Economía

Trabajo pone el ojo en 600 ETT y en las usuarias que tienen fijos discontinuos

La Inspección desarrolla una campaña en toda España contra el fraude en la contratación

Un jornalero trabaja en
una plantación del Campo
de Cartagena.  F.J.

Un jornalero trabaja en una plantación del Campo de Cartagena. F.J. / M.J.GIL

María José Gil

María José Gil

La Inspección de Trabajo ha enviado cartas a unas 600 empresas de trabajo temporal de la Región (ETT) y a las compañías usuarias de los servicios que ofrecen para alertarlas de que ha detectado anomalías en la contratación de los trabajadores fijos discontinuos. El objetivo de estas misivas, que el Ministerio de Trabajo está enviando a las empresas antes de poner en marcha las campañas de inspección que desarrolla en toda España para verificar el cumplimiento de los cambios en la contratación introducidos por la reforma laboral, es conseguir una regularización voluntaria de los contratos que pueden considerarse en una situación fraudulenta.

Según explicó a La Opinión el director territorial de la Inspección de Trabajo en Murcia, Fernando Vélez, este tipo de advertencias se produce, por ejemplo, «cuando se detecta que hay un trabajador contratado como fijo discontinuo durante once meses al año», lo que indica que se está cubriendo un puesto «de carácter indefinido» con una modalidad de contrato destinada a personas que realizan trabajos estacionales.

Vélez precisó que a las empresas en las que se encuentra algún tipo de irregularidad o de incongruencia al cruzar los datos de los trabajadores fijos discontinuos con la información que revela el tiempo real que permanecen de alta en la Seguridad Social y la actividad que desarrollan a lo largo del año «se les invita a transformar los contratos» que pueden estar en situación irregular.

Un ordenador cruza datos de las empresas y detecta las anomalías

La informática se ha convertido en el arma más eficaz para perseguir el fraude en la contratación y está permitiendo poner fin a la rotación de contratos que ha venido produciéndose en la Región durante las últimas décadas. 

El Ministerio de Trabajo ha incorporado un gran ordenador que le permite cruzar los datos de los contratos de los trabajadores con los movimientos de altas y bajas en la Seguridad Social y la información de carácter fiscal de las empresas para detectar cualquier situación anómala que pueda ser interpretada como un indicio de irregularidades.

Según ha explicado a La Opinión el director territorial de la Inspección de Trabajo, Fernando Vélez, el cruce de la información procedente de distintos registros permite elaborar un listado de empresas en las que existen sospechas de fraude. 

Añadió que esta nueva herramienta «facilita el trabajo a los inspectores», que antes debían realizar un peinado de los datos procedentes de la Seguridad Social y de otras instituciones para realizar cualquier comprobación.

Por su parte, el secretario general de CC OO en la Región, Santiago Navarro, asegura que el sindicato ha detectado irregularidades en la aplicación de este contrato en las ETT, que también han tenido que adaptarse a los cambios legislativos en vigor desde hace un año.

Esta modalidad establece un orden de incorporación paulatina de los trabajadores a su puesto en función de su antigüedad, que da preferencia a los empleados que más tiempo llevan en la empresa y les garantiza un mayor número de días de trabajo.

Sin embargo, Navarro asegura que algunas ETT han optado por «tener a un grupo trabajando durante unos tres meses para después llamar a otros contratados para otros tres meses», ignorando el orden de llamamiento, que es uno de los pilares del contrato fijo discontinuo.

Según las estimaciones del director territorial de la Inspección, el Ministerio ha enviado cartas a unas 600 ETT y empresas usuarias de sus servicios animándolas a regularizar los contratos que no responden a la normativa actual.

El pasado 30 de marzo se cumplió un año de la entrada en vigor de la reforma laboral, que ha limitado el uso de la contratación temporal en las empresas a las situaciones que resultan totalmente imprevistas.

La legislación en vigor ha obligado a las ETT a convertir en fijos discontinuos a los trabajadores que ponen a disposición de las empresas del sector agrario, de la industria, de la hostelería y de otras actividades del sector servicios que registran incrementos de la producción.

Con la aparición de las ETT muchas compañías que tradicionalmente habían funcionado con una plantilla propia empezaron a recurrir a la cesión de personal, que les permitía reducir costes salariales al eliminar las vinculaciones laborales que podían generar derechos e indemnizaciones.

