En pocas semanas se acabarán las reservas de agua procedente del Tajo destinadas al regadío en la Región de Murcia. La orden ministerial publicada este miércoles en el Boletín Oficial del Estado justifica el último trasvase cero aprobado por la ministra Teresa Ribera, que ha negado el agua para el riego de cultivos en el Levante durante los últimos tres meses. Para el caso del abastecimiento urbano, la previsión es que estos recursos se agoten en los próximos cuatro meses, ya que hasta noviembre el Segura mantiene 26,4 hectómetros cúbicos.

El regadío cuenta con 3,86 hm3 guardados en la cuenca del Segura y que llegaron por el trasvase desde los embalses de cabecera del Tajo. Allí había almacenados hasta el 1 de noviembre un total de 465 hectómetros cúbicos, a 65 hm3 de cruzar la línea roja que supondría el cierre del acueducto. El Ministerio señala en la orden que con las últimas decisiones tomadas (7,5 hm3 por mes desde septiembre para el consumo urbano) "ha contribuido a la atenuación en el descenso de los volúmenes" de las presas de Entrepeñas y Buendía, por lo que ese cierre "se aleja en el tiempo".

Esta situación ha llevado a las comunidades de regantes a aplicar restricciones en la distribución de agua entre los agricultores, que cuenta con menos recursos para sacar adelante los cultivos en la campaña de invierno. Quedan pendientes de trasvasar 37,8 hm3.

Las últimas lluvias en la cabecera del Tajo no han ayudado a sacar de la sequía prolongada a este tramo del río. La orden oficial recoge que el sistema del trasvase continuará en nivel 3 durante los próximos tres meses, lo que implicaría un envío máximo de 20 hm3, que previsiblemente serán recortados por la ministra.