La atención a personas sin hogar gracias a un proyecto de viviendas para garantizar su salud ahorraría al Estado más de 7.500 euros al año por cada una de ellas. Con este cuidado a quienes no tienen techo se producen «descenso significativos» en las visitas a Urgencias, pruebas diagnósticas, así como los ingresos y estancias hospitalarias. Por otro lado, estas personas logran un aumento del uso de la Atención Primaria y de los medicamentos, lo que se traduce en que estabilizan su situación sanitaria y logran un mejor control de las patologías que sufren.
El dato de ahorro se logra al restar el gasto real sanitario por persona (34.556 euros cada una) y el coste de la casa (27.000 euros). Así se desprende de la evaluación del proyecto ‘Viviendas para la recuperación de la salud’, un programa destinado a mejorar la calidad de vida y salud de las personas sin hogar, presentada este lunes en el Senado por Hogar Sí y Fundación MAAS dentro del ‘I Foro sobre Salud y Sinhogarismo: claves para garantizar el derecho a la salud’.
«El programa (de vivienda) al año cuesta 27.000 euros, con lo cual la administración está gastando menos en salud y se está ahorrando más de 7.000 euros por persona», ha subrayado Marian Juste, presidenta de Hogar Sí . Estas cifras han sido obtenidas de un estudio llevado a cabo por el catedrático del departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Murcia, Fernando Ignacio Sánchez Martínez.
El proyecto de Hogar Sí, que ofrece viviendas para mejorar la salud, se lleva a cabo en Murcia, Madrid y Andalucía
Un ahorro que, según ha explicado Juste, se produce porque cuando una persona abandona la calle y empieza a llevar un tratamiento adecuado para sus enfermedades, se produce un «descenso significativo en las visitas a urgencias, las pruebas diagnósticas y los ingresos y estancias hospitalarias».
Por el contrario, aumenta el uso de la atención primaria y el de medicamentos, lo que es un «indicador de un acceso normalizado a los servicios sanitarios y de un mejor control de las patologías», ha añadido.
Este proyecto consiste en un servicio de vivienda que promueve la mejora integral de las personas en situación de sinhogarismo y que están convalecientes de una enfermedad o esta es crónica.
El análisis de este programa demuestra que las personas que viven esos procesos de salud en estas viviendas experimentan cambios positivos y mejoras. Así, el 60 % mostraba alguna dependencia para las actividades básicas de su vida diaria cuando entró en el programa, pero al salir la proporción se redujo al 25%.
Lo mismo ocurre con la gestión de la medicación (de un 55,2% de personas que eran autónomas con su medicación a la entrada, a un 72,2% a la salida). Este proyecto se desarrolla en la actualidad en la Madrid, Andalucía y la Región de Murcia.
