han sido siempre más genéricas y han tratado de visibilizar los distintos productos turísticos de la Región. Es cierto que durante unos años la marca de la Región de Murcia fue Costa Cálida, pero se centraba en el producto de sol y playa de todo el litoral murciano. En la actualidad existe la marca Puerto de Culturas para la ciudad de Cartagena, pero no existe una marca para el Mar Menor. A mi juicio, que existiese una marca turística Mar Menor sería beneficioso para la proyección del destino. Pero creo que se debería ir a más y que esa marca turística pudiese incluir denominaciones de origen como la de Pescado del Mar Menor, o incluso Agricultura Ecológica del Mar Menor. Sin embargo, creo que sería consecuente que la marca englobase la Sierra Minera de Cartagena-La Unión que, para mí, es un eje vertebrador de los productos turísticos de la zona.

« En los programas se ofrece una visión veraz, pero se dedica menos tiempo al desastre que a las virtudes del lugar»

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Con la situación actual del Mar Menor, la imagen que se traslada por formatos audiovisuales es negativa.

Evidentemente en los últimos años se ha trasladado una imagen negativa sobre la zona, sobre todo por el estado del Mar Menor. Sin embargo, debido al elevado número de piezas audiovisuales producidas, la gran mayoría representan aspectos positivos. A pesar de esto, el impacto de las piezas negativas es enorme y obviamente repercute en una mala imagen del destino. Sin embargo, la visibilización y difusión de estas imágenes debería servir como revulsivo para las administraciones, cuya obligación es actuar de manera inmediata con medidas que posiblemente sean negativas para algunos sectores a corto plazo, pero que serán beneficiosas para todos a largo plazo, incluso para aquellos sectores que ahora mismo puedan verse perjudicados. Es inútil pensar que de un año a otro el estado de las aguas va a cambiar. Llegados a este punto, creo que todos somos conscientes de la gravedad del problema y de que la solución es a largo plazo. A pesar de esto, incido en la idea de que el único desastre ambiental de la zona no es el del Mar Menor y que se debería comenzar a invertir en la recuperación de otros como la Sierra Minera o la Bahía de Portmán. Si no, tendremos que apostar por un turismo del desastre y ese será nuestro aspecto diferenciador.

¿Cómo ve que ha cambiado la promoción turística del Mar Menor en los últimos años?

Se aprecian cambios significativos. Si bien es cierto que el Mar Menor era uno de los elementos más visibles, tras el deterioro de la laguna, el foco ha ido cambiando de destino. Por ejemplo, del litoral oeste se ha pasado de una gran relevancia de San Javier y Los Alcázares a un auge de San Pedro del Pinatar que se ofrece como municipio de descanso alternativo, no tan afectado por el mal estado de las aguas, debido a que posee playas en el Mediterráneo.  También se aprecia cómo toman valor otros productos turísticos como el buceo, sobre todo en la zona de Cabo de Palos. Evidentemente, la transformación de la ciudad de Cartagena no ha pasado desapercibida y gran parte de la atención se ha centrado en ella. Sin embargo, quizás el dato más relevante sea cómo la atención se traslada al oeste de la comarca. Hasta la última década no habíamos encontrado ninguna pieza localizada en la zona de Cabo Tiñoso y la Azohía, un producto turístico que relacionan con la naturaleza y el medio ambiente.

«La Sierra Minera, para mí, es un eje vertebrador de los productos turísticos de la zona»

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¿Debe cambiar algo el formato de la publicidad del Mar Menor? La que hay ahora, ¿muestra una imagen que no se corresponde con la realidad?

A pesar de que en la actualidad la autenticidad es un valor a tener muy en cuenta en la publicidad turística, la publicidad siempre seduce, en cierta medida, para hacer más deseable el producto. Es cierto que esto no tendría por qué ocurrir en los materiales no publicitarios, pero en cierta medida también ocurre. Hemos podido observar cómo, aunque se trate el tema de la situación actual de la laguna, paralelamente se visibilizan otros aspectos que hacen que el destino siga siendo atractivo. En estos programas se ofrece una visión veraz, pero es cierto que se dedica menos tiempo al desastre que a las virtudes del lugar.

¿Qué cree que se puede mostrar del Mar Menor sin que afecte a la promoción turística?

Desgraciada o afortunadamente el audiovisual presenta limitaciones a la hora de representar la experiencia, así que todo es susceptible de ser comunicado de una manera persuasiva. El conocimiento previo puede influir, pero si el espectador ve una imagen del Mar Menor o de la espectacular Sierra Minera de Cartagena-La Unión y no se contextualiza narrativamente, puede ser percibida como una imagen idílica. Sin embargo, todos los que tenemos cierto conocimiento sobre los problemas existentes extraemos un plano connotativo que es perjudicial. A pesar de ello, existen muchos elementos que siguen siendo recursos totalmente válidos y deseables: la cultura, el patrimonio, la gastronomía, el carácter, las artes tradicionales de pesca, los deportes náuticos, el clima, etc. Quizá, con el desarrollo de la realidad virtual, la publicidad pueda utilizar esta tecnología como una experiencia en sí misma y en un futuro no sea ni siquiera necesario visitar los destinos físicamente y de esa manera puedan ser recreados eliminando cualquier tipo de aspecto negativo.