El reclutamiento a través de empresas intermediarias les ha permitido mantener una actividad permanente a lo largo de todo el año sin tener apenas personal en plantilla.

Pero esta sustitución de la mano de obra propia por la de trabajadores que las ETT que ponían a su disposición a lo largo de todo el año ha sido una práctica que ahora también está en el punto de mira de la Inspección de Trabajo.

En la Región los trabajadores con un contrato fijo discontinuo representan el 10,4% respecto a la población asalariada con relación laboral de duración indefinida, según los datos del CES.

Se ha producido de un repunte respecto a los años anteriores, pero ni siquiera es el máximo, que se produjo en 2016, cuando los fijos discontinuos llegaron a ser el 11,1%, dado que en 2022 también se han disparado los contratos fijos.

En España, el arraigo de esta modalidad característica de la Región era mucho menor.

Sin embargo, Baleares alcanza un 17,8%, debido a la utilización de esta figura en la hostelería.

Por otra parte, aunque el empleo fijo discontinuo en la Región «se caracterizaba hasta hace no mucho por su feminización, actualmente es mayoritariamente masculino».

La reforma laboral multiplica por cuatro la contratación discontinua

El número de contratos fijos discontinuos se ha disparado en la Región y en toda España con la reforma laboral, que entró en vigor a finales de marzo de 2022. Esa es una de las razones por las que el Ministerio de Trabajo ha puesto la lupa sobre esta modalidad, que ha supuesto la reconversión en fijos de muchos trabajadores que hasta ahora tenían contratos temporales.

Según los últimos datos del CES, se ha producido «un descomunal aumento del contrato fijo discontinuo con datos que son abrumadores: de unos 39.400 en 2021, incluidos los convertidos de temporales a fijos, se pasa a casi 181.300 un año más tarde», lo que supone que se han multiplicado por 4,6 en un año.

El aumento ha sido aún mayor en España, dado que se han firmado más de 2.319.000 en 2022 suponen 8,8 veces la cuantía del año anterior, hasta concentrar ya un tercio de toda la contratación fija».

Esta evolución ha tenido un impacto directo en la disminución de los contratos, dado que ha sido menor la rotación en el mismo puesto de trabajo.

En total, durante el pasado año se firmaron en la Región 766.831 contratos. Esta cifra representan un descenso de casi el 21% en relación a los 969.169 del año anterior. De ellos, 426.397 eran temporales y 340.434, indefinidos, que aumentaron un 263,2%, mientras que los primeros habían caído un 34,7%.

En España la contratación global bajó soló un 5,5%, aunque la evolución de los contratos fijos y temporales fue similar a la de la Región.

Los inspectores obligaron a hacer fijos a casi 5.000 trabajadores en 2022

La reforma laboral también disparó la reconversión de contratos temporales en indefinidos el pasado año en la Región. Casi 50.000 trabajadores eventuales habían pasado a ser fijos en diciembre de 2022, según los datos ofrecidos por el Servicio Púbico de Empleo Estatal SEPE. Las actuaciones realizadas por la Inspección de trabajo obligaron a las empresas de la Región a convertir en indefinidos a casi 5.000 de ellos.

El control del fraude en la contratación temporal es una de las actuaciones que la  Inspección de Trabajo mantiene de forma continuada. No obstante, en los primeros meses de este año ha realizado una campaña específica para detectar a los trabajadores eventuales que están desempeñando un puesto de trabajo permanente, por lo que deberían tener un contrato indefinido.

 Según los datos facilitados por el director territorial de la Inspección de Trabajo, las actuaciones realizadas por los inspectores han propiciado la reconversión de cerca de 5.000 contratos temporales en indefinidos. 

En total, el SEPE ha contabilizado 49.868 contratos fijos a trabajadores que habían sido eventuales.

 Cerca de 31.000 de los contratos reconvertidos se habían firmado como temporales dentro de la modalidad de circunstancias de la producción.

Otros 15.800 eran de obra y servicio y 1.922, de sustitución. 

La mayor parte de los beneficiarios eran hombres, dado que unos 30.000 dejaron de ser contratados temporales para convertirse en empleados fijos, mientras que el numero de mujeres que cambiaron su situación laboral dentro de la empresa se situó algo por encima de las 20.000.

De las casi 50.000 conversiones, 345 corresponden a personas con discapacidad.