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Abiomur: capital, impacto y talento biotecnológico

La Asociación de Bioempresas de la Región de Murcia nace con la vocación de trasladar a la sociedad el valor de su actividad y de sus beneficios sanitarios, agroalimentarios y ambientales

Las empresas biotecnológicas se caracterizan por trabajar en proyectos con un alto contenido científico utilizando procesos biológicos. | L.O.

Las empresas biotecnológicas se caracterizan por trabajar en proyectos con un alto contenido científico utilizando procesos biológicos. | L.O. / l.o.

La Opinión

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Abiomur, Asociación de Bioempresas de la Región de Murcia, se ha puesto de largo ante la sociedad con motivo de la celebración de la II Jornada de Biotecnología organizada por el INFO en colaboración con el diario La Opinión el pasado viernes. Murcia, cuya industria biotecnológica viene estando entre las que más crecen en España durante los últimos años, conforme a los informes de Asebio, se suma así a las regiones más avanzadas en esta industria, también en lo que respecta a asociacionismo empresarial. El gran valor estratégico de las empresas biotecnológicas para todos los países y regiones se debe a que se caracterizan por trabajar en proyectos con un alto contenido científico utilizando procesos biológicos; o sea, involucran la actividad de organismos vivos. Suelen ser proyectos tecnológica e industrialmente complejos, prolongados y sujetos a una exigente regulación.

Cuando tienen éxito, resultan con frecuencia en soluciones innovadoras y sostenibles a importantes desafíos, que mejoran la calidad de vida de los ciudadanos, la atención de los pacientes, o la calidad del ambiente y, siempre, la competitividad económica de la sociedad. Abiomur nace con la vocación de trasladar a la sociedad y a las instituciones el valor de su actividad y de sus beneficios sanitarios, agroalimentarios y ambientales. Pueden ser socios empresas estrictamente biotecnológicas, así como empresas trabajando en desarrollos biomédicos que encaran el mismo recorrido regulatorio para llevar sus productos al mercado, como ocurre con las de dispositivos médicos. Además, según la pauta establecida por la asociación nacional, Asebio, también pueden ser asociados fondos de capital riesgo, clubes de inversión, centros de investigación y otras fundaciones e instituciones vinculadas a este tipo de actividades.

Tres cuartas partes de las empresas de Abiomur son emergentes que  han nacido de la actividad investigadora. l.o.

Tres cuartas partes de las empresas de Abiomur son emergentes que han nacido de la actividad investigadora. l.o. / l.o.

Como es de esperar por la naturaleza de esta industria, los socios de Abiomur destacan por su proyección internacional desde las etapas más tempranas, así como su capacidad de fijar y de atraer talento y capital altamente especializados. De sus actuales 22 socios, tres cuartas partes de las empresas de Abiomur son emergentes (a veces denominadas startups) que han nacido de la actividad investigadora. Sus empresas tienen de media una tercera parte de su personal doctorado, la máxima titulación universitaria. Dos terceras partes de los socios tienen todo su personal con titulación universitaria. Desde el inicio estas empresas suelen incorporar procesos de negocio sofisticados tales como patentes internacionales, acuerdos de licencia o de desarrollos técnicos conjuntos con multinacionales, consejos asesores científicos, o alianzas estratégicas. Debido tanto a estos procesos, cuanto a la alta cualificación de partida y a los proyectos de investigación previos, estas empresas prácticamente nacen «internacionales». Las empresas de Abiomur suelen trabajar desde su constitución en 6-7 países en promedio. El 25% de los socios son empresas que ya comercializan sus soluciones en más de diez países. Abiomur cuenta entre sus filas con líderes tan conocidos como la premiada Agrosingularity, cuyo proyecto ha atraído inversores por más de 3 millones de euros, o Lorca Marín, que comercializa sus productos en 18 países.

El primer Comité Ejecutivo está encabezado por su presidente, Joaquín Gómez Moya, CEO de Viva In Vitro, primera empresa derivada del IMIB; Rafael Valverde, vicepresidente para Salud y CEO de Inbentus, la conocida fabricante de ventiladores mecánicos para pacientes críticos; y Javier Lucas, de las ciezanas Grupo AgroLucas e Innovaciones Agronómicas LucasBiotech, vicepresidente para Agro. El secretario general es el conocido abogado Toni Vilaplana. La actividad de Abiomur ya ha comenzado y está centrada en representar los intereses de sus socios, el entendimiento con todas las instituciones e industrias, así como en cooperar en la organización de actividades y plataformas que atraigan inversión, talento y clientes a la industria regional de la mano de universidades, aceleradoras, entidades financieras y gestores de capital riesgo.