Economía

La industria minera busca en la Región los minerales y metales más demandados

La Comunidad concede un permiso de exploración a una empresa para buscar materias primas entre Mazarrón, Totana, Fuente Álamo y Lorca -La minería regional aporta el 2,4% del valor productivo de este sector en España

Cantera de mármol en Cehegín.

Cantera de mármol en Cehegín. / L.O.

Alberto Sánchez

Alberto Sánchez

La búsqueda de las materias primas minerales más demandadas por la industria energética y tecnológica, sumidas en un proceso de transformación para garantizar la independencia de los combustibles fósiles, ha puesto el foco en la Región de Murcia para intentar cubrir las necesidades del mercado actual. La Consejería de Empresa, Economía Social y Autónomos concedió la pasada semana un permiso de exploración a una empresa española que buscará entre la comarca del Guadalentín y parte del Campo de Cartagena metales y minerales muy reclamados por sectores como el de las energías renovables, automóviles o militar.

El objetivo de dicha exploración, un proyecto denominado ‘Diana’, es la búsqueda de minerales como litio, boro, flúor, así como los metales plomo, zinc, cobre, cobalto, níquel, hierro y plata, entre los municipios de Mazarrón, Totana, Fuente Álamo y Lorca. Un área que abarca en total 39.500 hectáreas de superficie y que está catalogada como una zona de gran interés por sus yacimientos de minerales, según organismos como el Instituto Geológico y Minero de España o el Centro Tecnológico del Mármol de Cehegín. Hace un año la Consejería también concedió otro permiso a una firma española para buscar flúor, boro y litio, además de varios metales, en un área casi similar a la de ahora, entre Puerto Lumbreras, Lorca, Águilas y Mazarrón.

Las energías renovables y los vehículos eléctricos traen un aumento "dramático" del consumo de minerales

Los trabajos que llevará a cabo la empresa durante un año, aunque podrán prorrogarse otros doce meses más, consistirán en el estudio de la cartografía, mapas geológicos, indicios anteriores de presencia de estos minerales y una inspección ocular sobre el terreno, donde se pueden coger pequeñas muestras (no superiores a 200 gramos) que no requieran del uso de maquinaria. La Consejería remarca que la exploración no conllevará «alteración alguna» de la zona ni podrá ocasionar daños a áreas de protección ambiental o patrimonial. De tener éxito la búsqueda, y si la mercantil minera muestra interés en explotar esos recursos, deberá solicitar un permiso de investigación para analizar la zona más en profundidad y, en tal caso, pedir una concesión minera para la explotación. Un largo proceso que puede durar entre ocho o diez años.

Falta de recursos

El compromiso por acabar con las emisiones de gases de efecto invernadero poniendo coto a los recursos fósiles ha llevado a la Unión Europea y a España a aprobar en los últimos años estrategias y planes para garantizar el abastecimiento de materias primas que ayuden a la transición energética y tecnológica antes de 2050, fecha límite para completar la descarbonización industrial y doméstica. Es un proceso nada sencillo, porque la falta de recursos en el continente obliga a depender del suministro de terceros países, y la pandemia y la guerra en Ucrania han propiciado un escenario global donde Europa tiene mucho que perder.

«Estamos fomentado las energías renovables y los vehículos eléctricos para reducir la contaminación atmosférica. Esto trae un aumento dramático del consumo de minerales, muy grande, y Europa está preocupada porque carece de materias primas para estos sectores», señala Emilio Trigueros, profesor del área de Explotación de Minas de la Universidad Politécnica de Cartagena. La Región de Murcia aporta el 2,4% al valor de la producción minera en España (en minerales destaca la sal y el mármol) frente al 40% de Andalucía, según los últimos datos del Ministerio para la Transición Ecológica.

El proceso entre la búsqueda de recursos y su explotación puede durar entre ocho y diez años

Sin embargo, Trigueros explica que la Comunidad murciana no juega un papel destacado ya que hay presencia de metales como el plomo, zinc o hierro que «no aportan mucho a la transición energética». Hay otros recursos «que generan más interés como el cobre, litio, grafito, níquel o el cobalto por su alta demanda» para baterías de coches, celdas de combustible, microchips, robots, drones, impresoras 3D, paneles solares o los aerogeneradores. «En principio estos recursos mineros no han estado presentes en la Comunidad, lo que no quiere decir que no aparezcan. Es posible que esta zona de exploración autorizada pudiera albergar yacimientos no habituales».

[object Object]

La Región de Murcia alberga 240 canteras en activo donde la extracción de roca industrial tiene mucha presencia en la actividad minera. Los yesos, el mármol o los áridos para la construcción de viviendas o infraestructuras destacan entre los recursos geológicos que aporta la tierra de la Comunidad. También la sal está entre los minerales más demandados. «Tenemos un pasado con una huella negativa sobre nuestra actividad», explica Emilio Trigueros, profesor de la Politécnica de Cartagena, «tenemos que cargar con eso».

