Pasos Blanco y Azul: "La Semana Santa de Lorca es la expresión cultural y religiosa más importante de la ciudad"

«La Semana Santa de Lorca es la expresión cultural y religiosa más importante de la ciudad, y es por ello que estamos luchando para ser patrimonio inmaterial de la humanidad». Tan directo como cierto. Parece impensable que los Pasos Blanco y Azul de Lorca, atendiendo a la rivalidad que siempre les ha caracterizado, hayan sido los elegidos para compartir el Premio Importante del mes de septiembre. Algo no tan descabellado si nos paramos a pensar un momento en lo que han conseguido este último año.

Y es que hace tan solo tres meses fueron capaces de desestacionalizar la Semana Santa lorquina, que tuvo su continuidad más allá de la tradicional semana de pasión con la conmemoración del 25 aniversario de la Coronación Canónica de la Virgen de los Dolores y de la Virgen de la Amargura, un evento que tanto vecinos como visitantes de la Ciudad del Sol no se quisieron perder.

«Este es el reconocimiento a un trabajo muchas veces invisible y silencioso, que la Semana santa lorquina se viva todo el año. Esta devoción y sentimiento que nos mueve, late dentro de cada uno de nosotros no solamente durante la semana de pasión, sino durante todo el año, por eso trabajamos para acercar ese sentimiento a lorquinos y visitantes durante los 365 días del año», afirmaba en su discurso de agradecimiento Ramón Mateos, presidente del Paso Blanco de Lorca.

Por su parte, José María Miñarro manifestó que «La Semana Santa de Lorca es lo más grande que tenemos los lorquinos, e indudablemente forma parte de nuestra cultura y raíces. Nuestros desfiles son la máxima expresión de cultura, tradiciones y arte que durante generaciones los lorquinos tejieron para presentárnoslo como legado. Hoy, nuestra labor es defenderlo, mantenerlo y cultivarlo. En el Paso Azul siempre encontrarán un espacio para la pasión y el arte, para defender la identidad cultural de esta tierra y cobijar la fe de todos aquellos que creen que estamos en un mundo que camina demasiado rápido, y que en nuestras tradiciones se encuentra la mejor razón por la que detenerse», explicó el presidente del Paso Azul.