Dos pruebas más a partir de mayo para pasar la ITV

Se trata, por un lado, del sistema de eCall, una funcionalidad de los vehículos de llamar automáticamente al 112 en caso de accidente y por otro la recogida de datos de consumo

Estación de Inspección Técnica de Vehículos. | L.O.

Estación de Inspección Técnica de Vehículos. | L.O. / l.O.

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Pasar la ITV con nuestro vehículo es muy importante por varias razones: aumenta la seguridad vial: la ITV es un filtro para evitar que circulen coches en mal estado que puedan causar accidentes por fallos mecánicos. Durante la inspección se revisan los elementos imprescindibles para garantizar el funcionamiento adecuado del coche, como la carrocería, el chasis, los cinturones de seguridad, las luces, los frenos, los neumáticos, el motor, etc.; reducir la contaminación: la ITV también controla las emisiones contaminantes y los tubos de escape de los vehículos, para asegurar que cumplen con la normativa medioambiental y que no emiten más gases nocivos de lo permitido y, por último, evitar sanciones: la ITV es un trámite obligatorio que hay que realizar cada cierto tiempo según la antigüedad y el tipo de vehículo. Si no se pasa la ITV se puede incurrir en una infracción grave que conlleva multas y la retirada del permiso de circulación.

Nuevas pruebas

A partir de mayo de 2023, los vehículos que pasen la Inspección Técnica tendrán que someterse a dos pruebas más: por un lado, el sistema de eCall y, por otro, la recogida de datos de consumo.

La primera nueva prueba consiste en comprobar que el sistema eCall funciona correctamente: una funcionalidad de los vehículos para llamar automáticamente al 112 en caso de «accidente de tráfico grave» regulada por la Unión Europea. Este test solo tendrán que realizarlo aquellos vehículos matriculados a partir del 31 de marzo de 2018. La segunda prueba trata sobre el consumo de los vehículos matriculados a partir del 1 de enero de 2021, aunque todavía está a la espera de los procedimientos de comprobación del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo según relata el medio El Español.

La Inspección Técnica de Vehículos es un proceso obligatorio que deben pasar todos los vehículos cada dos años entre los cuatro y diez primeros años de su matriculación. A partir de los diez años de matriculación del coche, deben pasarla todos los años.

El proceso de la ITV consta de diez partes comunes a todos los turismos en todas las empresas que prestan el servicio en todas las comunidades autónomas de España.

En primer lugar, se procede a la identificación del vehículo: se comprueba que tanto la marca como el modelo, el número de bastidor y la matrícula coinciden con la documentación (entre la que debe estar Tarjeta de Inspección Técnica original.

Después, se revisa el acondicionamiento exterior: la carrocería y el chasis y se comprueba que el vehículo no tiene «defectos de oxidación y/o corrosión. Tras esto, se analizan las lunas y parabrisas para certificar que no tienen ninguna afectación que pueda afectar a la visión del conductor.

En cuarto lugar, se revisa el acondicionamiento interior del vehículo: «se comprueba que los asientos sean los adecuados, estén perfectamente anclados a la carrocería y dispongan de los cinturones de seguridad reglamentarios». Inmediatamente después, se pasa a chequear el alumbrado y señalización mediante un regloscopio que comprueba la orientación de las luces (de cruce y carretera), así como que estén homologados, tengan el número reglamentario y estén en perfecto estado.

La revisión de las emisiones contaminantes es la sexta comprobación que se realiza a los vehículos en la Inspección Técnica, donde se analiza que los niveles de emisiones sean menores a los legales. Tras esto, se pasa a estudiar el estado de los dispositivos de freno mediante un frenómetro.

Por último, se comprueba el buen estado y funcionamiento de la dirección; de los ejes, ruedas, neumáticos y suspensión; y del motor y transmisión.

¿Para qué sirve la ITV?

La ITV garantiza que los vehículos que la pasan positivamente cumplen con las condiciones de seguridad y de conservación del medio ambiente exigibles legalmente. No importa la edad que tenga un vehículo: si ha pasado la ITV es señal de que no contamina.

Por tanto cualquier medida que obligue a los propietarios de vehículos antiguos a comprar otro coche para evitar la contaminación, es una medida muy sospechosa. Puede considerarse un grave atentado contra la libertad de todos y principalmente de las personas con poco nivel económico.

Si se quiere luchar contra la contaminación, vigílese más a los coches que están mucho rato parados con el motor encendido y a los que echan humo negro en las carreteras, y rebájense si se quiere, los límites de velocidad.