Social

Desgaste emocional en los equipos que atienden violencia de género

Un estudio de tres investigadoras de Psicología de la UMU y Columbares demuestra las secuelas que tiene para estos profesionales trabajar con el dolor ajeno y piden herramientas para afrontarlo

Presentación del estudio sobre trauma vicario en la Facultad de Psicología y Logopedia de la UMU. | L.O.

Presentación del estudio sobre trauma vicario en la Facultad de Psicología y Logopedia de la UMU. | L.O. / ANA GARCÍA

Ana García

Ana García

Trabajar con personas que han sufrido un trauma o que se están recuperando de una etapa de sus vidas en la que han sido víctimas de violencia de género termina pasando factura a los profesionales de estos equipos. Así lo indican las autoras del estudio ‘Trauma vicario en profesionales expuestos a violencia de género’ que fue presentado este miércoles en la Facultad de Psicología y Logopedia de la Universidad de Murcia (UMU).

Carmen Yago, Carmen Martínez y Consuelo Paterna forman parte del Grupo de Investigación de Psicología Social Aplicada de la universidad y en el encuentro dieron a conocer una realidad que, según dijeron, necesita de herramientas para hacerle frente.

E n el trabajo se ha analizado la situación de 407 profesionales que trabajan con víctimas de violencia de género en las comunidades autónomas de Murcia, Andalucía, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Canarias y Galicia y de sus resultados se desprende que «los niveles de malestar o trauma vicario están en el límite de lo considerado nivel crítico» y son los años de desempeño laboral lo que aumenta este malestar entre los profesionales, según explicó Carmen Martínez.

Entre los participantes en el estudio hubo psicólogos, trabajadores sociales, letrados, educadores sociales y otros profesionales que trabajan en el ámbito de la violencia de género, y en su conjunto presentaban altos niveles de burnout y niveles medios de trauma vicario.

Además, un 33% de ellos informó haber sufrido violencia en su puesto de trabajo por parte de maltratadores, familiares o usuarios del centro, percibiéndose ellos mismos en riesgo.

Una de las realidades destacadas por parte de Paterna es que el 58% de estos profesionales no cuenta con supervisión profesional de los casos y entre los que sí la tienen, el 8% la paga de forma privada.

De ahí que las autoras del estudio planteen la necesidad de dotar con más medios a estos trabajadores, mediante formación, espacios de escucha o equipos de toma de decisiones.

En la presentación, también estuvieron el decano de Psicología, Agustín Romero, la presidenta de Columbares, Rosa Medina, y la directora general de Familia de la Comunidad Autónoma, Silvia Muñoz.

Esta última hizo un repaso por las escalofriantes cifras de violencia de género en la Región de Murcia e informó de que en el pasado mes de febrero llevaron a cabo 1.881 atenciones en la comunidad, 270 de ellas a nuevas mujeres.

Silvia Muñoz también expuso que durante el pasado año 2022 fueron atendidas en la Región de Murcia más de 22.500 mujeres víctimas de violencia de género a través de distintos servicios, entre ellos están los CAVI, casas de acogida y centros de emergencias, en los que trabajan 177 profesionales.

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