La Comunidad pide prudencia a los municipios del Mar Menor que reclaman las redes antimedusas

Las imágenes de miles de medusas surcando las aguas del Mar Menor estos días ha soprendido tanto a científicos, turistas como a los vecinos de los municipios ribereños. Los ayuntamientos de Cartagena, San Javier y San Pedro del Pinatar han reclamado al Gobierno regional la instalación de las redes antimedusas en sus zonas de baño pese a la recomendación de los expertos de no instalarlas. Los Alcázares es el único que no ha solicitado estas protecciones en sus playas.

El consejero de Medio Ambiente y Mar Menor, Juan María Vázquez, ha pedido paciencia a estos municipios para comprobar durante los próximos días cómo evolucionan las poblaciones de determinadas especies. El problema reside en la proliferación de varias especies a la vez: "Se ha producido una coincidencia de poblaciones de medusas simultáneas que lo que requieren es prudencia", destacaba el responsable de Medio Ambiente esta mañana en Cartagena, donde ha dejado claro que su instalación o no dependerá de los criterios científicos.

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Vázquez ha recordado que la laguna está "extremadamente frágil", por lo que "hay que tener muy clara cada medida que se vaya a tomar. Estamos monitorizando la densidad de poblaciones de medusas diariamente". Los especialistas consultados por la Comunidad aconsejan, según el consejero, "que seamos cautos. Nos trasladan que esta proliferación se debe a la transparencia de las aguas del Mar Menor, que ha permitido que la luz alcance el fondo en muchas zonas donde no estaban alcanzándola en años pasados, y eso ha hecho que los pólipos se hayan transformado en las poblaciones de medusas que vemos". Añade que también ha influido la alta temperatura del agua.

El infome elaborado por los investigadores de la Universidad de Murcia, Ángel Pérez Ruzafa y Alfredo Fernández-Alías concluye que instalar las redes antimedusas este verano es "desaconsejable", ya que "resulta contraproducente y debe considerarse con extrema precaución". Estas barreras en las zonas de baño producen mortandad en ciertas especies de peces o los propios caballitos de mar, al tiempo que quedarían tapizadas de ova verde al hacer de barrera frente a las corrientes marítimas. "La acumulación de materia orgánica, seguida de la degradación de la misma, implica enfangamiento de las playas, malos olores y un consumo de oxígeno".

Ambos expertos reclamaban "evitar los mensajes alarmistas" a la vez que recordaban que las dos especies que han proliferado ahora mismo no son urticantes. "Hay que concienciar sobre el papel ecológico de las especies de medusas en el Mar Menor".