La sierra minera de Cartagena o el caso de Portmán son hoy casos que están sumidos en procesos de restauración ambiental tras años de explotación. «El sector minero actual está muy mal visto y estamos deseando poder demostrar que la minería ha cambiado», argumenta el experto. Sabe que genera controversia hablar de posibles nuevas explotaciones mineras, o incluso de las que están en activo, como algunas del Noroeste, Fortuna y Abanilla cuya actividad ha sido objeto de críticas y denuncias por parte de los vecinos u organizaciones ecologistas.

En Santomera también se han vivido largos procesos judiciales por estos motivos. «Ahora hay exigencias a todos los niveles, se buscan medios para compensar las molestias temporales que pudiera causar un proyecto minero». De comenzar uno, «este no sería posible sin la participación de las poblaciones cercanas, porque el proyecto debe repercutir de forma beneficiosa» en el tejido socioeconómico del territorio. «Los ingenieros de minas somos responsables de suministrar a la ciudadanía lo que necesita en forma de materias primas, no somos depredadores de la naturaleza», defiende. Trigueros es firme defensor de poder reutilizar residuos mineros de zonas como Escombreras para apostar por la economía circular.

«Buscamos lograr un mayor reciclaje de los recursos minerales»

El reciclaje de las materias primas minerales es el gran reto que deben afrontar países como España debido al bajo porcentaje de reutilización de estos recursos. «El reciclado solo podrá aportar entre un 10 y 20% en 2050 de las necesidades industriales», señala Emilio Trigueros, del departamento de Ingeniería Minera y Civil de la UPCT.

En este contexto, la Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo 2050 del Gobierno de España establece la reutilización y el reciclado como primera opción para alimentar los procesos productivos. «Y, una vez agotada esa vía, y siempre que sea técnica y económicamente viable, el aprovechamiento de los recursos minerales domésticos» sin que impacte en el medio ambiente ni desplace a otras regiones del planeta las emisiones contaminantes.

El aumento desorbitante de los consumos de materias primas hará que se encarezcan

«Los recursos mineros están en manos de muy poca gente. China controla gran parte de las explotaciones, no solo en su territorio, sino en continentes como África, donde va tomando posiciones. Todas las regiones del planeta van a tener necesidades de estas materias», remarca el profesor de la Politécnica de Cartagena, «debemos lograr un mayor reciclaje de las materias minerales para reducir la dependencia de terceros países».

El Ministerio para la Transición Ecológica señala en su estrategia de descarbonización que «se requiere potenciar el papel de la industria extractiva y de transformación en la economía circular» en España. Durante las próximas décadas, «la política industrial se verá afectada por los nuevos perfiles de demanda de materias primas que cambiarán significativamente». Ni la falta de disponibilidad ni la volatilidad de estos recursos debe ser un problema a partir de la próxima década.

Emilio Trigueros Tornero, profesor de la UPCT.

Emilio Trigueros Tornero, profesor de la UPCT. / UPCT

«Y es que el aumento de la demanda hasta el año 2024 supondría utilizar 42 veces más de litio, por ejemplo, para la producción de baterías de los coches eléctricos. El consumo global de grafito sería de 25 veces más que el actual, 21 veces en el caso del cobalto, 19 en el del níquel o siete con las tierras raras», detalla el experto. «Si comparamos los recursos necesarios para construir un coche eléctrico frente a uno de motor de combustión, el uso del cobre se multiplicaría por 2,5; el litio aparece como un nuevo elemento del que se necesitarían 10 kilos por vehículo; el níquel con 35 kilos, y lo mismo pasaría con el cobalto o el grafito».

El valor de estos materiales «va a incrementarse porque hay escasez». El aumento «desorbitado» de los consumos de materias primas «harán que se encarezcan». Por eso es tan importante la reutilización, defiende Trigueros Y, por ejemplo, los metales son buenos aliados: «se pueden volver a usar entre un 35 y un 60% de estos recursos».

[object Object]

Los permisos de exploración como los autorizados por la Comunidad también se pueden llevar a cabo en terrenos particulares. Y es que la propiedad de los recursos minerales que se puedan encontrar en el subsuelo pertenecen al dominio nacional y cuya gestión depende del Estado.

Cuando una empresa minera demuestra que ha localizado un importante yacimiento de materias primas que le interesa, debe pedir un permiso de explotación. Para ello, debe demostrar que los resultados de las técnicas empleadas para la investigación de los terrenos han tenido resultados. La industria minera emplea avionetas o helicópteros para abarcar el estudio del área autorizada, equipados con detectores de intensidad del campo magnético terrestre.

La presencia de minerales ferromagnéticos arroja anomalías en esas mediciones. Una vez en el terreno, se emplean otras técnicas de geofísica, como los métodos eléctricos. En la fase de investigación, los promotores llegan a construir un camino de acceso y perforar la tierra en varios puntos para conocer con más exactitud qué hay bajo la zona que les interesa. Luego, la empresa debe hacerse cargo de dejar todo como estaba.