Economía

La Región aspira a ser la capital española de la biotecnología

El desarrollo de herramientas de diagnóstico y tratamiento de enfermedades genera una industria pionera, al igual que ha ocurrido con los trasplantes

La inversión tecnológica atrae al capital exterior

Joaquín Gómez Gómez, Ana Polanco,Joaquín Gómez Moya y Javier Lucas, en la II jornada sobre Biotecnologíaorganizada por La Opinión y por elINFO.  JUAN CARLOS CAVAL

Joaquín Gómez Gómez, Ana Polanco,Joaquín Gómez Moya y Javier Lucas, en la II jornada sobre Biotecnologíaorganizada por La Opinión y por elINFO. JUAN CARLOS CAVAL / m.j.gil

María José Gil

María José Gil

La Región aspira a ser la capital española de la biotecnología, de igual forma que lidera los trasplantes y que ha sido desde hace décadas un referente en investigación agraria y agroalimentaria. Más de una veintena de compañías murcianas trabajan en el desarrollo de nuevas herramientas tecnológicas de diagnóstico y de tratamientos sanitarios, que en algunos casos necesitarán diez años para su maduración, pero que ya están revolucionado las terapias aplicadas en toda Europa. La inversión en actividades de I+D en este sector alcanzó en 2021 los 52 millones de euros, que representan el 2,3% de la aportación nacional.

Los expertos que este viernes han participado en la II Jornada de Biotecnología. Tendencias en España y en la Región de Murcia, organizada por La Opinión y por el Instituto de Fomento, auguran una eclosión del «ecosistema» empresarial que se está consolidando en Murcia, especialmente dentro del ámbito biosanitario. En la mesa redonda ejerció de moderador Joaquín Gómez Gómez, director del INFO.

Fernando Gómez Moya, presidente de la Asociación de Bioempresas de la Región de Murcia (Abiomur), explicó que estas compañías además ser pioneras en la investigación biomédica, deben encontrar vías de financiación para atraer al capital dispuesto a invertir en su proyecto. «Somos empresas cuya actividad está basada en organismos vivos y tenemos una gestión muy compleja», apuntó.

La organización que preside, de reciente creación, está integrada por 22 compañías tecnológicas, que han aportado en apenas unos años nuevos dispositivos tecnológicos que están siendo utilizados por equipos de distintas especialidades médicas como apoyo para el diagnóstico de enfermedades y la planificación quirúrgica, además de nuevas terapias.

También forman parte de Abiomur empresas que trabajan en biotecnología agria, una de las ramas de la investigación científica con mayor arraigo en la Región, dado que instituciones como el Cebas o el Imida y las universidades hace décadas que situaron a la Región en la vanguardia internacional. «El trabajo de Abiomur tiene que ser el de tender puentes. Aquí no sobra nadie, somos la Huerta de Europa y somos líderes en transplantes. Tenemos que aprender a hacer alianzas», defiende.

Ahora, las aplicaciones tecnológicas permiten que pequeñas compañías de la Región estén liderando las investigaciones y saquen al mercado productos con un gran valor añadido. «Somos empresas que hemos surgido de la actividad científica e investigadora. Hablamos también de nanotecnología, supremacía cuántica o inteligencia artificial», indicó Gómez Moya.

A su juicio, de igual forma que Málaga ha sabido orientar su desarrollo y se ha convertido en un polo de atracción de las nuevas tecnologías, la Región se está configurando como un vivero de las startups de la biotecnología, cuya aportación a los tratamientos médicos y hospitalarios alcanzará un peso muy importante en el PIB regional a medida que vayan madurando los proyectos. «Estamos en una nueva economía. La ciencia y la tecnología son fundamentales para generar actividad económica». Gómez Moya destacó también la capacidad de las empresas del sector para atraer capital internacional.

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El director del Instituto de Fomento, Joaquín Gómez Gómez, ha propuesto que Murcia acoja la edición de Biospain de 2025, el encuentro organizado por la Asociación Española de Bioempresas (Asebio). Javier Gómez destaca que la Región es una de las comunidades autónomas con mayor crecimiento en el gasto en I+D en Biotecnología y se ha convertido en un referente por el empuje de las empresas murcianas, que han sacado al mercado desde respiradores a nuevas aplicaciones para diagnosticar el avance de las infecciones en los pacientes o secuenciar el ADN para encontrar soluciones a enfermedades raras. «¿Qué pasa en Murcia?», dice Gómez que le preguntan desde otras agencias de desarrollo regional.

Ana Polanco, presidenta de la Asocación Española de Bioempresas (Asebio), indicó que el sector «aporta el 1% del PIB nacional y genera empleo de calidad. Además de contribuir al bienestar y a la salud, es un dinamizador de la economía y de nuestro tejido empresarial. Es un sector muy potente en inversión en I+D. Tenemos muchos socios internacionales». Añadió que la inversión en I+D supera los 1.000 millones de euros.

Ana Polanco destacó que junto con las fórmulas tradicionales de financiación empresarial, en este sector también hay aportaciones mediante crowdfunding, una vía que genera parte de la inversión.

Precisó que las empresas dedicadas a la investigación tecnológica se verán beneficiadas por un cambio en la normativa europea que permite mantener la consideración de startup hasta los siete años, dado que el periodo de maduración de los avances tecnológicos necesita una hasta una década.

Javier Lucas, gerente del Grupo AgroLucas, señaló que las empresas tecnológicas «tienen que vender mucho para mantener la estructura y sus procesos», mientras que «hay soluciones disruptivas que no caben en ningún cajón». Sin embargo, Lucas apuntó que en este momento «se están utilizando los mismos fertilizantes que hace 60 años. Hay que cambiar». Añadió que la conexión entre las empresas y entre «las personas que formamos las distintas empresas» puede ayudar a afrontar también los retos a los que se enfrenta la Región. «Somos un referente en agricultura y en el uso de biotecnología para la agricultura», afirmó.

Pere Condom, profesor de la Universidad de Girona y socio BHV Partners, explicó que las primeras experiencias en biotecnología surgieron en dos universidades de Estados Unidos en los años 70, que dieron lugar a la creación de una empresa, a través de la cual se produjo la transferencia de la tecnología obtenida al mercado, de igual forma que hacen las universidades en la actualidad a través de las OTRI. Condom resaltó la importancia que tiene el ciclo de transferencia no solo de la tecnología, sino también «de las personas dedicadas a crear empresas tecnológicas».

El empleo tecnológico triplica la productividad del resto de actividades

La biotecnología emplea a 118.000 personas en toda España, cuya productividad «triplica a la del resto de empleos del país», según manifestó la presidenta de la Asociación Española de Bioempresas (Asebio), Ana Polanco, durante su intervención en la II Jornada de Biotecnología organizada por La Opinión y el Instituto de Fomento. Esta cifra representaba el 0,65% del total del empleo nacional en 2021. En todo el país hay unas 4.400 empresas, aunque 900 son «puramente tecnológicas».

En la Región las empresas del sector suman ya en torno a un millar de empleos, según indicó el director del Info, Joaquín Gómez. En 2021 representaban ya en torno al 14% de las actividades de I+D y contaban con un 33% de personal doctorado.

La organización murciana Abiomur está integrada por 22 compañías dedicadas al desarrollo de herramientas de diagnóstico y terapias médicas y veterinarias, además de empresas que investigan en el sector agrario.

En 2021 las biotecnológicas españolas han incrementado casi un 8% su facturación superando los 13.000 millones de euros (1,1% del PIB total). El impacto en la recaudación fiscal de estas empresas ascendió a 4.521 millones de euros, lo que representa el 0,4% del PIB.